En Tame, una zona rural del departamento de Arauca, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) secuestró a un militar en servicio activo y a otro retirado. Según un comunicado del Frente de Guerra Oriental del ELN, durante acciones de patrullaje y control, capturaron al soldado profesional Iván Estiven Torrez Usuga, perteneciente al Batallón de Tolemaida, junto a su acompañante, un exmilitar identificado como Edwin Marcelo Mora Ochoa.
El grupo insurgente advirtió que responsabiliza a las Fuerzas Militares de cualquier consecuencia que pueda surgir en caso de un intento de rescate. Esta declaración subraya la tensión existente en la región, donde el ELN mantiene una presencia significativa y ha llevado a cabo diversas acciones contra las fuerzas del Estado.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
De acuerdo con un comunicado emitidito por el grupo armado, el 24 de noviembre “estos militares se encontraban realizando tareas de espionaje, en la vereda Tamacay del municipio de Tame, departamento de Arauca”, en el momento que fueron raptados. En la misiva, los guerrilleros pidieron a los familiares de los secuestrados “paciencia y tranquilidad”, asegurando que “en los próximos días se coordinará una misión humanitaria para su liberación”.
Es de mencionar que, el secuestro de estos dos hombres se suma a una serie de incidentes en la región de Arauca, un área que ha sido escenario de enfrentamientos entre grupos armados ilegales y las fuerzas gubernamentales. La situación de seguridad en esta zona ha sido motivo de preocupación tanto para las autoridades locales como para la población civil, que a menudo se ve atrapada en medio del conflicto.
El ELN, uno de los grupos guerrilleros más antiguos de Colombia, está involucrado en el conflicto armado que ha vivido el país durante décadas. A pesar de los intentos de negociación y los acuerdos de paz con otros grupos insurgentes, el ELN ha continuado con sus actividades armadas, lo que complica los esfuerzos por alcanzar una paz duradera en la región.
Este incidente pone de relieve la complejidad del conflicto colombiano, donde múltiples actores armados operan en diferentes partes del país, cada uno con sus propios intereses y agendas. La captura de los dos militares podría tener implicaciones significativas para las dinámicas de seguridad en Arauca y para las relaciones entre el Gobierno colombiano y el ELN.
Hasta el momento, ni las Fuerzas Militares de Colombia, ni ninguna otra entidad gubernamental se ha pronunciado al respecto, se espera que en las próximas horas, el grupo armado entregue información sobre las condiciones de liberación de los dos hombres raptados.
Oleada de violencia en Arauca
En este contexto, es preciso mencionar que la fecha del rapto del militar activo y el retirado, coincide con el ataque con explosivos perpetrado por el ELN contra la Base Militar de Pueblo Nuevo, situada en el corregimiento de Puerto Jordán, en el municipio de Arauquita, ubicada en el departamento de Arauca.
A pesar de la gravedad del ataque, se confirmó que no se reportaron uniformados heridos ni daños a la infraestructura. La ubicación estratégica de esta base, cerca de otras instalaciones militares, la convierte en un punto crítico en el conflicto armado que afecta a Arauca.
El reciente hostigamiento se asemeja a un incidente previo ocurrido en septiembre, cuando el Batallón de Puerto Jordán, cercano a la base de Pueblo Nuevo, fue atacado con una estrategia similar por una estructura del Frente de Guerra Oriental del ELN. Este ataque, que resultó en la muerte de tres soldados y dejó a 28 heridos, fue llevado a cabo con artefactos explosivos improvisados, conocidos como “tatucos” o cilindros.