Susana Boreal, congresista del Pacto Histórico, ha vuelto a ser el centro de atención tras una declaración que ha generado controversia. Durante un debate en la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes sobre el sistema educativo colombiano, Boreal afirmó que obligar a los niños a asistir al colegio es una forma de violencia y adoctrinamiento, según informó El Colombiano.
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La congresista, cuyo nombre real es Susana Gómez Castaño, se hizo conocida durante el paro nacional de 2021, cuando organizó una protesta sinfónica en el parque de los deseos en Medellín. Su trayectoria política ha estado marcada por varias polémicas desde que asumió su cargo como representante por Antioquia.
Una de las primeras controversias surgió poco después de su llegada al Congreso, cuando fue criticada por no conocer el procedimiento para apoyar una proposición durante una sesión. En un video, Boreal admitió no saber cómo adherirse a una proposición de su colega Daniel Carvalho. Posteriormente, defendió su postura en x, afirmando que no le da miedo reconocer cuando no sabe algo y pedir ayuda.
La reciente declaración sobre la educación no es la única que ha generado debate. Boreal, quien es música de la Universidad de Antioquia, ha cuestionado la calidad del sistema educativo colombiano, sugiriendo que está obsoleto y necesita reformas significativas.
Otra de las más recientes involucra acusaciones de haber contratado a su expareja, Christhian David Guzmán, para su equipo de trabajo, a pesar de que no cumplía con todos los requisitos necesarios. Según se informó, Guzmán, que no terminó su carrera en Ciencia Política y fue expulsado de la Universidad Nacional por bajo rendimiento académico, recibió un salario mensual superior a los 9 millones de pesos. Boreal defendió su decisión argumentando que Guzmán cumplía con los requisitos mínimos de estudios y experiencia laboral exigidos por la ley.
Otra polémica surgió cuando Boreal admitió públicamente ser una consumidora habitual de marihuana. La congresista afirmó que su consumo diario no afecta su desempeño como representante y abogó por un cambio cultural en la percepción del consumo de esta sustancia en el país. Esta declaración generó un debate sobre la idoneidad de los funcionarios públicos que admiten el uso de drogas recreativas.
Las denuncias de malos tratos y condiciones laborales precarias durante su campaña electoral también han sido motivo de controversia. Al menos tres personas que trabajaron en su campaña afirmaron no haber recibido las condiciones laborales que exige la ley. Uno de los denunciantes, conocido en Instagram como @elnegroopress, aseguró haber trabajado más de un año sin contrato ni pago digno. Otro exempleado, Juan José Yala, relató haber sido sometido a malos tratos y tareas indignas sin recibir compensación económica.
“Duré más de un año sin un contrato, sin una EPS (...) sin un pago digno”, dijo el usuario de Instagram @elnegroopress. Según el testimonio, varios de los empleados de Boreal trabajaron durante un año completo sin recibir ningún tipo de pago. “Ella nos decía que primero había que pagar las deudas de campaña para luego recibir un pago por nuestro trabajo, pero hasta la fecha que renuncié no hubo ningún dinero... Fue un trabajo indigno”, aseguró.
“Fue una campaña llena de precarización y maltratos psicológicos (...) me pusieron a llevarles agua, arreglar sillas, comprarles algo de comer y hacer manualidades sin descanso. Todo sin ningún tipo de pago y con tratos que llegaban al punto de que era un inepto, un incapaz y que no servía para nada”, añadió el afectado.
Boreal respondió a estas acusaciones afirmando que se trataba de voluntarios de su campaña a quienes nunca prometió un puesto o remuneración económica. La congresista enfatizó que no cree en el clientelismo y que nunca ha prometido dinero a cambio de apoyo. “Jamás le he prometido a nadie un puesto. Nunca he prometido nada de dinero. Yo nunca prometí nada (...) Me han llegado muchísimas peticiones de personas que dicen que por haber trabajado (conmigo) merecen un lugar (en mi UTL). Moralmente, a mí eso me contraria mucho. Yo no trabajo así. No creo en el clientelismo”.
Sin embargo, sus explicaciones no fueron suficientes para la Procuraduría que le imputó cargos al respecto.