La crisis climática que atraviesa el planeta está mostrando con más fuerza sus efectos catastróficos sobre la humanidad. En el caso de Colombia, vivió un primer semestre de 2024 de intensas sequías e incendios forestales que terminó con déficit de agua en varias regiones del país.
Sorpresivamente, Bogotá, que está a una altura de 2.640 metros sobre el nivel del mar, vive desde abril un riguroso racionamiento debido al bajo nivel de sus embalses que surte el líquido vital a los capitalinos.
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Se trata del Sistema Chingaza, conformado por los embalses de Chuza y San Rafael, que gracias a las intensas lluvias de noviembre, logró un ascenso continuo, situación que llenó de esperanza a los bogotanos de que pronto se levanten las restricciones del servicio de agua. No obstante, en los últimos días esta tendencia se rompió y nuevamente va en descenso.
Los niveles venían en aumento desde el 2 de noviembre y fue entonces cuando el 13 de noviembre sobrepasó el 50%. Pero, a partir del 26 de noviembre el panorama cambió y desde ahí el Sistema Chingaza ha ido bajando, ubicándose en el 53,28% con corte al 29 de noviembre. Así las cosas, aún no se puede cantar victoria en tanto el nivel del sistema que abastece de agua la capital colombiana supere el 60%.
“Todavía no es momento para evaluar estas medidas. Recuerden que tenemos que prepararnos para la temporada seca de los meses de diciembre, enero y febrero”, dijo Alfred Ballesteros Alarcón, director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), citado por El Tiempo.
El panorama que enfrenta Bogotá sigue siendo crítico, pues se estima que, aunque su comportamiento es positivo, según las estimaciones de la administración distrital sería inminente que llegue el temido “día cero” para el primer trimestre de 2025: “Estamos ubicándonos más o menos hacia finales del mes de marzo, en el escenario más optimista que es el 70 % de las afluencias históricas, que llegaríamos al ‘Día Cero’”, reveló Natasha Avendaño, gerente del Acueducto de Bogotá, reseñado por el medio mencionado.
Chingaza continuará en monitoreo hasta el 15 de diciembre
En declaraciones entregadas a medios de comunicación, el 29 de noviembre de 2024, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, afirmó que por el momento no se tiene contemplado que se levante la medida de racionamiento de agua en la capital, puesto que, pese a que el Sistema Chingaza se encuentra en mejor estado respecto al mismo periodo de 2023, sigue estando por debajo de los niveles históricos.
“Digamos, noviembre ha sido un mes positivo. Tenemos más afluencias al Sistema Chingaza que el promedio histórico, esperamos que en diciembre tengamos también algo de afluencia”, comenzó diciendo el alcalde de los capitalinos.
Por ello, afirmó que resulta preciso que el sistema de embalses continúe en monitoreo, como mínimo, hasta el 15 de diciembre, para que de esta forma se tomen decisiones respecto al racionamiento de agua.
“Es un tema que vamos a evaluar permanentemente para tomar decisiones sobre la modificación o no del esquema que tenemos. Por ahora estamos mejor que el año pasado, pero todavía varios puntos porcentuales por debajo del promedio histórico de lo que debería estar el Sistema Chingaza. Eso nos obliga a esperar y a monitorear cómo evolucionan las influencias hasta el 15 de diciembre y si hay alguna mejoría en diciembre en enero se podían tomar varias decisiones”, puntualizó el mandatario.
Este es el estado de los niveles de los embalses de agua que abastecen a Bogotá y sus municipios aledaños, según datos de la CAR:
- Chuza: nivel de 41,19% con tendencia a la baja.
- San Rafael: nivel de 92,62% con tendencia a la baja.
- Sistema Chingaza: promedio entre Chuza y San Rafael de 53,28% con tendencia a la baja.
- Neusa: nivel de 81,73% con tendencia al alza.
- Sisga: nivel de 73,83% con tendencia al alza.
- Tominé: nivel de 51,26% con tendencia estable.
- Agregado Norte: promedio entre Neusa, Sisga y Tominé de 57,10% con tendencia al alza.
- Chisacá: nivel de 91,62% con tendencia estable.
- Regadera: nivel de 95,66% con tendencia al alza.
- Agregado Sur: promedio entre Chisacá y Regadera de 93,04% con tendencia estable.
- El Hato: nivel de 84,85% con tendencia a la baja.