Feministas radicales intentaron quemar el último cine porno de Bogotá

Un grupo de manifestantes radicales lanzaron elementos incendiarios en contra del Teatro Esmeralda Pussycat

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Feministas radicales intentaron quemar el cinema porno Teatro Esmeralda Pussycat en las protestas que llevaron a cabo el 25 de noviembre. (Crédito: Infobae / Alcaldía de Bogotá)
Feministas radicales intentaron quemar el cinema porno Teatro Esmeralda Pussycat en las protestas que llevaron a cabo el 25 de noviembre. (Crédito: Infobae / Alcaldía de Bogotá)

Durante la tarde del lunes 25 de noviembre, en la capital colombiana se vivió una jornada de protesta con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, donde si bien muchas mujeres expresaron de manera pacífica su descontento en contra de los feminicidios y la violencia en razón de género, algunos sectores radicales de las asistentes perpetraron hechos de vandalismo.

Ataques a las esculturas de Fernando Botero, en el parque El Renacimiento, rayones a buses de Transmilenio y el intento de quema del último cinema porno de Bogotá, el Teatro Esmeralda Pussycat que se ubica en el centro histórico de Bogotá.

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De acuerdo con videos e imágenes que se hicieron virales en redes sociales, encapuchadas llegaron al lugar que se ubica en la calle 23 con carrera Séptima e intentaron romper la puerta de acero, para luego hacerle rayones con aerosol y le lanzaran elementos incendiarios.

Sin embargo, dos de las manifestantes que se encontraban en el lugar resultaron lesionadas, al parecer, por el uso de los señalados artefactos, por lo que fue necesaria la intervención de las autoridades, ya que se temía que las llamas se extendieran al resto de establecimientos comerciales que se ubican en la misma cuadra, destacaron en la emisora RCN Radio.

El alcalde Mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, rechazó todas las acciones de vandalismo y aseguró que uno de esos hechos hubo personas afectadas.

“Criminales le lanzaron una bomba molotov a un vigilante, poniéndolo en grave peligro y también los equipos de gestores del Distrito tuvieron que sacar a una mujer con un bebé”, dijo en el balance de la jornada.

No es la primera vez que intentan quemar el cinema porno

(Crédito: @GobiernoBTA / X)

Hace tres años ocurrió una situación similar durante las marchas del Día Internacional de la Mujer del 8 de marzo, donde encapuchadas la emprendieron contra el cinema porno, el último de su tipo en la capital colombiana.

En esa ocasión, la entonces alcaldesa Mayor, Claudia López, condenó los actos de vandalismo que protagonizaron las mujeres que participaron de las manifestaciones.

“Esto no es protesta ni reivindicación ni feminismo. Inaceptable que un día dedicado a exaltar las luchas y logros de las mujeres en la historia sean aprovechados por un mínimo grupo de violentas que creen que protestar es destruir. Este no es el espíritu del #8M2021 (sic)”, publicó en su cuenta oficial de la red social X.

Mientras que desde la Secretaría de Gobierno publicaron videos de los ataques contra el Teatro Esmeralda e instaron a que ese tipo de expresiones se realizaran sin violencia.

“¡La protesta no puede involucrar violencia! Hacemos un llamado a la calma a todas las mujeres que hoy marchan por sus derechos y en defensa de sus causas. ¡Protejamos la vida! (sic)”, trinaron, en ese momento.

De acuerdo con un artículo que publicaron en esa ocasión en el portal web Pacifista, un grupo de feministas radicales reivindicaron la acción contra el teatro porque para ellas hay que abolir cualquier forma de explotación de las mujeres, como consideran que ocurre con la industria de la pornografía.

“Parte de nuestra agenda abolicionista como feministas radicales es precisamente abolir y acabar con estos sitios que son nido de explotación para mujeres y niñas”, expresaron desde uno de colectivos que apoyan este tipo de acciones, en el mencionado medio de comunicación.

También indicaron que dentro de las producciones de videos para adultos se insiste en la jerarquización de hombres sobre mujeres, donde imperan la satisfacción sexual de los varones.

“Las prácticas sexuales, los deseos, y los imaginarios colectivos se construyen a través de eso. La cosificación de la que somos objetos en la calle no es gratis: se sostiene en el consumo masivo de material así”, insistieron.

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