En 2016 un hecho sin precedentes marcó la historia de Colombia: líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc por sus siglas) y el Estado colombiano, entonces bajo la administración de Juan Manuel Santos, firmaron un acuerdo de paz que buscaba acabar con el conflicto armado entre estos dos bandos de la guerra en el país.
Muchos de los hombres armados que se encontraban en los montes y selvas de Colombia comenzaron a abandonar tierras en las que habían estado durante más de 10 años para retornar a una vida lejos del conflicto que dejó a más de 450.664 muertos entre 1985 y 2018, según la Comisión de la Verdad. Sin embargo, no todos cumplieron con el desarme, puesto que diferentes grupos no estuvieron de acuerdo con la implementación de la paz y optaron por seguir cometiendo ilícitos.
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Uno de los líderes de los mencionados grupos, que fueron llamados disidentes de las Farc, es Andrey Avendaño que, según un informe de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares por sus siglas), es uno de los militantes que ha amenazado con llevar la guerra a las ciudades. Este hombre, que estuvo preso hasta 2017, cuando se le dio un indulto, prefirió seguir en el bando de la guerrilla. Según comentó en su momento para Los Informantes, se sentía incómodo con el proceso de paz.
En la mañana del 25 de noviembre de 2024, ofreció una entrevista a Blu Radio, en la que afirmó que el Acuerdo de Paz en Colombia no se han completado, por lo que no se puede decir que el país haya tenido procesos de paz cumplidos en su totalidad. Según comentó, en la actualidad, tienen una oportunidad para “construir un acuerdo completo para que los beneficiados sean las comunidades”, dijo cuando se le cuestionó sobre la segunda oportunidad que se le estaba dando a las disidencias.
El medio citado le preguntó sobre su no aceptación del acuerdo de 2016, y aseveró que había cosas inconclusas que no permitían llevar a cabo el cumplimiento del proceso de paz, porque “no podemos dejar cosas a medias, porque sería una paz a medias, sería un proceso que no retoque el gran sentir de la mayoría y es lo que estamos buscando en este proceso, que sea incluyente, participativos”, dijo ante los micrófonos de la emisora citada.
También sostuvo que no era una oportunidad para ellos, sino para las comunidades: “No creemos que sea una oportunidad para nosotros, nosotros a fin de cuentas, desde nuestro espacio de lucha, hemos creado nuestras condiciones para la subsistencia en la vida guerrillera, pero acá se trata de generar alternativas que beneficien a los que se han visto afectados por la confrontación armada en los territorios”.
Sobre la lucha de los disidentes
Las actividades de las disidencias se han basado en reclutar menores para aumentar sus filas y combatir en el Meta, donde se están enfrentando a diario con las autoridades y otros grupos armados. Sobre este término, el líder subversivo indicó que “la gente del común, los clasistas, quienes no nos conocen” pueden pensar que los intereses de este grupo disidente se basa en acciones como el narcotráfico y el ataque a la población civil, además de la mencionada.
También aseguró que ellos buscan el cumplimiento de los acuerdos que se han firmado en la historia: “es un momento oportuno para que todos los sectores de la sociedad empiecen a pedir que se cumplan los acuerdos firmados (...) nosotros más que hacer un proceso es pedir que se cumplan acuerdos, y no precisamente el que se hizo con las Farc en 2016; los acuerdos con las comunidades campesinas; en los paros que las personas han hecho”.
Indicó, además, que no importaba que el acuerdo del 2016 fuera mencionado como el mejor del mundo, porque lo que en verdad se necesita es que hay que darle una buena implementación.