El asesinato del joven de 21 años Juan Felipe Rincón sigue generando incógnitas debido a que hay dos posibles responsables de su muerte: Andrés Camilo Sotelo, actualmente procesado por los hechos, y Sergio Felipe Rico, escolta de la víctima, que no ha sido vinculado formalmente a la investigación.
El crimen causó conmoción luego de que fueran revelados varios chats en los que se evidenciaría una conducta punible del joven asesinado: había conversado con menores de edad a través de redes sociales y les habría pedido fotografías de sus partes íntimas. La madre de una de las niñas, identificada como Katherine Sotelo, se enteró de lo que estaba sucediendo y fraguó un plan con su familia para confrontar a Rincón.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
La cita se pactó con engaños, en el barrio Quiroga, en Bogotá. Allí, fue abordado por dos hombres que lo atacaron y, posteriormente, recibió impactos de bala que causaron su muerte, según se estableció en su necropsia.
De acuerdo con el fiscal del caso, Hernando Rozo Zamudio, el hecho de que la familia haya planeado un encuentro con el joven, mediante engaños, sería un indicio de que el homicidio fue premeditado.
“Porque una persona esté cometiendo este tipo de actos, en manera alguna debe permitirnos avalar, aprobar o considerar que el habérsele atacado y generado su muerte es válido. Y en ese sentido, considero grave el simple hecho de haberse, en caso tal, si así se va a determinar, haberse tomado justicia por mano propia, llevar en esas horas de la mañana al occiso a ese sector de Bogotá para atacarlo de la manera en que se sustenta médicamente”, indicó el funcionario en la audiencia del 27 de noviembre.
Sin embargo, la madre de la menor de ocho años, que estuvo conversando con Juan Felipe Rincón, aseguró que la intención que tenían con la reunión era desenmascararlo, averiguar si más niñas estarían siendo víctimas de él y presentarlo ante las autoridades. En ningún momento quisieron asesinar al joven, según precisó.
“No queríamos matar a un muchacho, a nadie se le va a desear la muerte, yo quería hablar con él, tal vez cachetearlo, porque eso no se hace, pero jamás íbamos a saber que él iba a llegar con un policía, que no estaba en sus cinco sentidos, que estaba drogado, y que iba a empezar a disparar”, aclaró la mujer, en conversación con W Radio.
¿Quién disparó el arma? La incógnita que sigue sin resolverse
A pesar de que la familia de la menor engañó al joven para pactar un punto de encuentro y confrontarlo, la defensa de Andrés Camilo Sotelo indicó en la audiencia que hay testigos que afirman haber visto disparar al escolta de la víctima. De hecho, así quedó registrado en la llamada que hizo la comunidad a las autoridades.
“Siendo las 11:35 horas, con informe de la central de radio, que en el Colegio Clemencia Caicedo habían escuchado varias detonaciones con arma de fuego por parte de un sujeto que viste camisa blanca. Se llega al lugar y se visualiza al ciudadano con las mismas características con un arma de fuego en la mano y manifestando ser parte de la Policía”, indica el informe citado por el abogado Saúl León.
Sin embargo, cuando las autoridades hicieron presencia en el lugar, el escolta Sergio Felipe Rico les señaló a un ciudadano que vestía una “chaqueta azul” (Andrés Camilo Sotelo) y aseguró que había disparado en contra de su protegido.
Por otro lado, la Fiscalía negó que en la necropsia se encontraran proyectiles atribuibles al arma que entonces portaba el funcionario de la Policía Nacional, que estaba encargado de la protección del joven asesinado.
En todo caso, la Fiscalía solicitó que Sotelo sea cobijado con medida de aseguramiento en centro carcelario.