Bogotá enfrenta un desafío significativo en su gestión hídrica, con el objetivo de alcanzar una capacidad del 70% en sus embalses. En un esfuerzo por fortalecer la seguridad hídrica, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible anunció una inversión de 400 mil millones de pesos en el proyecto “Resiliencia hídrica paisaje Bogotá-Región”.
Esta iniciativa busca reducir el riesgo climático y mejorar la gestión del agua en la capital colombiana y sus alrededores, según informó la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, durante la COP29 en Bakú, Azerbaiyán.
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Desde abril de 2024, cuando comenzó el racionamiento de agua, Bogotá ha enfrentado dificultades en el suministro de agua potable. El sistema de embalses de Chingaza, que abastece al 70% de la población bogotana, alcanzó niveles históricamente bajos, con un registro del 14,9% de su capacidad. Sin embargo, las recientes lluvias han mejorado la situación, elevando los niveles de los embalses de Chuza y San Rafael a más del 50% de su capacidad, según la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR).
Respecto a este proyecto, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, expresó que “Se ha planteado que el racionamiento no ha funcionado, pero es esa medida la que nos permite hoy tener 18 millones de metros cúbicos de agua adicionales en Chingaza, que no tendríamos sin el racionamiento”, afirmó el mandatario.
El proyecto “Resiliencia hídrica paisaje Bogotá-Región” se centrará en la segunda fase del corredor Sumapaz-Chingaza-Guerrero, con el objetivo de restaurar áreas degradadas en los ecosistemas de alta montaña. Se espera que la inversión conserve cerca de 172.000 hectáreas, incluyendo cinco mil hectáreas de restauración de ecosistemas de alta montaña y páramos, y más de diez mil hectáreas en la conversión a sistemas productivos sostenibles.
El proyecto, que tendrá una duración de 25 años, también desarrollará estudios de viabilidad y evaluaciones ambientales, sociales y de género. Por eso, la ministra Muhamad destacó que esta iniciativa es crucial para garantizar la seguridad hídrica en el país, por lo que beneficia a más de 500 mil personas de comunidades vulnerables y 250 mil residentes urbanos en riesgo de inundaciones.
“Esta fase tiene como objetivo sostener la conservación de las áreas protegidas y también la restauración de 15.000 hectáreas adicionales enfocadas en la provisión de agua. Este es un esfuerzo de implementación conjunta entre entidades de orden nacional, la región, el Distrito Capital y los campesinos de la zona”, afirmó la ministra en su momento en la COP29.
La recuperación de los embalses es un paso positivo, pero las autoridades locales continúan implementando medidas para asegurar un suministro de agua sostenible a largo plazo. La alcaldía de Bogotá sigue trabajando para alcanzar el objetivo del 70% de capacidad en los embalses, un esfuerzo que se complementa con la inversión anunciada por el Ministerio de Ambiente.
“Venimos trabajando con el Fondo Verde del Clima para atender con soluciones basadas en naturaleza los problemas de las cuencas que abastecen de agua a Bogotá. Esto en el contexto de la crisis climática es muy importante, pues estos asuntos ya comienzan a preocupar en municipios de la región Andina y en varias regiones del país”, concluyó Tatiana Roa, viceministra de Ordenamiento Ambiental del Territorio, mencionada en el documento.
Cabe destacar que, la ministra destacó la importancia de implementar medidas que aseguren un suministro constante de agua potable y reduzcan los riesgos de inundaciones en la capital del país. Con este enfoque se busca abordar de manera integral las causas subyacentes de la vulnerabilidad de la ciudad ante el cambio climático que se presenta actualmente en el mundo y que también lo padece la capital colombiana.