Venezuela autorizó la apertura de un corredor humanitario en la Alta Guajira, una medida que responde a una solicitud formal de Colombia para asistir a las comunidades indígenas afectadas por la crisis climática en la región.
Esta decisión se tomó durante la más reciente sesión de la Comisión Binacional de Vecindad e Integración Colombia-Venezuela, que se llevó a cabo en Cúcuta, Norte de Santander.
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El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia presentó una nota verbal solicitando la creación de este corredor, que busca proporcionar asistencia a las comunidades indígenas del norte de La Guajira, actualmente aisladas debido a las condiciones climáticas adversas.
“La habilitación incluye el tránsito terrestre desde Paraguachón hasta Castilletes, facilitando la entrega de kits de alimentos, aseo, cocina, entre otras ayudas a municipios como Maicao y Uribia”, indicó la Unidad Nacional para Gestión de Riesgo de Desastres (Ungrd) a través de un comunicado.
La entidad también señaló que se permitirá el acceso de organismos como la Defensa Civil, la Cruz Roja Colombiana y la Unidad Nacional para Gestión de Riesgo de Desastres “asegurando la atención médica y la provisión de insumos básicos”.
El corredor humanitario se establecerá bajo un protocolo permanente que garantizará la continuidad y efectividad de las operaciones logísticas necesarias para la asistencia humanitaria en esta área fronteriza.
La colaboración entre Colombia y Venezuela se ha fortalecido gracias al acompañamiento de la Dirección de Soberanía del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, que ha promovido la formalización y el fortalecimiento de las relaciones bilaterales para enfrentar conjuntamente los desafíos climáticos.
Durante la reunión de la comisión binacional, la Ungrd presentó formalmente la solicitud para la autorización definitiva del corredor humanitario.
Más temas abordados en la reunión
La Dirección de Soberanía del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia ha subrayado la importancia de formalizar y fortalecer la cooperación entre Colombia y su país vecino para enfrentar las crisis que afectan a la población en la frontera.
En el encuentro, se discutieron las dificultades que presentan estos fenómenos naturales, que no solo afectan la infraestructura y el medio ambiente, sino que también ponen en riesgo la vida de las personas que habitan en las zonas fronterizas. La cooperación entre las dos naciones se presenta como una solución integral para mitigar los impactos de estos desastres y mejorar la capacidad de respuesta ante emergencias.
La gestión de cuencas hidrográficas es un tema de especial interés, ya que estas áreas son vitales para el suministro de agua y la conservación de la biodiversidad. La colaboración entre ambos países podría facilitar la implementación de políticas sostenibles que aseguren el uso adecuado de los recursos hídricos y protejan los ecosistemas locales.
Por otro lado, los incendios forestales representan una amenaza creciente debido al cambio climático y la deforestación. La reunión destacó la necesidad de compartir conocimientos y recursos para prevenir y combatir estos incendios de manera más efectiva. La creación de un sistema de alerta temprana y la capacitación de personal especializado son algunas de las medidas propuestas para enfrentar este desafío.
Las inundaciones, otro de los problemas discutidos, requieren una atención especial, ya que pueden causar daños significativos a las comunidades y la infraestructura. La cooperación transfronteriza podría incluir la construcción de obras de infraestructura para el control de inundaciones y la implementación de sistemas de monitoreo que permitan una respuesta rápida y coordinada.
La reunión concluyó con un llamado a la acción para que ambos países trabajen juntos en la creación de un marco de cooperación que permita enfrentar de manera efectiva los desastres naturales y proteger a las comunidades vulnerables en la región fronteriza.