Carlos Hernán Rodríguez, contralor general de la República, advierte sobre los retos financieros, energéticos y presupuestales que enfrenta Colombia.
En una entrevista exclusiva con El Tiempo, hizo un llamado a la formulación de una reforma tributaria estructural y destacó la necesidad de abordar con urgencia la crisis energética y la baja ejecución presupuestal.
En un análisis detallado sobre los desafíos fiscales de Colombia, el contralor general Carlos Hernán Rodríguez subrayó que la nación ha enfrentado diez reformas tributarias en las últimas dos décadas, una cada 1,7 años en promedio, con resultados que, en su opinión, no han resuelto los problemas estructurales del sistema tributario.
“(...) La formulación de una verdadera reforma tributaria estructural que permitiría disponer de un sistema tributario robusto y moderno que fortalezca el recaudo, permitiendo el financiamiento autónomo y adecuado del gasto público; con esto podríamos evitar reformas tributarias fiscalistas a corto plazo. Por otro lado, se necesitan fortalecer los procesos de ejecución del gasto del Estado de tal manera que los proyectos de inversión lleguen a su culminación y contribuyan, por sus efectos multiplicadores, a un mayor crecimiento de la economía, lo que afecta positivamente el recaudo en el mediano y largo plazo”, afirmó el abogado de profesión, especialista en derecho administrativo y magíster en derecho constitucional.
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Rodríguez criticó las medidas que describió como “fiscalistas”, argumentando que estas solo buscan aumentos temporales en el recaudo sin abordar de fondo las deficiencias del sistema tributario. Mencionó ejemplos como el impuesto del 4x1.000, que se introdujo como una medida temporal, pero que aún sigue implementada, y el IVA, que está en el 19%. Según él, estos impuestos reflejan un sistema tributario que necesita ser simplificado y modernizado.
En el ámbito energético, Rodríguez calificó la situación como “crítica”. Según el contralor, la autosuficiencia de petróleo y gas en Colombia podría agotarse en un horizonte de seis a siete años si no se toman medidas. Además, alertó sobre el riesgo de desabastecimiento de combustibles líquidos debido a la falta de infraestructura adecuada para el almacenamiento estratégico.
“Preocupa la pérdida de autosuficiencia en gas que nos llevará necesariamente a importarlo, con el consecuente incremento de los precios internos y una pérdida de soberanía energética, más un impacto económico negativo para el bolsillo de los colombianos. En cuanto a combustibles líquidos (gasolina, ACPM y Jet), la alerta se da en el sentido de que no se cuenta con infraestructura confiable de almacenamiento estratégico, esto puede efectivamente llevar a un desabastecimiento temporal en corto tiempo. Ya el país perdió o está muy cerca de perder su autosuficiencia en estos combustibles y no hay proyectos importantes de refinación a futuro, lo que nos obliga a depender cada vez más de producto importado que es más costoso”, advirtió Rodríguez.
También enfatizó que, aunque se han encontrado yacimientos de gas en el mar Atlántico, estos no estarán disponibles antes de cinco años, lo que obliga al país a incrementar las importaciones de gas, con los consecuentes costos adicionales.
La situación se agrava con la baja hidrología y los precios históricos en el mercado de energía, lo que, según Rodríguez, asegura un incremento en las tarifas de energía y gas para el próximo año.
“En el contexto actual de baja hidrología, con reservas en mínimos históricos durante los últimos tres meses y precios en bolsa superiores a $1.500 por kWh (kilovatio hora), se anticipa que el próximo año los costos de los generadores, y en consecuencia las tarifas a los usuarios, pueden incrementarse. (...) Se incrementarán dado que la demanda de energía, al igual que la de gas, crece por encima de su oferta”, aseguró el contralor.
Otro punto crítico señalado por Rodríguez fue la ejecución presupuestal, que hasta octubre de este año alcanzaba apenas el 62,9%, significativamente menor que el promedio de los últimos seis años (68,3%). Particularmente preocupante es el caso de la inversión pública, que registra una ejecución del 39,2%, muy por debajo del 54,4% del año pasado.
Sectores clave como agricultura, transporte y vivienda presentan niveles de ejecución alarmantemente bajos. Por ejemplo, el sector de transporte, con un presupuesto de inversión de 13,96 billones de pesos, solo ha ejecutado el 29,12%. En palabras de Rodríguez, esta situación “compromete la capacidad del país para cumplir con los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo y reactivar la economía”.
En cuanto al recaudo tributario, Rodríguez señaló una caída nominal del 9,4 % y real del 14,1 % en comparación con el año anterior. Este descenso pone de manifiesto la necesidad de simplificar el sistema tributario, que actualmente cuenta con aproximadamente 900 artículos, modificado más de 170 veces, y plagado de exenciones y beneficios que no siempre tienen un impacto claro.
El contralor insistió en la importancia de una planificación presupuestal rigurosa y la ejecución eficiente de los recursos asignados. Destacó que el sistema tributario debe ser más simple y transparente, lo que no solo facilitaría el recaudo, sino que también reduciría costos administrativos y fomentaría la equidad.
Finalmente, Rodríguez hizo un llamado al Gobierno para que priorice la inversión en el sector energético y tome medidas decisivas para garantizar la seguridad energética del país.