Ese es el lugar de origen del bocadillo veleño y sus principales características, según el Ministerio de Agricultura

El bocadillo veleño, un dulce que combina guayaba, azúcar y hojas de plátano o bijao, ha sido certificado como un producto exclusivo de la región nororiental del país

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El bocadillo veleño se afianza como ícono gastronómico con la Denominación de Origen Colombiano - crédito Colprensa
El bocadillo veleño se afianza como ícono gastronómico con la Denominación de Origen Colombiano - crédito Colprensa

El bocadillo veleño es un producto artesanal y tradicional originario de la región de Vélez, en el departamento de Santander.

Este dulce, que ha sido reconocido con la Denominación de Origen Colombiano (DOC), ha recibido un certificado exclusivo otorgado por la Superintendencia de Industria y Comercio.

Este sello no solo garantiza su autenticidad, sino que también destaca la calidad del producto, distinguiéndolo como una especialidad única de esta región.

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El bocadillo veleño es un dulce rectangular hecho a base de guayaba, azúcar y envuelto en hojas secas de plátano o bijao, una planta típica de la zona.

Su sabor característico y su consistencia firme han convertido a este manjar en un ícono culinario de Santander y en un producto muy apreciado tanto a nivel nacional como internacional. La receta tradicional se basa en la combinación de guayaba blanca y roja, lo que le otorga un sabor único y una textura inconfundible.

El bocadillo veleño es un producto artesanal y tradicional originario de la región de Vélez, en el departamento de Santander - crédito Colprensa
El bocadillo veleño es un producto artesanal y tradicional originario de la región de Vélez, en el departamento de Santander - crédito Colprensa

Origen y características del bocadillo veleño

De acuerdo con el Ministerio de Agricultura, la producción del bocadillo veleño está vinculada estrechamente a las condiciones geográficas y climáticas de la región de Vélez, un área que comprende municipios de Santander y Boyacá, tales como Vélez, Puente Nacional, Barbosa, Guavatá y Moniquirá.

Estos territorios, conocidos por su producción de guayaba, son los principales proveedores de la fruta que se utiliza para la elaboración del dulce. Cada año, se producen alrededor de setenta mil toneladas de guayaba en esta zona, lo que contribuye a la fabricación del bocadillo veleño.

El proceso de elaboración del bocadillo es completamente artesanal y se realiza en pequeñas fábricas locales, que en su mayoría son de propiedad familiar. Después de seleccionar las mejores guayabas, las frutas se cuecen con azúcar hasta obtener una mezcla espesa y homogénea, que luego se corta en bloques rectangulares.

Estos bloques se envuelven cuidadosamente en hojas secas de plátano o de bijao, que son esenciales para conservar el sabor y la textura del producto. El uso de estas hojas, que también son autóctonas de la región, es una característica distintiva del bocadillo veleño, ya que proporciona al dulce un toque especial que lo diferencia de otros productos similares.

Las guayabas de Santander son reconocidas nacionalmente por el dulzor que aporta a los bocadillos - crédito Colprensa
Las guayabas de Santander son reconocidas nacionalmente por el dulzor que aporta a los bocadillos - crédito Colprensa

Impacto social y económico

La obtención de la Denominación de Origen Colombiano es un logro significativo para los productores de bocadillo veleño, ya que no solo garantiza la calidad del producto, sino que también protege a los consumidores de posibles imitaciones. La certificación, delegada por la Superintendencia de Industria y Comercio a la Federación de Empresarios de la Cadena Productiva del Bocadillo Veleño (Fedeveleños), permite que esta entidad regule el uso del sello y asegure que solo los productores de la región de Vélez, autorizados por dicha federación, comercialicen el bocadillo bajo este nombre.

La Denominación de Origen también impacta positivamente la economía local, ya que alrededor de 15 mil familias dependen directamente de la producción del bocadillo veleño. Desde los agricultores que cosechan la guayaba hasta los trabajadores de las fábricas, la cadena de valor de este producto involucra a miles de personas, contribuyendo al sustento de muchas familias en la región.

El sello de Denominación de Origen no solo protege el bocadillo veleño, sino que también fortalece la agroindustria de la guayaba en la región. Al reconocer la calidad de los productos derivados de esta fruta, se abre la puerta a nuevos mercados internacionales y se fomenta el desarrollo de técnicas de producción más eficientes y sostenibles. La certificación también sirve como una herramienta de marketing que permite posicionar al bocadillo veleño como un producto exclusivo, lo que lo convierte en un referente de la gastronomía colombiana.

En conclusión, la Denominación de Origen Colombiano otorgada al bocadillo veleño representa un paso importante para la preservación de las tradiciones culinarias de la región de Vélez y un reconocimiento a la calidad de este producto, que, con el respaldo de la federación, podrá seguir conquistando nuevos mercados, garantizando su autenticidad.

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