Bogotá vive una realidad crítica en cuanto a la vida de sus cuerpos de agua. A inicio del 2024, la administración de Carlos Fernando Galán tuvo que adoptar medidas inmediatas para contrarrestar los efectos del fenómeno de El Niño que impactaron directamente en las fuentes hídricas que suministran del servicio a la ciudad.
Cuando se puso en marcha la medida de racionamiento de agua tanto en la capital como en los municipios donde opera la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (Eaab), el nivel de los embalses que componen el sistema Chingaza, es decir, Chuza y San Rafael, se encontraba en 16%91 de su capacidad. La meta que dispuso la administración fue lograr un 70% a concluir octubre y un 75% al finalizar el 2024, esto para contrarrestar los efectos del fenómeno de El Niño en 2025, sobre todo en los meses de sequía.
Sin embargo, tras superar seis meses de ejecución de racionamiento y más de 18 ciclos de suspensión temporal del suministro por zonas, la meta dispuesta no se logró. Para el 31 de octubre el nivel de los embalses, según el reporte de consumo diario del suministro emitido por la Eaab, era de 44,65% de su capacidad. Faltando aún 25,35% para lograr la meta del 70% antes de concluir el mes.
Para el domingo 24 de noviembre, más de 20 días después y con corte al sábado 23 de noviembre, el estado actual de los embalses del sistema Chingaza se encuentra en 53,26%. A partir de esa realidad, y la falta de respuesta por parte del Gobierno distrital para priorizar el cuidado del suministro y garantizar la vida del embalse para el 2025 y los años próximos, la senadora por el Pacto Histórico María José Pizarro convocó un debate de control político en la Comisión Primera del Senado, en el que se invitó al alcalde Carlos Fernando Galán para que entregue resultados y soluciones sobre el cuidado y trato de la seguridad hídrica de la ciudad.
“Esperamos y exigimos que asista el alcalde Carlos Fernando Galán, pues toda la ciudadanía está pendiente de soluciones de fondo, para que no tengamos que, en el futuro, lamentarnos nuevamente por no haber trabajado por la seguridad hídrica de la ciudad”, indicó la senadora.
En entrevista con Infobae Colombia, Pizarro precisó que el alcalde no está citado al Congreso de la República, sino invitado. Es por eso que la decisión de asistir o no está en él. Sin embargo, lo que espera tanto los senadores convocados al encuentro como Pizarro, es que Galán no aluda la cita, sino que todo lo contrario, asista y dé las explicaciones pertinentes sobre la realidad hídrica de la ciudad.
“Evidentemente, es un debate, pero ya que no le ha dado suficiente claridad, pues que aprovechemos esta cita para responderle a los bogotanos, y que los bogotanos puedan entender la dimensión del problema que hoy afronta la ciudad”.
Un modelo de ciudad heredado - una crisis que se puede controlar
Para la senadora el abastecimiento de agua no comenzó el 1 de enero de 2024, sino que se gestó durante la administración de Claudia López, que a pesar de las alertas sobre el fenómeno del El Niño y el descenso en los niveles de los embalses desde el 2021, la alcaldía no implementó medidas efectivas para mitigar el riesgo.
Durante el mandato de López, el consumo de agua alcanzó niveles históricos, superando incluso los registros de la administración anterior de Enrique Peñalosa. Además, durante la campaña de la exalcaldesa se prometió un contrato social y ambiental para el siglo XXL destinando 9,5 billones de pesos para transformar hábitos de vida y adaptar la ciudad al cambio climático. No obstante, solo se asignó un billón de pesos al medio ambiente, lo que representa apenas el 1% del presupuesto total. Según el informe de Bogotá Cómo Vamos, su administración solo cumplió una de las seis metas propuestas en este ámbito.
Pizarro precisó, que a pesar de las advertencias sobre el fenómeno de El Niño, ni en el Plan de Desarrollo ni en los informes públicos de la alcaldía se abordó el tema del posible desabastecimiento de agua. En el empalme con el alcalde, Carlos Fernando Galán, tampoco mencionó la problemática. La venta de agua en bloque y la urbanización de la Sabana durante el mandato de López aumentaron la presión sobre las fuentes hídricas clave.
Para Infobae Colombia, Pizarro mencionó que la visión del mandato de Galán en término prácticos, es la continuidad del mismo modelo de desarrollo de ciudad, el cual es un modelo no sostenible y de expansión desproporcionada que afecta a las zonas verdes y húmedas que aún persisten en Bogotá. Tal como es el caso de la reserva Thomas Van der Hammen con la expansión de la avenida Boyacá para la edificación del proyecto de la vía Suba-Cota, obras que es discutida a diario en el Concejo de Bogotá.
