La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) inauguró el jueves 28 de noviembre la exposición Mujeres con las botas bien puestas, en un acto que busca visibilizar las víctimas de las ejecuciones extrajudiciales, mal llamados ‘falsos positivos’, un crimen que marcó la historia reciente de Colombia.
La muestra fue organizada por la asociación Madres de Falsos Positivos de Colombia (Mafapo) y tiene como objetivo honrar la memoria de las casi 2.000 víctimas presentadas como bajas en combate por la fuerza pública, cuando en realidad fueron asesinadas de manera extrajudicial.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
La muestra ofrece una reflexión sobre uno de los capítulos más oscuros de la historia reciente del país, cuando militares y paramilitares, motivados por incentivos económicos y recompensas, cometieron crímenes atroces al asesinar a civiles inocentes y hacerlos pasar por guerrilleros caídos.
Las víctimas, muchas de ellas jóvenes de sectores vulnerables, fueron capturadas, asesinadas y luego vestidas con uniformes de las guerrillas para simular enfrentamientos; sin embargo, las botas de los cadáveres, que en varias ocasiones quedaban al revés, fueron uno de los elementos que generó sospechas entre las familias y organizaciones defensoras de derechos humanos.
Las botas, que en esta exposición se encuentran decoradas con elementos personales y simbólicos, representan no solo la tragedia, sino la lucha constante por la verdad, justicia y reparación. Cada par de botas es un recordatorio del dolor de las madres que aún buscan respuestas por la muerte injusta de sus hijos. Según las organizadoras de Mafapo, las botas se han convertido en un símbolo poderoso del sufrimiento vivido, pero también de la memoria que no puede ser borrada.
Durante la exposición, el tribunal de paz reveló los nombres de 1.934 víctimas, que fueron desaparecidas y posteriormente presentadas falsamente como guerrilleras caídas en combate. Estas víctimas pertenecen a sentencias judiciales en seis departamentos: la Costa Caribe, Antioquia, Norte de Santander, Huila, Casanare, y el caso conjunto del Cementerio Las Mercedes de Dabeiba.
El resto de los nombres serán divulgados una vez finalice la fase de contrastación de los casos pendientes y la fase nacional del Caso 03. Según la JEP, esta decisión responde al respeto y la dignidad hacia las familias afectadas, así como a la necesidad de garantizar la protección de las investigaciones judiciales y las condiciones de seguridad.
En su intervención, el presidente de la JEP, Alejandro Ramelli, abordó las críticas provenientes de algunos sectores políticos sobre la cifra de 6.402 falsos positivos entre 2002 y 2008, presentada por la Jurisdicción. El magistrado resaltó que la pregunta no debe centrarse en la cantidad de víctimas, sino en cómo reparar a los afectados por este crimen.
“Lo que se debe preguntar no es cuántos hubo, sino cómo enmendar a las víctimas”, indicó Ramelli. Asimismo, hizo un llamado a combatir el “negacionismo” que aún persiste sobre estos hechos, y subrayó que cada vida arrebatada debió ser motivo suficiente para el reproche público.
Jaqueline Castillo, representante de Mafapo, también se expresó durante el evento, cuestionando por qué la sociedad no exige que se revelen los nombres de los militares responsables de las muertes: “Ellos sí merecerían estar en ese escarnio público”, refiriéndose a los militares que participaron en estos crímenes.
El acto también contó con la lectura en voz alta de los nombres de las víctimas, un acto simbólico que refleja el dolor de las madres y familiares de quienes fueron víctimas de los ‘falsos positivos’. Ramelli destacó que muchos de los responsables de estos crímenes han admitido su culpabilidad y han pedido perdón públicamente, mostrando un acto de valentía al enfrentarse a las víctimas. No obstante, reiteró que es incomprensible que el debate público siga centrado en la cifra de víctimas, y no en cómo reparar el daño causado.