El exalcalde de Bucaramanga Luis Francisco Bohórquez Pedraza reaccionó públicamente a la sentencia de 17 años y 11 meses de prisión que le impuso un juez por los delitos de peculado por apropiación e interés indebido en la celebración de contratos.
A través de su cuenta de X, el exmandatario defendió su inocencia y aseguró que continuará luchando para limpiar su nombre.
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En su publicación, Bohórquez calificó el fallo como injusto y afirmó que su actuación como alcalde siempre estuvo guiada por el interés de beneficiar a la ciudad. “El mundo está lleno de injusticias y este fallo no es la excepción, de la mano de Dios y ante jueces imparciales defenderé mi actuar porque soy inocente. Mi único interés como alcalde fue engrandecer a Bucaramanga”, escribió.
La defensa del exmandatario, liderada por el reconocido abogado Jaime Lombana, anunció que apelará la decisión ante el Tribunal Superior de Bucaramanga. Según el togado, el fallo será revisado minuciosamente, ya que considera que existen inconsistencias en las pruebas presentadas por la Fiscalía y en la valoración hecha por el juez.
El escándalo de corrupción ‘Manantial de Amor’
El proceso judicial que derivó en la condena de Bohórquez está relacionado con el conocido caso ‘Manantial de Amor’, un escándalo de corrupción que involucró contratos irregulares por más de $17.000 millones entre 2012 y 2015.
Durante la administración de Bohórquez, estos contratos habrían sido adjudicados a empresas vinculadas a una iglesia cristiana que compartía el nombre del caso y tenía conexiones con su exesposa, Teresa Pedraza, así como con otros familiares del exalcalde.
La Fiscalía argumentó que los contratos no cumplieron con los requisitos legales, configurando delitos como celebración indebida de contratos y peculado por apropiación. Según las investigaciones, los recursos públicos fueron desviados de manera fraudulenta, afectando las finanzas de la ciudad y la confianza ciudadana.
Por su parte, el juez del caso señaló que el proceder de Bohórquez y otros funcionarios fue “eminentemente doloso” y que las irregularidades en los contratos reflejan una intención clara de apropiarse de recursos públicos. “El sentido de fallo es condenatorio de responsabilidad penal [...] frente a los cinco contratos, dos del 2013, uno del 2014 y dos del 2015″, afirmó el juez durante la audiencia.
Junto a Bohórquez, también fueron condenados otros miembros de su administración, como Leonardo Luna Escalante, exasesor de la alcaldía; Gloria Azucena Durán Valderrama, exjefa de la Oficina de Alumbrado Público; y Clemente León Olaya, exsecretario de Infraestructura.
No es la primera vez que el exalcalde enfrenta acusaciones judiciales. En 2018, Bohórquez cumplió una pena de 17 meses de prisión por cargos similares. Tras su liberación, publicó el libro ‘Mi prisión mediática’, donde narró su experiencia como prisionero y denunció ser víctima de lo que considera una persecución política.
Bohórquez insiste en que el caso ‘Manantial de Amor’ ha sido utilizado para dañar su imagen y la de su familia. Aunque la sentencia marca un nuevo capítulo en su situación judicial, el exmandatario confía en que las instancias superiores revertirán la decisión, por lo que la apelación presentada por su defensa será crucial para definir el desenlace final de uno de los escándalos más polémicos de Bucaramanga en la última década.
Mientras tanto, el caso continúa siendo un recordatorio de la importancia de la transparencia en la gestión pública y refleja la relevancia de fortalecer los mecanismos de control sobre los procesos de contratación en las administraciones públicas. En este sentido, el sistema judicial ha enviado un mensaje contundente sobre la responsabilidad penal que recae sobre los funcionarios que utilizan los recursos del Estado de manera indebida.