En un giro político trascendental para Uruguay, Yamandú Orsi, representante del Frente Amplio, se impuso en el balotaje presidencial celebrado el pasado domingo.
Con un respaldo de 1.196.798 votos, Orsi superó al oficialista Álvaro Delgado, quien obtuvo 1.101.296 sufragios, según datos oficiales de la Corte Electoral de Uruguay. Este triunfo marca el regreso de la izquierda al poder tras cinco años de gobierno de centroderecha y renueva las esperanzas de una transformación social en el país sudamericano.
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El resultado no solo devuelve al Frente Amplio al gobierno, partido que lideró el país durante tres períodos consecutivos hasta 2020, sino que también confirma la influencia del expresidente José ‘Pepe’ Mujica, quien, a sus 89 años y con un estado de salud delicado, jugó un papel clave en la campaña de Orsi.
“Tenía confianza en que Yamandú ganara. No con tanta diferencia, pero así fue. Las encuestas estaban bastante equivocadas, pero creo que es un cambio importante”, declaró Mujica en entrevista con la radio Sarandí, expresando su satisfacción por el desenlace.
La visión de Gustavo Petro y su conexión histórica con Uruguay
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se unió a las felicitaciones internacionales y destacó la trascendencia del triunfo de Orsi. En un mensaje difundido a través de su cuenta en X, Petro escribió: “Un gran abrazo a Yamandú, nuevo presidente del Uruguay. Ese triunfo refleja la voluntad de unidad y cambio del pueblo latinoamericano”.
El mandatario colombiano subrayó que esta victoria es una muestra del camino que América Latina está recorriendo hacia la unidad y la transformación progresista.
Petro también aprovechó la ocasión para recordar los lazos históricos entre movimientos revolucionarios de la región, como el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaro, al que perteneció Mujica, y el M-19 colombiano, del que Petro fue miembro antes de su transición a la política institucional.
Según el presidente colombiano, ambas organizaciones compartieron ideales de justicia y democracia, forjando una conexión que trasciende las fronteras nacionales.
“Existe una cadena entre el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaro y el M-19. El objetivo siempre fue una Latinoamérica libre y democrática”, afirmó.
Un mensaje de unidad desde América Latina
El triunfo de Orsi fue celebrado por diversos líderes regionales. Gabriel Boric, presidente de Chile, destacó en sus redes sociales que conversó con el mandatario electo uruguayo para “avanzar juntos, como países hermanos, en justicia y unidad”.
De igual manera, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su alegría por el retorno del Frente Amplio al poder, destacando la vocación democrática del pueblo uruguayo. Por su parte, el presidente venezolano Nicolás Maduro y el mandatario guatemalteco Bernardo Arévalo enviaron mensajes de felicitación, reafirmando el interés de fortalecer lazos bilaterales.
Incluso el presidente argentino Javier Milei, conocido por su posición contraria a la izquierda, reconoció la victoria de Orsi. A través de la Cancillería, Argentina expresó su intención de mantener y fortalecer la agenda compartida con Uruguay, demostrando la relevancia geopolítica de este cambio de mando.
Orsi, un profesor de historia oriundo de Canelones, asumirá la presidencia el 1 de marzo de 2025 junto a Carolina Cosse, su compañera de fórmula. La campaña del Frente Amplio se centró en propuestas de justicia social, desarrollo sostenible y unidad nacional, ejes que conectaron con un electorado que buscaba un cambio tras el gobierno de centroderecha liderado por Luis Lacalle Pou.
En su discurso de victoria, Orsi prometió ser “el presidente del crecimiento nacional”, asumiendo el reto de guiar a Uruguay hacia una nueva etapa de progreso y reconciliación. Su mandato enfrentará desafíos significativos, incluyendo la recuperación económica, la lucha contra las desigualdades sociales y la consolidación de una política medioambiental sostenible.
El regreso del Frente Amplio al poder simboliza, además, la continuidad de una tradición política que marcó a Uruguay con líderes emblemáticos como Tabaré Vázquez y el propio Mujica.
Este último, a pesar de su edad y estado de salud, se mostró emocionado al hablar de su legado y del futuro de la izquierda en el país. “Estoy tranquilo porque Yamandú continuará el trabajo que comenzamos”, afirmó Mujica.
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