Madre del niño asesinado en Malambo afirmó que su expareja, un suboficial retirado del Ejército que se autodenomina pastor, cometió el crimen “para que me doliera más”

Como Fabián Quintero Ramírez fue identificado el suboficial del Ejército en retiro que accionó el arma de fuego que acabó con la vida de Jan Alexander Rocha Fuentes, un niño de 10 años, en hechos que se registraron en el barrio Paraíso del municipio de Malambo, Atlántico.

Según lo que han indicado las autoridades, y sumado al testimonio de la expareja sentimental del militar, Liney Fuentes Cabrera (madre del menor), este acto ha sido calificado como una vengaza en contra de la mujer. El caso se presentó la mañana del martes 26 de noviembre de 2024.

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El crimen del niño ocurrió en medio de un incidente que, en un principio, las autoridades clasificaron como un acto de intolerancia. Según revelaron voces de la zona a medios locales, el hombre llegó a la vivienda y, al no encontrar a Fuentes Cabrera, habría reaccionado en medio de un aparente ataque de ira y un cruce de palabras con la abuela de Jan Alexander, Leski Isabel Cabrera Mármol, su exsuegra de 59 años, y accionó el revólver en tres ocasiones.

Según lo informado en su momento por El Heraldo, el hombre le propinó dos disparos al niño, en el cuello y la cabeza, ya que este se habría interpuesto para evitar que su nana fuera asesinada. Ambos quedaron heridos, y tras ser trasladados a la clínica Campbell, luego fueron remitidos a Barranquilla, y horas después los médicos confirmaron la muerte de Rocha Fuentes. En tanto, la abuela del niño ya se encuentra estable y recuperándose en el centro asistencial.

En conversación con el mismo medio local, Liney Fuentes Cabrera reveló varios detalles inéditos que serán cruciales en el proceso judicial. El mismo día del crimen, se logró la detención de Fabián Quintero Ramírez, quien intentó escapar por las calles del vecindario, pero no contó con la reacción oportuna de los vecinos ni con la llegada de agentes de la Policía Metropolitana de Barranquilla.

Adicional, y frente otros medios regionales, la expareja del suboficial retirado del Ejército Nacional resaltó que no se encontraba viviendo junto él, y dijo que fue el propio Quintero Ramírez el que tomó la decisión de ponerle fin a la relación. Según ella, la excusa bajo la cual se escudó en tomar dicha determinación era que se había vuelto cristiano.

Fuera de las instalaciones de Medicina Legal, ella explicó: “Él tomó la decisión de separarse de mí porque era “cristiano”; en dos meses ya se había vuelto pastor. No sé qué habrá hecho para conseguirlo, pero puso una iglesia en la casa. Me dijo que no íbamos a seguir, que la congregación tenía muchos problemas conmigo, porque yo no buscaba los caminos de Dios y él estaba pecando”.

Sumado a todo lo anterior, Fuente Cabrera complementó su relató al comentar que la “solución” que habría tomado su expareja fue que ella se “fuera de la casa y recibiera una mensualidad que le iba a enviar digitalmente para que tuviese con que sobrevivir mientras conseguía trabajo”.

Otro de los aspectos relevantes que Liney Fuentes Cabrera, expareja sentimental del exmilitar que asesinó a su hijo de diez años, es que habría recibido amenazas en contra de su vida por parte de Fabián Quintero Ramírez.

“Me mandó unos audios amenazándome y unos mensajes extensos en los que me insultaba. Reiteraba que si lo estaba retando (...) Lo único que le respondí es que ya yo no vivía con él. Tomó la decisión de separarse de mí. Algo que tomó como un reto y me mencionó que me iba a matar, a picar y que me iba a entregar en una bolsa negra”, aseveró la mujer como parte del testimonio que brindó, con la esperanza puesta en que se hará justicia ante semejante acto que le arrebató para siempre a su hijo.

El posible detonante de esta situación, y por la que las autoridades (Policía Metropolitana de Barranquilla —Mebar—) manejan de forma preliminar que todo se habría originado por una presunta intención del hombre de volver junto a su expareja, cuenta Fuentes Cabrera, fue a raíz de un cumpleaños que se celebró en una vivienda ubicada por el mismo vecindario del barrio Paraíso, en Malambo.

Allí, la mamá de Jan Alexander Rocha Fuentes acudió en compañía de su primo y estuvo hasta las 10:30 p. m.. Esto hizo que recibiera los mensajes en su celular de parte de Quintero Ramírez.

Para cerrar, la madre del niño indicó que ya “se había acercado hasta la Fiscalía para poner la denuncia, donde solo le mencionaron que si llegaba a tener problemas que llamara a la Policía”.

Es por eso que espera que en esta oportunidad el proceso finalice con la reclusión de forma definitiva tras las rejas de su expareja sentimental y también exmilitar y pastor. “Yo quiero que se haga justicia, que la noticia se sepa en toda Colombia. Me duele mucho, mi hijo no tenía la culpa de nada. En realidad, él me iba a matar a mí, pero lo hizo con mi hijo para que me doliera más”, concluyó Fuentes Cabrera.