En 2019, la Alcaldía de Bogotá, bajo la administración de Enrique Peñalosa, decidió vender los vehículos recolectores de basura adquiridos durante el mandato de Gustavo Petro. Esta decisión se tomó después de que un peritaje determinara que 145 de los camiones eran irreparables y debían ser vendidos como chatarra, mientras que 130 podían ser subastados.
La venta y desintegración de estos vehículos generó ingresos de 6.190 millones de pesos, apenas el 8% de los 78.000 millones de pesos invertidos inicialmente en su compra.
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El programa de recolección de basura, conocido como Basura Cero, fue implementado por Petro durante su gestión como alcalde de Bogotá entre 2012 y 2015. De acuerdo con Semana, este plan buscaba desprivatizar el servicio de aseo en la capital colombiana, lo que llevó a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá a adjudicar una licitación para adquirir 278 vehículos recolectores. Sin embargo, la falta de experiencia del Acueducto en el manejo de residuos sólidos resultó en la firma de un convenio con su filial, Aguas Bogotá, para operar dichos camiones.
La implementación del programa enfrentó los siguientes desafíos:
- En diciembre de 2012, solo llegaron 26 vehículos, los cuales presentaban problemas de oxidación. Ante la demora en la llegada del resto de los camiones, Gustavo Petro decretó una alerta amarilla que permitió el uso de volquetas abiertas para la recolección de basura, lo que derivó en una crisis sanitaria. Por eso, esta situación obligó a negociar con operadores privados para compartir la operación del servicio.
- En abril de 2013, comenzaron a llegar los camiones restantes, pero Aguas Bogotá solo pudo operar el 52% del servicio de aseo, utilizando 116 de los 278 vehículos comprados. Además, 39 camiones de la marca Daewoo nunca funcionaron, lo que complicó aún más la situación.
Debido a lo anterior y según el medio citado, las consecuencias de estos problemas no se hicieron esperar:
- En diciembre de 2013, el entonces procurador Alejandro Ordóñez destituyó e inhabilitó a Petro.
- En 2014, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) multó al Acueducto de Bogotá por violar la libre competencia.
- En 2017, la Contraloría de Bogotá determinó la responsabilidad fiscal de Petro por la compra de los camiones, aunque en mayo de 2024, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca anuló este fallo, eximiendo a Petro de pagar 22.000 millones de pesos.
Finalmente, el programa Basura Cero concluyó con la venta y chatarrización de los vehículos, lo que evidenció las dificultades y costos asociados a su implementación. La experiencia dejó lecciones sobre la importancia de la planificación y la gestión adecuada en proyectos de servicios públicos.
En julio de 2024, el exalcalde Enrique Peñalosa arremetió contra el presidente Gustavo Petro luego de que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca anulara un fallo de responsabilidad fiscal de la Contraloría General de la República contra el actual mandatario. Este fallo revocó una multa de 22.000 millones de pesos impuesta por el caso del programa Basura Cero, implementado durante su alcaldía en Bogotá (2012-2015).
En esa ocasión, Peñalosa calificó como “chambona” la gestión de Petro como alcalde, al intentar poner en marcha un modelo que, según él, fue improvisado y generó un detrimento patrimonial para las finanzas de la capital. Aseguró que los costos derivados de esa política tuvieron que ser asumidos al inicio de su administración en 2016.
Las declaraciones de Peñalosa fueron las siguientes: “Petro, usted sigue mintiendo. Que el Tribunal haya anulado un fallo de la Contraloría no significa que su estatización chambona de la recolección de basuras en Bogotá, que usted llama Basura Cero, no haya sido un fracaso desastroso y costoso para Bogotá”. Además, en su pronunciamiento, recordó una multa de 70.000 millones de pesos impuesta por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).