Desmantelan millonario esquema de robo de agua en Bogotá: fraude de $2.000 millones afectaba a miles de residentes

Durante el operativo se encontraron tres tanques de almacenamiento con capacidad de 150 metros cúbicos cada uno y dos carrotanques

El robo constante generaba alteraciones en la presión del agua, causando problemas de abastecimiento en el barrio Montevideo - crédito Empresa de Acueducto

Un elaborado esquema de robo de agua fue desmantelado en el barrio Montevideo de Bogotá, tras una investigación que dejó al descubierto cómo una empresa defraudó durante años a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (Eaab). El caso, que implica el robo de 240.000 metros cúbicos de agua con un valor estimado de 2.000 millones de pesos, destaca el impacto de actividades ilegales en los servicios públicos y la comunidad.

La operación comenzó gracias al testimonio de una ciudadana que reportó movimientos sospechosos en el establecimiento. Las autoridades iniciaron seguimientos y realizaron inspecciones detalladas durante varios meses, lo que permitió identificar una red de infraestructura clandestina diseñada para sustraer agua directamente de la red principal del sistema de acueducto.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.

Un elaborado esquema de robo de agua fue desmantelado en el barrio Montevideo de Bogotá - crédito Policía Nacional

Entre los hallazgos más impactantes se encontraba una electrobomba sofisticada equipada con un sistema de insonorización que dificultaba su detección. La bomba, conectada a una tubería de PVC de dos pulgadas, extraía agua a gran escala sin ser notada, interrumpiendo el suministro regular en el sector y afectando a decenas de residentes.

El robo constante generaba alteraciones en la presión del agua, causando problemas de abastecimiento en el barrio Montevideo. Los residentes, desconcertados por las constantes interrupciones, desconocían que detrás de estas fallas estaba una conexión ilegal que desviaba el preciado recurso hacia una operación fraudulenta.

Durante el operativo, liderado por la Eaab con el apoyo de la Alcaldía Local y la Policía Nacional, se encontraron tres tanques de almacenamiento con capacidad de 150 metros cúbicos cada uno y dos carrotanques, uno de los cuales estaba lleno con agua robada. Este vehículo fue incautado como parte de la evidencia.

Un empleado de la empresa implicada fue capturado en flagrancia y puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación. Está acusado del delito de defraudación de fluidos, el cual contempla penas de prisión que van desde 16 hasta 72 meses y multas que pueden alcanzar los 150 salarios mínimos legales mensuales vigentes.

La operación comenzó gracias al testimonio de una ciudadana que reportó movimientos sospechosos en el establecimiento - crédito Acueducto de Bogotá

Las autoridades y la Eaab reiteraron su compromiso con el fortalecimiento de los controles para evitar este tipo de fraudes. Este caso no solo representa una pérdida económica significativa para la ciudad, también afecta directamente la calidad de vida de los ciudadanos al interrumpir un servicio esencial.

Finalmente, las autoridades destacaron la importancia de la denuncia ciudadana en la identificación de este tipo de delitos. “La colaboración de los residentes es fundamental para detectar irregularidades que afectan a toda la comunidad. Instamos a seguir reportando cualquier actividad sospechosa para garantizar que los servicios públicos sean distribuidos de manera equitativa y sin interrupciones”, declaró un vocero de la Eaab.

Los problemas de los robos

El robo de agua es una problemática que genera profundas implicaciones tanto económicas como sociales, afectando a diversos sectores de la población y los sistemas públicos. En términos económicos, estas prácticas fraudulentas representan pérdidas millonarias para las empresas de acueducto, que invierten grandes sumas en la captación, tratamiento y distribución del recurso. Estas pérdidas impactan directamente en el presupuesto destinado al mantenimiento y expansión de la infraestructura hídrica, afectando la capacidad de los operadores para garantizar un servicio eficiente y sostenible.

Además, los costos asociados al robo de agua suelen trasladarse a los usuarios legales, quienes enfrentan aumentos tarifarios o disminución en la calidad del servicio debido a la reducción en la disponibilidad del recurso. Esta situación agrava las inequidades sociales, afectando especialmente a las comunidades de menores ingresos, que ya enfrentan desafíos significativos en el acceso a servicios básicos.

El robo de agua es una problemática que genera profundas implicaciones tanto económicas como sociales, afectando a diversos sectores de la población y los sistemas públicos - crédito Colprensa

En el ámbito social, el robo de agua pone en riesgo la estabilidad del suministro en las zonas afectadas. La disminución en la presión y las constantes interrupciones generan descontento entre los habitantes, quienes dependen del agua para sus actividades cotidianas. Asimismo, la percepción de impunidad frente a estos delitos puede minar la confianza en las instituciones encargadas de regular y administrar los servicios públicos.

Por último, estas prácticas suelen estar vinculadas a redes ilegales más amplias, lo que incrementa la inseguridad y la informalidad en las comunidades. Combatir el robo de agua no solo es una necesidad económica, también una prioridad para garantizar la justicia social y el desarrollo sostenible.