La situación económica del Gobierno colombiano no es la mejor. Además de que se anunció un recorte de $28 billones para el Presupuesto General de la Nación (PGN) de 2024, ante el fracaso de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) en el recaudo de impuestos para este año, se suma la necesidad de sacar adelante una nueva ley de financiamiento o reforma tributaria para financiar el PGN de 2025, cuyo monto no fue aprobado por el Congreso de la República y tendrá que ser establecido por decreto por el presidente Gustavo Petro.
Dicha reforma, que será la segunda del actual mandatario, buscará recaudar $12 billones con modificaciones al impuesto de renta para personas naturales, así como el que tiene que ver con el carbono y el corporativo, que se ubica en 35% y es uno de los más altos a nivel mundial.
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Pese al poco ambiente que hay entre senadores y representantes a la Cámara para que surta trámite, el texto de la misma ya se radicó en el Congreso, pero hasta hoy no se sabía con exactitud cuándo empezaría a ser debatido de manera formal.
Al respecto, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dio claridad sobre la situación. Durante rueda de prensa en el XXI Congreso Nacional de la Infraestructura, el funcionario aseguró que ya hay cierto tipo de avance. Informó que hay ponentes y resoluciones para convocatoria a reuniones conjuntas y está el proceso de construcción de una ponencia.
“Esa construcción de la ponencia debe terminar el lunes próximo (2 de diciembre). Sí tenemos la ponencia identificada, el lunes se podrá convocar a sesiones conjuntas y seguir avanzando en los temas”, informó.
Varios acuerdos previos
De igual manera, Bonilla aclaró que en esas discusiones que hay sobre la ponencia ya se tienen varios acuerdos preliminares de temas sobre los cuales no hay ninguna discusión, así como hay temas sobre los que existen objeciones.
Avances en varios puntos
Al respecto, dio a entender que hay avances en varios puntos: “A todos nos Interesa reducir la tasa de renta corporativa. La discusión que existe allí es qué hacemos con el régimen simple: ¿Funcionó o no funcionó? ¿Lo dejamos? ¿No lo dejamos? ¿Y si no lo dejamos, si se puede mantener la tasa de impuesto a renta de 27% para todas las microempresas? Si lo dejamos, aquí la discusión es sobre si no podría existir la tasa del 27%, y el simple es una tasa sobre los ingresos brutos”.
Recordó que, para este último, hay dos formas de gravarlo y lo que demostró la Dian es que es más eficiente llevarlo a una tasa sobre las utilidades y no sobre los ingresos brutos, por lo que, entonces, hay una discusión sobre ese tema.
IVA juegos de suerte y azar
De igual forma, Bonilla profundizó en el impuesto que se quiere incluir y afecta de manera directa a los juegos de suerte y azar.
Para él resulta absolutamente ilógico que los juegos de suerte y hacer físicos estén gravados y las plataformas no. Frente a esto, precisó que las plataformas son las que mas han tenido evolución, ya que en los últimos años, pasaron de facturar $16 billones en 2022 a facturar $36 billones en 2023. Y este año, a agosto, $25 billones, lo que significa que puede terminar el año facturando $45 billones.
“Resulta absolutamente ilógico que no estén pagando impuestos cuando es un negocio real y total, en donde el impuesto lo pagan son los apostadores y las casas de apuesta solo pagan el impuesto de renta. Ellos están magnificando la idea de que se van a quebrar porque van a pagar el IVA, pero ellos no pagan IVA. La vieja figura que existe en Colombia es que los recaudadores del IVA son los que lo pagan, pero no, una cosa es el recaudador y otra es ser el que lo paga, que es el apostador”, aclaró.
Señaló que ya lo están pagando en las apuestas físicas y la discusión es qué pasa en la plataforma. Asimismo, cuestionó que sería bueno saber cuál es el lobby que están haciendo las casas de apuesta en el Congreso.