Líderes de la comunidad embera anunciaron que, tras una semana de acampada frente a la Agencia Nacional de Tierras (ANT) en Bogotá, retornarán a sus resguardos en Risaralda el viernes 29 de noviembre de 2024.
La decisión fue tomada después de cuatro días de intensas negociaciones, que iniciaron el martes 26 de noviembre cuando aproximadamente 4.000 miembros de este pueblo indígena llegaron a la capital del país.
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El anuncio del éxito en las mesas de diálogo fue realizado en una rueda de prensa conjunta entre los líderes embera y el director de la ANT, Juan Felipe Harman, la noche del jueves 28 de noviembre de 2024.
Durante la rueda de prensa, el funcionario destacó la voluntad de los líderes indígenas para llegar a los acuerdos y aseguró, que los compromisos entre la comunidad y el Gobierno nacional están concretados en un 90%. Referente a los costos del viaje y los viáticos que los indígenas incurrieron al llegar a Bogotá, los líderes de la comunidad negaron recibir cualquier tipo de ayuda por parte del Estado, pues según ellos, los gastos fueron cubiertos por las propias empresas comunitarias y otras iniciativas internas, que gestionaron los recursos para los transportes y demás necesidades.
En las mesas de diálogo, se discutieron diversas problemáticas que aquejan a la comunidad embera, como vivienda, educación y nutrición en los resguardos del departamento de Risaralda. Además, se ultimaron los detalles de los acuerdos alcanzados, y se definió el regreso de la comunidad a sus tierras.
Los líderes indígenas también resaltaron el papel de Gustavo Petro, presidente de Colombia, en las negociaciones, en el que explicaron que la movilización de la comunidad a Bogotá no solo buscaba soluciones a sus demandas, sino apoyar las reformas políticas que el Gobierno está promoviendo en el Congreso de la República. Por otro lado, desmintieron las afirmaciones del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, que había señalado que miembros de la guardia indígena habían retenido a funcionarios el martes 26 de noviembre de 2024.
De este modo, de los 4.000 indígenas embera que llegaron a Bogotá, alrededor de 2.000 regresarán a sus resguardos en el transcurso del 29 de noviembre, con lo que se descarta cualquier posibilidad de una nueva diáspora indígena o de nuevos asentamientos en la capital colombiana. Mientras tanto, el restante se quedará en la capital del país.
La Unidad de Víctimas aclara que no financiaron la movilización de las comunidades indígenas
Además, la directora de la Unidad para las Víctimas, Lilia Solano; el subdirector Ómar Fernández; el asesor Néstor Osuna, y otros directivos de la entidad, abordaron la situación de la minga embera desmintieron la información inexacta que circula respecto al rol de la entidad en la minga y fue enfática en aclarar que desde la Unidad para las Víctimas “no financiamos la movilización de los pueblos indígenas hacia Bogotá”, ya que no es competencia de la entidad.
De acuerdo con la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras: “nuestra tarea es garantizar derechos, ya sea a través del retorno, la reubicación o la integración”.
Según la entidad, desde el 8 de septiembre de 2024, cuando inició el proceso de retorno de la comunidad que habitó el Parque Nacional, garantizaron ayudas a 56 familias embera (180 personas), que continúan en la capital colombiana, en tres albergues temporales de la ciudad. Los procesos de reubicación incluyen diálogo con comunidades receptoras, levantamiento de necesidades y concertación de territorios de reubicación.
En ese contexto, Fernández aseveró que: “No es cierto que nosotros no nos hayamos reunido con la Alcaldía de Bogotá, nos reunimos el 17 de septiembre y el 29 de octubre para abordar precisamente estos procesos de retornos y reubicación”.
Finalmente, el subdirector subrayó que estos esfuerzos no solo son complejos, sino que requieren una planeación participativa: “Estamos cumpliendo con nuestras responsabilidades legales, pero esto no puede ser una tarea aislada; requiere el compromiso de todas las entidades, tal como lo establece la Ley de Víctimas”.