El Ejército Nacional de Colombia enfrenta un nuevo escándalo tras la captura de un teniente, un sargento y un cabo, quienes fueron detenidos por presuntas irregularidades en una operación militar que resultó en la muerte de cinco soldados. Según informó W Radio, las órdenes de captura fueron emitidas por un juzgado luego de que se detectaran fallas en la ejecución de la misión llevada a cabo el 21 de noviembre en el AETCR, donde la unidad fue atacada por el Frente ‘Héroes y Mártires de Anorí’ del ELN.
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El ataque, que también dejó heridos a cuatro militares y un civil, se produjo cuando la unidad militar se encontraba a 3.7 kilómetros de las coordenadas reportadas, lo que sugiere un posible error en la ubicación de las tropas. Este desvío en las coordenadas fue uno de los factores que motivó la investigación por parte de la Justicia Penal Militar y Policial (JPMP), según el informe al que tuvo acceso la emisora.
La investigación se inició de inmediato, y en menos de una semana se recopiló suficiente evidencia para que la Fiscalía solicitara las órdenes de captura contra los implicados: el cabo primero Gersson Jalava, el sargento segundo Jeisson Ricardo Barrera y el subteniente Juan Daniel Hernández. Estos miembros del Ejercito eran los encargados de liderar la operación de estabilidad en la zona rural de Anorí, Antioquía.
El general Fabio Caro, comandante de la Séptima División del Ejército Nacional, comentó en una entrevista con La W que los soldados fueron atacados con explosivos mientras custodiaban a varias familias reincorporadas que residen en el antiguo espacio territorial. La situación ha generado preocupación y ha puesto en el centro del debate la seguridad de las operaciones militares en áreas de alto riesgo.
“Es muy triste, es un vil y cobarde acto terrorista perpetrado con medios ilícitos de guerra como son los lanzamientos de tatucos por parte narcoterroristas del ELN, cuyos responsables son ‘Dylan’ y la ‘Mona’, los soldados estaban protegiendo la vida del personal en proceso de reincorporación y sus familias, en La Plancha, donde habitan 47 firmantes de paz hace más de 7 años”, aseguró Caro.
Luego añadió que “estos muchachos los protegían para que se reincorporaran y pudiesen realizar sus proyectos de vida, pero fueron asesinados por ELN. Este atentado iba contra las tropas que protegen este espacio donde estas familias generan proyectos de vida (...) estos grupos del ELN y el Clan del Golfo se confrontan por la minería, el narcotráfico y la extorsión, en ese sector de los Trozos ingresamos más de 200 hombres”.
Qué pasó en Anorí
En un ataque armado en el municipio de Anorí, en el departamento de Antioquia, cinco soldados del Ejército Nacional de Colombia perdieron la vida. El ataque, atribuido al Ejército de Liberación Nacional (ELN), también dejó heridos a otros tres soldados y un civil. Los soldados fallecidos pertenecían a la 14° Brigada y fueron identificados como el cabo segundo Fredys David Robles Romero y los soldados profesionales Carlos Andrés Ramos Martínez, Iván Darío Reina Carabalí, Yoiser David Redondo Arias y Fabián José Regino Mora.
El ataque ocurrió mientras los militares realizaban labores de escolta y protección en el antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (AETCR) La Plancha de Anorí, donde se encontraban apoyando a los reincorporados. Según la Séptima División del Ejército, los agresores, miembros del Frente Héroes y Mártires de Anorí y del Frente de Guerra Darío Ramírez Castro del ELN, utilizaron artefactos explosivos para perpetrar el ataque.
Las autoridades militares informaron que los heridos fueron trasladados a un centro médico en Medellín para recibir atención especializada. La Séptima División expresó su rechazó y lamentó los actos terroristas, calificándolos como una grave violación a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario. Además, anunciaron que procederán a interponer las denuncias penales correspondientes ante los organismos nacionales e internacionales competentes.
Este incidente se suma a una serie de ataques recientes en la región, lo que ha generado preocupación por la seguridad de los militares y civiles en áreas afectadas por el conflicto armado. La situación en Anorí refleja la persistente amenaza que representa el ELN en algunas zonas del país, a pesar de los esfuerzos del gobierno por alcanzar una paz duradera.