El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) emitió una alerta sanitaria debido a la detección de un lubricante íntimo falsificado que se comercializa en el país. Este producto, bajo la marca Blix, causa preocupación porque no cumple con los estándares de seguridad y eficacia establecidos por la entidad.
El lubricante en cuestión se vende con sabores como chocolate, sandía y maracuyá, características que no fueron registradas ante el Invima. Además, se promocionaba con propiedades no aprobadas, como efectos de calor, frío y propiedades anestésicas, lo que también contraviene las normativas vigentes.
Estas propiedades no figuran en el registro sanitario otorgado al producto, que es el 2023DM-0026435, número que garantiza que los dispositivos médicos o productos de este tipo son seguros para el uso de los consumidores.
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El instituto emitió una advertencia a los usuarios de este producto, instándolos a detener su uso de inmediato para prevenir posibles riesgos a la salud. Asimismo, la entidad recomienda a las personas que posean el producto ponerse en contacto con la Secretaría de Salud de su municipio o departamento, o directamente con el Invima para recibir orientación.
En caso de presentar reacciones adversas relacionadas con el uso del lubricante, el Invima solicita reportar los incidentes a través de su plataforma digital. Esta medida también aplica para los centros de salud que identifiquen pacientes afectados, quienes deben registrar los casos en el mismo enlace habilitado por la entidad.
Por otro lado, la entidad recuerda la importancia de verificar el registro sanitario de dispositivos médicos antes de adquirirlos, especialmente si se obtienen en lugares no convencionales o en redes sociales. Los usuarios pueden corroborar la autenticidad del producto ingresando a la base de datos oficial disponible en su sitio web.
El Invima también advirtió que la falta de registro y la inclusión de propiedades no autorizadas presentan un grave riesgo para la salud de quienes adquirieran este producto. Al no estar debidamente aprobado, el lubricante no fue sometido a los controles necesarios para verificar su seguridad, lo que generó preocupación sobre su comercialización sin los permisos requeridos.
Entre estos usos no contemplados se incluye su aplicación para fines anales, lo cual no está previsto en las especificaciones del registro sanitario. Además, el empaque del lubricante presenta inconsistencias en su etiquetado, ya que, en lugar de mostrar la cantidad del producto en gramos, como corresponde, se presenta en mililitros, lo que viola las normativas sobre el etiquetado de productos de este tipo.
El Invima advirtió que este tipo de irregularidades representan una amenaza para la seguridad de los consumidores. En un comunicado, la entidad aclaró que, “cualquier dispositivo médico que se comercialice sin cumplir con los requisitos técnicos y legales establecidos, o que sea fabricado o ensamblado total o parcialmente en Colombia sin contar con el registro sanitario o el permiso de comercialización correspondiente, es un dispositivo médico fraudulento”.
Tenga cuidado con los productos fraudulentos
Los productos fraudulentos sin registro sanitario del Invima representan un serio riesgo para la salud pública, ya que no cumplen con los controles de calidad, seguridad y eficacia exigidos por la autoridad sanitaria. Este tipo de productos, que incluyen medicamentos, suplementos dietarios, dispositivos médicos y productos cosméticos, pueden contener ingredientes dañinos o no cumplir con las dosis adecuadas, lo que podría provocar reacciones adversas graves, intoxicaciones e incluso la muerte.
El principal problema radica en la falta de supervisión durante su fabricación, almacenamiento y distribución. Muchos de estos productos se elaboran en condiciones insalubres, sin protocolos adecuados ni controles de calidad. Además, suelen ser comercializados en lugares no regulados, como mercados informales, tiendas en línea sin respaldo oficial o incluso a través de redes sociales. Estas vías dificultan la trazabilidad del producto y limitan las acciones de las autoridades para retirarlos del mercado.
Otro riesgo importante es el impacto en el tratamiento de enfermedades, ya que los medicamentos falsificados o fraudulentos pueden ser ineficaces. Esto no solo agrava el estado de salud de quienes los consumen, también puede generar resistencias a los tratamientos legítimos. En el caso de dispositivos médicos, como lubricantes o pruebas rápidas, el uso de productos no certificados puede resultar en diagnósticos erróneos o daños físicos.
El Invima insiste en la importancia de verificar el registro sanitario antes de adquirir cualquier producto, lo cual puede realizarse de manera sencilla a través de su portal oficial. La prevención es clave para evitar complicaciones.