El Ejército de Sudán informó que asesinó a 22 colombianos que se encontraban en su territorio, fungiendo como mercenarios en varias guerras y conflictos que se desarrollan en el área. De acuerdo con el informe entregado por el país africano, los connacionales fueron dados de baja en un ataque con drones en la localidad de Al Fasher.
“Cuatro emiratíes y 22 mercenarios de nacionalidad colombiana fueron asesinados por drones suicidas”, indicó el Ejército sudanés en un comunicado. A su vez, en el informe las fuerzas militares afirmaron que se encuentran atendiendo varias arremetidas en su contra en las que, además de los connacionales, también fueron asesinados otros mercenarios de otros países.
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“Todos los intentos de la milicia Fuerzas de Apoyo Rápido de asaltar la ciudad han fracasado (...) en los últimos días el Ejército ha resistido más de 150 ataques, mientras que indicó que también ha destruido un convoy militar de las FAR que transportaba otro grupo de mercenarios extranjeros procedentes de Libia: Hay combatientes extranjeros que participan con la milicia (...) desde el comienzo del conflicto. Proceden de países africanos como Libia, Níger y Chad. Son mercenarios transfronterizos”.
El Ejército de Sudán también sostuvo que el responsable de la contratación de los mercenarios asesinados es Emiratos Árabes Unidos (EAU), que es uno de los principales benefactores del grupo paramilitar. Estas acusaciones fueron elevadas al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para obtener soluciones frente al tema.
“Desafortunadamente, las fuerzas que vienen incluyen mercenarios de muchas nacionalidades africanas, asiáticas y europeas, así como latinoamericanas, específicamente de Colombia, y tenemos prueba de esto”, explicó el portavoz de las Fuerzas Conjuntas-aliadas del Ejército en Al Fasher, Ahmed Husein.
Ante la falta de información de la fecha del deceso, la cancillería de Colombia reveló que activó un protocolo cuyo objetivo es investigar los detalles que envuelven la muerte de los 22 colombianos.
De igual manera, el Ministerio de Relaciones Exteriores aprovechó para iniciar los trámites necesarios que faciliten la repatriación de 300 colombianos que fueron capturados en Sudán, luego de que prestaran sus servicios como mercenarios para combatir el conflicto interno del país. Así lo anunció el presidente de Colombia, Gustavo Petro, en su cuenta de X.
“El mercenarismo debe prohibirse en Colombia. Los militares deben tener un mejor nivel de vida en Colombia, pero los dueños de la sangre joven derramada por dinero en pueblos extranjeros deben ser castigados penalmente”, indicó.
Ante la solicitud del jefe de Estado, el canciller Luis Gilberto Murillo aseguró que su cartera está buscando la manera de abordar el problema para impedir la presencia de colombianos en este tipo de labores.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores tiene conocimiento del fenómeno de migración irregular por el que algunos de nuestros connacionales viajan engañados por sofisticadas redes de trata de personas y terminan participando en conflictos internacionales como mercenarios. Este es un tema recurrente y prioritario del Canciller Luis Gilberto Murillo en su agenda de trabajo y diálogo en sus visitas al exterior”, expresó el ente gubernamental sobre este delicado asunto.
A su vez, resaltó que el mercenarismo de colombianos aumentó de manera considerable a causa de la guerra entre Ucrania y Rusia. “Así como connacionales involucrados en hechos lamentables, ejemplo de ello, el doloroso asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse”.
Por lo cual, desde Cancillería se radicó un proyecto de ley que busca aprobar la Convención Internacional contra el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de mercenarios, que fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1989. Iniciativa que ya fue aprobada en primer debate en la Comisión Segunda del Senado.