Explorando más al detalle la dimensión de la problemática del agua en la ciudad, en lo que compete a los embalses, y que será parte de la discusión en la Comisión Primera del Senado, Pizarro comentó que en febrero de 2024 la gerente del Acueducto de Bogotá, Natasha Avendaño, aseguró que la ciudad contaba con suministro suficiente para 250 días. Empero, un mes después, la cifra se redujo drásticamente a solo 54 días, lo que evidenció un desabastecimiento en el sistema. Esta situación se debe, en parte, a que las lluvias no se han comportado como se esperaba, afectando principalmente al sistema Chingaza, que no ha recibido las precipitaciones necesarias para llenar sus embalses.
Para Pizarro, la falta de previsión y la subestimación de los efectos del cambio climático han sido factores determinantes en esta crisis. A pesar de las advertencias sobre la disminución de las lluvias, las autoridades locales no tomaron medidas efectivas para mitigar el impacto. Además, las campañas de concienciación ciudadana han sido insuficientes, lo que ha contribuido a la falta de ahorro de agua por parte de la población.
“Las medidas de conciencia ciudadana y de pedagogía han sido absolutamente débiles porque no se ha generado una conciencia social, una conciencia ciudadana alrededor de la necesidad de ahorrar agua. No se ha tenido en consideración las propias alertas. Se creyó que con que nos bañáramos juntos solucionábamos el problema eh del agua en Bogotá”, sostuvo la senadora.
Durante una visita al embalse de Chingaza, la senadora constató que, aunque llovía en Bogotá, no se habían registrado precipitaciones en esa área específica. Lo que ha llevado a que el nivel del embalse de Chuza esté muy por debajo de lo esperado, incluso después de las recientes lluvias que solo han permitido incrementar su nivel en un 10%.
Pizarro alertó que la situación es crítica, ya que se espera que en enero la ciudad enfrente un nuevo periodo de sequía. Por lo que para la senadora las medidas actuales solo han pospuesto el problema, sin ofrecer una solución definitiva. Agregado que la falta de una estrategia efectiva para el manejo del agua podría tener consecuencias graves para la capital colombiana en el futuro cercano.
“Eso quiere decir que nosotros no estamos solucionando el problema del agua, sino que estamos aplazando el problema del agua. Entonces lo que se genera es que gobierno tras gobierno se está aplazando al problema. Se le dice a la gente que tranquilos. Y como la gente ve que llueve, la gente percibe que todos los días hay unos aguaceros impresionantes en la ciudad. Dice - muy bien, estamos saliendo del problema del agua. Lo cierto es que no”.
Para concluir este punto, según Pizarro, se necesitarían al menos tres años para que los embalses recuperen sus niveles óptimos. Esta situación se agrava ante la inminente llegada de fenómenos climáticos como El Niño y posibles sequías, lo que podría complicar aún más el suministro de agua.
La problemática actual, de acuerdo con la senadora, es un legado de las administraciones de Claudia López y Enrique Peñalosa, quienes también comparten responsabilidad en la situación. Sin embargo, las medidas implementadas por Carlos Fernando Galán han sido calificadas como insuficientes y erráticas. Pizarro sugiere que, en lugar de ignorar el problema, se deberían aprovechar las lluvias actuales para implementar un racionamiento y otras medidas que permitan la recuperación del sistema hídrico.
Y es que la falta de una estrategia efectiva para enfrentar la crisis del agua podría tener consecuencias a largo plazo, manteniendo la crisis en el tiempo. Pizarro enfatizó la necesidad de una gestión más proactiva y eficiente para asegurar el abastecimiento de agua en el futuro, especialmente ante los desafíos climáticos que se avecinan.
Qué debe hacer Bogotá para contrarrestar la situación y garantizar la vida del agua
Uno de los pilares del encuentro en la tarde del lunes 25 de noviembre es la de llegar a puntos de acuerdo que posibilite la protección del agua en la ciudad, de las fuentes hídricas y de las zonas verdes que posibilitan la conexión ambiental de los humedales, los cerros y el río de Bogotá.
La senadora le explicó a Infobae Colombia que el debate tiene dos objetivos, si bien el primero de estos es que el alcalde dé explicaciones a la ciudadanía sobre la gestión para la preservación del agua, también se enfocará en analizar con lupa las estrategias que se piensan para suministrar del líquido en los próximos años.
Para Pizarro la gestión del agua se ha convertido en un tema crucial debido a la destrucción del 98% de los humedales de la ciudad, Durante la entrevista, la senadora comentó que la situación ha contribuido a las inundaciones en el occidente y norte de la ciudad, ya que el agua no puede filtrarse adecuadamente, afectando también los acuíferos subterráneos. Pizarro enfatizó en la necesidad de un cambio cultural y de conciencia ciudadana para abordar estos problemas.
