En un caso que ha conmocionado a Medellín, Sara Álvarez Molina, de 25 años, fue condenada a 20 años de prisión tras aceptar su responsabilidad en el asesinato de Carlos Andrés Múnera Vargas, un conductor de aplicación de 32 años.
El crimen ocurrió el 25 de abril de 2024 en el barrio Tricentenario, ubicado en el noroccidente de la capital del departamento de Antioquia, pero la decisión judicial se conoció la tarde del viernes 30 de noviembre de 2024.
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Álvarez Molina llegó a un acuerdo con la Fiscalía luego de aceptar cargos por los delitos de homicidio agravado y hurto calificado y agravado. Durante la audiencia, el juez 8 Penal del Circuito de Medellín aprobó el preacuerdo, imponiendo una condena de 19 años por el homicidio y un año adicional por el hurto, detalló El Colombiano.
El incidente se originó cuando Múnera Vargas aceptó un servicio de la aplicación Indrive, solicitado bajo el nombre de “Kim Kim”, alias utilizado por Álvarez Molina.
El recorrido, que iniciaba en el edificio Coltejer en el centro de Medellín y tenía como destino la vereda El Zarzal en Copacabana, parecía atractivo debido al pago en efectivo. Sin embargo, durante el trayecto la mujer de 25 años tomó el servicio en compañía de dos hombres. Al llegar al destino, en lugar de pagar, los acompañantes de Álvarez Molina sacaron un arma, robaron las pertenencias de Múnera Vargas y lo asesinaron. Después, uno de los hombres tomó el control del vehículo.
Las autoridades continúan la búsqueda de los dos hombres implicados en el crimen, quienes aún no han sido capturados.
A raíz de esto, el caso ha generado gran preocupación en la comunidad, resaltando los riesgos a los que se enfrentan los conductores de aplicaciones en la región del Valle de Aburrá, sumado a que no es el primer caso que se produce en 2024, y en otras plataformas de transporte mediante aplicaciones móviles, no se han salvado de casos similares. Por lo tanto, las pesquisas esperan dar con estos dos hombres en los próximos días para que paguen por el asesinato del conductor.
Sara Álvarez Molina fue reportada como desaparecida
Uno de los detalles que más llamó la atención por parte del equipo de investigadores que hacen parte en las labores que buscan dar con los otros dos implicados en el crimen de Múnera Vargas, es que luego de que perpetró el crimen, varios meses después, y desde el 7 de junio de 2024, se conoció que los familiares de Sara Álvarez Molina la reportaron como desaparecida.
Lo anterior se pudo corroborar debido a que, en su momento, el medio local Minuto30 reveló el 14 de junio varios detalles sobre la apariencia física de Álvarez Molina.
En dicha publicación, donde aparecen hasta números de la Fiscalía, se dijo que la mujer había sido vista por última vez en el barrio Fátima de Copacabana, Antioquia.
Adicional en el boletín que emitió el ente investigador, se especificó que la hoy condenada tenía un tatuaje en la parte superior de la espalda (el escudo del equipo de fútbol Independiente Medellín), además de una perforación (piercing) en la boca, situada en el centro del labio inferior.
Hasta la contextura quedó consignada: contextura delgada; color de piel trigueña; forma del cabello ondulado; color del cabello rojo y su longitud (mediana); contorno de la cara ovalada; ojos cafés, tamaño de los ojos medianos; y boca mediana con labios gruesos, fueron otras de las características que se compartieron en la publicación, con la que los familiares de la mujer esperaban que apareciera con vida.
Pero además de aparecer, la familia se llevó una sorpresa mayor al darse cuenta de que Álvarez Molina estaba siendo requerida por las autoridades, y ahora tendrán que irla a visitar al centro penitenciario donde deberá cumplir con la sentencia.