El Gobierno nacional y una facción de la Segunda Marquetalia, una de las disidencias más prominentes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), liderada por Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, anunció la reanudación, a título personal, de los diálogos de paz. Lo anterior, luego de la decisión del excabecilla del extinto grupo armado ilegal y excongresista, de no continuar con las tratativas con el Estado, tras la fractura que sufrió esta organización ilegal.
De acuerdo con José Vicente Lesmes, alias Walter Mendoza, la intención es que esta nueva etapa en los diálogos, en una mesa que se había instalado el 24 de junio de 2024 en Caracas (Venezuela), justamente con la presencia de Márquez, es que sea rigurosa, ágil y “muy seria”. Para lograr con ello las transformaciones sociales que se requieren en los territorios, como la estructura armada que está inmersa en la política de Paz Total, promovida por el presidente Gustavo Petro.
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Mendoza, que dirige ahora la llamada Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, fue enfático en su compromiso con el proceso negociador. “A ver, nosotros somos una organización política y, desde luego, si en este proceso de paz nos dan todas las garantías políticas, pues vamos a participar en política, porque esa es la razón de ser”, afirmó Mendoza en el diálogo que sostuvo con la prensa el martes 26 de noviembre, junto al jefe negociador del Gobierno, Armando Novoa.
Sobre este proceso, las partes acordaron una agenda temática que aborda cinco puntos clave: transformación territorial, seguridad para las comunidades, seguridad jurídica para los guerrilleros, participación política y medidas de garantía para el cumplimiento de lo pactado. Esta visión plantea un reinicio, si se antoja, prometedor, en un contexto de tensiones que estancaron el avance en las negociaciones, tras el primer ciclo que se celebró en territorio venezolano.
El rompimiento de la conexión con Márquez por parte de los Comandos de la Frontera y la Coordinadora Guerrillera del Pacífico se hizo evidente durante la semana del 18 de noviembre, cuando criticaron su falta de disposición para continuar con la mesa de diálogo. Frente a esta postura de que son una agrupación política, precisó que no es que quiera llegar a un cargo de elección popular, como sucedió con la antigua guerrilla, que se vio beneficiada por estos tratos.
“No es que yo vaya al Congreso o a una alcaldía, o a una gobernación, o mis compañeros. No. Tenemos que garantizar la participación política de todas las comunidades y sus liderazgos. Si alguien de los integrantes de la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano quiere participar y quiere ser candidato a un concejo o quiere ser candidato a una alcaldía o una gobernación, teniendo todas las garantías políticas, desde luego que se puede hacer”, remarcó Mendoza.
Por su parte, Novoa, aseguró que se buscará firmar un acuerdo de paz el próximo año con esta facción armada que cuenta con aproximadamente con unos 2.000″ combatientes. “Acordamos darle continuidad a los acuerdos que se habían logrado en Caracas. Tanto la delegación de la Coordinadora Nacional, Ejército Bolivariano y la delegación del Gobierno, coincidimos en una agenda temática de negociación, aspecto que para las delegaciones es de la mayor relevancia”, afirmó.
¿Qué viene en el proceso de paz entre el Gobierno y la Segunda Marquetalia?
Para socializar estos acuerdos, se prevé un evento con las comunidades este fin de semana en Puerto Asís, en el departamento de Putumayo, además de una reunión bilateral se llevará a cabo entre el 13 y 15 de diciembre en Pasto (Nariño). Ambas regiones del suroeste del país son áreas de principal operación para los rebeldes, por lo que se enfocarán los diálogos en estas zonas, sin la presencia por años de las fuerzas del Estado
El lanzamiento oficial de la nueva mesa de negociación se proyecta para enero de 2025, lo que pone en contexto un nuevo intento por resolver un conflicto armado que ha perdurado por más de seis décadas y ha dejado más de 9,5 millones de víctimas, según reportes oficiales. En este sentido, el presidente de la República, Gustavo Petro, que ha apostado sin éxito a estas tratativas, tiene como objetivo desarmar las hostilidades mediante el diálogo con estas estructuras.
Es válido precisar que la Segunda Marquetalia emergió en 2019, al reagrupar a los antiguos miembros de las Farc que habían tomado las armas tras el Acuerdo de Paz de 2016. Es más, alias Iván Márquez, uno de sus líderes, tuvo participación activa en las negociaciones de La Habana (Cuba) que culminaron en el pacto entre el Estado y dicha guerrilla, con lo que retornó a la vida civil como representante a la Cámara en 2018, antes de reingresar a la clandestinidad un año después.