En Colombia, un proyecto de ley busca establecer sanciones para los padres que no aseguren la asistencia de sus hijos a la escuela. La iniciativa, presentada por el representante a la Cámara por el Partido Liberal, Óscar Sánchez, tiene como objetivo garantizar que los menores de entre 5 y 16 años permanezcan en el sistema educativo. Este proyecto ha generado un intenso debate sobre la corresponsabilidad de los padres en la educación de sus hijos.
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El representante Óscar Sánchez explicó que la propuesta se centra en implementar sanciones pedagógicas y mecanismos de corresponsabilidad para evitar la deserción escolar. Entre las medidas contempladas se incluyen amonestaciones pedagógicas y trabajos comunitarios para los padres en casos de inasistencia injustificada. Además, se propone que Bienestar Familiar realice un seguimiento riguroso en los hogares con incumplimientos sistemáticos.
La discusión se intensificó cuando la congresista Susana Boreal generó controversia al afirmar que “obligar a un niño a estudiar es violencia”, cuestionando así el impacto del sistema educativo actual y la obligatoriedad de asistir al colegio. Estas declaraciones han suscitado un debate sobre la naturaleza del derecho a la educación y la forma en que debe ser garantizado.
Sánchez defendió el proyecto afirmando que busca garantizar el derecho a la educación, recordando que hace dos años se intentó declarar la educación como un derecho fundamental. “No entiendo cómo ahora se cuestiona la obligatoriedad de asistir al colegio”, expresó el representante en entrevista con Blu Radio.
El proyecto también aborda las barreras que enfrentan muchos niños en zonas rurales para asistir a la escuela, como la falta de infraestructura y recursos. La idea es crear una cultura de permanencia escolar que garantice mejores oportunidades para los menores, añadió Sánchez.
Las palabras de Susana Boreal
Susana Gómez, conocida como Susana Boreal, ha generado controversia en el Congreso de Colombia con sus declaraciones sobre la educación infantil. Durante una intervención, afirmó que obligar a un niño a asistir al colegio podría considerarse una forma de violencia y adoctrinamiento. Estas palabras, que quedaron registradas en video, han suscitado una ola de críticas y reacciones en el ámbito político y social.
“Obligar a un niño a asistir al colegio no garantiza que reciba educación de calidad. El sistema está mandado a recoger; metemos a 40 o 50 niños en un salón con un profesor sin garantías, donde se les prepara para la explotación laboral futura, no para la vida”, aseguró Boreal.
La congresista del Pacto Histórico explicó que sus comentarios surgieron en el contexto de un debate sobre un proyecto de ley que busca sancionar a padres y tutores por las ausencias escolares de los menores. Gómez argumentó que el sistema educativo debería basarse en el interés por el conocimiento y no en la obligación. Sin embargo, sus declaraciones fueron interpretadas por algunos como un ataque al sistema educativo actual, al que calificó de ineficaz y hostil para muchos niños.
Además de sus comentarios sobre la educación, Gómez ha estado en el centro de otras polémicas. La Procuraduría abrió una investigación en su contra y contra su pareja, Christian Guzmán, por presuntos casos de maltrato laboral en su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL). Guzmán, que forma parte de su equipo con un salario superior a los 9 millones de pesos, también ha sido objeto de escrutinio.
Otra controversia que rodea a Gómez es su abierta confesión sobre el consumo de cannabis. La congresista ha declarado públicamente que es consumidora habitual de marihuana, lo que ha generado cuestionamientos sobre si ha asistido a sesiones del Congreso bajo los efectos de la sustancia. Esta revelación ha sido criticada, especialmente porque una resolución de la Dirección Administrativa del Senado prohíbe el consumo de sustancias psicoactivas en lugares de trabajo.
Las declaraciones y acciones de Gómez han sido objeto de críticas por parte de varios congresistas, quienes cuestionan su efectividad como parlamentaria. A pesar de las controversias, Gómez defiende su postura y acusa a los medios de tergiversar sus palabras para generar titulares sensacionalistas.