La propuesta de construir un nuevo embalse, conocido como Chingaza Dos, está generando controversia. Aunque se presenta como una solución para el suministro de agua en Bogotá, Pizarro advierte que podría desabastecer a la región de la Orinoquía y destruir parte del páramo de Chingaza, un ecosistema vital. La experiencia de Medellín, que construyó varios embalses sin resolver su problema de agua, se menciona como un ejemplo de lo que podría suceder si no se abordan las causas subyacentes.
Además, la falta de arborización y la pavimentación de los ríos y humedales en Bogotá son otros problemas destacados. Pizarro critica las políticas de anteriores administraciones, como la de Enrique Peñalosa, que priorizaron el cemento sobre la naturaleza, afectando la capacidad de la ciudad para gestionar el agua de lluvia y mantener sus acuíferos. La falta de un sistema sostenible de recolección de aguas pluviales y el uso de agua potable para actividades no esenciales, como lavar autos, agravan la situación.
“La ganadería en el páramo de Chingaza representa una amenaza para este ecosistema, ya que el pastoreo de ganado ha desplazado a la fauna nativa”. Pizarro subrayó la importancia de un ordenamiento territorial que priorice el agua y la sostenibilidad, en lugar de continuar con un desarrollo urbano que ignora estos recursos vitales.
En su entrevista con Infobae Colombia también mencionó la continuidad de políticas insostenibles bajo las administraciones de Claudia López y Carlos Fernando Galán, lo que podría profundizar los problemas ambientales de la ciudad. Por ende, la necesidad de un enfoque integral que incluya la reforestación y la protección de los humedales es urgente para garantizar un futuro sostenible para Bogotá.
“Cuando nosotros planteamos el ordenamiento territorial alrededor del agua implicaba que la ciudad se ordenara alrededor del agua y no de espaldas al agua. La decisión que tomó la ciudad fue la contraria no solamente avanzar en el ordenamiento territorial alrededor del agua, sino darle la espalda al agua”.
A partir de ello, la senadora destaca que la crisis climática está afectando de manera desproporcionada a los países del sur global, que sufren los efectos del cambio climático quince veces más que los países del norte, los mayores contaminadores.
Para combatir el problema, Pizarro subraya la importancia de una colaboración efectiva entre el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, y el Gobierno nacional para abordar estas dificultades. A pesar de la autonomía de la administración local, es esencial una articulación con el gobierno central para implementar políticas ambientales que aseguren el suministro de agua a la ciudad y la región circundante.
La situación del río Amazonas, que ha perdido el 80% de sus aguas, es un ejemplo alarmante de los efectos del cambio climático. Este fenómeno, junto con la deforestación en la Amazonía, amenaza con dejar a Bogotá y la sabana sin agua. La falta de lluvias en la región amazónica afecta directamente a la capital colombiana, que depende de los llamados “ríos voladores” para su abastecimiento hídrico.
Pizarro también criticó la gestión ambiental de administraciones anteriores, señalando que la ciudad se ha vuelto más gris debido a la falta de inversión en infraestructura verde. La arborización y la protección de los páramos y reservas ambientales, como la reserva Van der Hammen, son acciones urgentes que deben priorizarse para revertir esta tendencia.
La implementación de un sistema de recolección de aguas lluvias y la reducción de superficies de cemento para mejorar la filtración de agua son medidas necesarias para enfrentar la crisis. Asimismo, es crucial respetar las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre el acceso a áreas verdes, ya que actualmente los ciudadanos de Bogotá no cuentan con la cantidad mínima recomendada.
La falta de acción podría agravar las migraciones forzosas y la escasez de agua, problemas que ya están aumentando debido al cambio climático. Pizarro enfatizó que es hora de tomar decisiones valientes y efectivas para proteger el medio ambiente y garantizar un futuro sostenible para Bogotá y sus habitantes.
“No es ser catastrofista, es construir conciencia y es tomar las decisiones que tenemos que tomar hoy para poder garantizar una vida en el futuro”, fueron las palabras de cierre de la senadora, que a su vez, fueron partida para realzar la invitación al alcalde para que desde el senado, y entendiendo la autonomía del Gobierno distrital, se hable y se tomen las medidas pertinentes para garantizar el suministro y la vida del agua no solo para Bogotá y sus ciudadanos, sino para la conservación de las áreas verdes y del medio ambiente. La cita en la Comisión Primera será a las 3:00 p. m. y será transmitido desde el Canal del Congreso en la plataforma de YouTube.