En medio del escándalo de corrupción que involucra a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (Ungrd) y a figuras como Olmedo López y Sneyder Pinilla, Sandra Ortiz, exconsejera para las Regiones, rompió su silencio y abordó las acusaciones que la vinculan al caso.
Durante una entrevista con La W, Ortiz explicó las razones detrás de su residencia en el emblemático Hotel Tequendama de Bogotá mientras ejercía su cargo en el gobierno.
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“Yo vivía ahí porque no soy de Bogotá. Soy de Boyacá y, para poder quedarme en la capital, opté por alojarme en el hotel, donde ofrecían un descuento especial a los funcionarios del Gobierno”, declaró Ortiz, refiriéndose a los rumores sobre pagos sospechosos realizados en el hotel, un aspecto central en la investigación de corrupción.
Ortiz aseguró que su estadía en el Tequendama fue legítima y desvinculó su residencia de cualquier actividad ilícita. Sin embargo, confirmó que durante su tiempo allí coincidió en varias ocasiones con Olmedo López, exdirector de la Ungrd, y sugirió que se investigue cuántas veces él y Sneyder Pinilla, exsubdirector de la entidad, visitaron el lugar.
En la entrevista, Ortiz también expresó su interés en conocer al supuesto prestamista Luis Eduardo López, conocido como ‘el Pastuso’, a quien considera una figura clave en la trama de corrupción. “Nunca he tenido contacto con él ni conozco sus negocios. Me enteré de su existencia por los medios”, aclaró.
Ortiz confesó que el escándalo ha sido un momento difícil en su vida. “Ha sido complicado mantener el silencio, pero siempre he actuado con transparencia”, subrayó.
Con estas declaraciones, la exconsejera busca despejar dudas sobre su participación en el caso y reafirmar su compromiso con la legalidad, a la espera de que las investigaciones esclarezcan los hechos.
Su relación con el esmeraldero Juan Sebastián Aguilar
En la misma entrevista con el medio mencionado, la exconsejera también abordó su vida personal, confirmando que tuvo una relación sentimental con el esmeraldero Juan Sebastián Aguilar, asesinado en Bogotá, aunque aclaró que ya no estaban juntos en el momento de su muerte. Subrayó que Aguilar no influyó en su trayectoria política y que su desempeño electoral no refleja un apoyo significativo de su parte.
Ortiz reveló que el escándalo ha impactado profundamente a su familia. Mientras su hija mayor, abogada, ha podido comprender la situación, su hija menor ha enfrentado episodios de acoso escolar.
Asimismo, mencionó el distanciamiento de algunos amigos cercanos, aunque destacó que este difícil momento le ha permitido identificar quiénes la apoyan genuinamente.
Su defensa contra Olmedo López y Sneyder Pinilla
En sus declaraciones, Ortiz señaló directamente al exdirector de la Ungrd, Olmedo López, y a Sneyder Pinilla, acusándolos de utilizar la entidad para intereses personales. Según la exconsejera, López tenía aspiraciones presidenciales y estaba formando una estructura política con candidatos para las elecciones de octubre, traicionando la confianza del presidente Gustavo Petro.
“Olmedo López vio en la Unión Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres una oportunidad para sus negocios personales y ahora busca crear una cortina de humo para obtener beneficios legales”, afirmó Ortiz, quien aseguró tener pruebas que respaldan estas acusaciones.
También reveló que existen personas en la Presidencia que generan escándalos para ocultar otros de mayor magnitud, una estrategia que, según ella, termina afectando la imagen del gobierno y del presidente.
Ortiz calificó de “inflada” la imputación que la Fiscalía planea realizar en su contra y expresó su confianza en que todo se resolverá a su favor. No obstante, no asistió a una reciente diligencia de interrogatorio relacionada con el caso, decisión que ha generado controversia.
Finalmente, Ortiz reafirmó su inocencia y expresó su confianza en que la justicia esclarecerá los hechos. “Confío plenamente en el sistema judicial y en que la verdad prevalecerá. No todo lo que se dice es cierto”, concluyó, instando al público a no dejarse llevar por rumores y se apeguen a los hechos.