La situación del Icetex ha generado preocupación en el sector educativo del territorio colombiano, debido a los problemas financieros que enfrenta la entidad, según informó la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) mediante un comunicado.
La Cámara de Universidades de la Andi ha expresado su inquietud por el retraso en los giros previstos para 2024, que ascienden a aproximadamente 400.000 millones de pesos, y por el anuncio de un giro de solo 495.000 millones de pesos para 2025, cuando la entidad necesita cerca de 1,5 billones de pesos.
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El presidente de la Asociación Colombiana de Universidades (Ascún), Óscar Domínguez, señaló a El Espectador que este retraso en el pago de los créditos está generando problemas de liquidez en las instituciones de educación superior. Las universidades ya han realizado inversiones y pagos a docentes, pero aún no han recibido el dinero correspondiente a las matrículas, lo que agrava la situación financiera.
Para la Cámara de Universidades de la Andi, integrada, entre otras, por las universidades Javeriana, Icesi, Eafit, de los Andes, de Manizales, la U. Autónoma de Bucaramanga y la U. del Norte, la principal preocupación son los estudiantes.
“Existe una situación en la que estudiantes que esperan renovar créditos ya contraídos verán sus expectativas truncadas, ya que lo más probable es que no puedan continuar con sus estudios. En el caso de los nuevos créditos, se cerrarán oportunidades de estudio y de vida para miles de ellos”, señala el comunicado.
Actualmente, cerca de 200.000 estudiantes tienen créditos activos con el Icetex, y se estima que se requieren 432.000 millones de pesos para garantizar su continuidad académica. Por esta razón, la Cámara de Universidades de la Andi advierte que aún hay tiempo para evitar una crisis estudiantil que afectaría a jóvenes en condiciones vulnerables.
La entidad, por esa razón, hizo un llamado al Gobierno nacional y al Congreso de la República a buscar mecanismos que fortalezcan al Icetex, incluyendo nuevas fuentes de financiamiento tanto públicas como mediante alianzas público-privadas.
De acuerdo con el medio citado, en respuesta a las críticas, el ministro de Educación, Daniel Rojas, afirmó que su cartera ya solicitó los recursos necesarios al Ministerio de Hacienda. Sin embargo, reconoció que el presupuesto para 2025 está en riesgo, ya que el Congreso de la República no aprobó el presupuesto y el Gobierno tendrá que emitirlo por decreto. Rojas calificó de “descabellado” hablar del posible cierre de la entidad, como han sugerido algunos críticos.
“Cabe recordar que son precisamente los estudiantes en condiciones de mayor vulnerabilidad quienes recurren a las líneas de financiamiento subsidiadas del Icetex”, señala la Andi en el documento. “Consideramos de la mayor importancia que el gobierno cumpla con las promesas que le ha hecho a los estudiantes y a la juventud en general; que honre los compromisos que ha adquirido; y que garantice la libertad de elección de los estudiantes en cuanto a su futura formación”, agregó la entidad.
Hay que recordar, que de los 432.000 millones de pesos programados para recibir este año del Ministerio de Hacienda, solo se han transferido 30.000 millones de pesos, lo que ha encendido las alarmas sobre su capacidad para seguir ofreciendo créditos educativos.
El sector político también reaccionó
Personajes de la política, como el representante a la Cámara Alejandro Toro, del Pacto Histórico, confirmaron que radicarán un proyecto de reforma al Icetex a partir de diciembre de 2024. Este proyecto tiene como propósito transformar la entidad, eliminando su dependencia del endeudamiento como vía principal para financiar los estudios universitarios.
Esta iniciativa tiene como objetivo principal financiar la educación superior a través de becas y transferencias no reembolsables, dirigidas especialmente a estudiantes de bajos ingresos.
El rediseño del sistema de créditos es otro de los pilares de la propuesta. Se plantea que los créditos sean contingentes al ingreso, lo que significa que los beneficiarios pagarían un porcentaje de su salario solo si alcanzan un ingreso mínimo definido. Este modelo busca aliviar la carga económica de los jóvenes y asegurar la sostenibilidad del sistema.
Además, el proyecto incluye un programa para condonar deudas existentes, dirigido a estudiantes en situación de vulnerabilidad, priorizando a aquellos de los estratos 1, 2 y 3. Las deudas pendientes se convertirían en becas o apoyos no reembolsables, lo que podría beneficiar a miles de colombianos.
Finalmente, la situación del Icetex es un tema de gran relevancia para el sector educativo en Colombia, ya que afecta directamente a miles de estudiantes y a las instituciones de educación superior que dependen de estos recursos para su funcionamiento. La búsqueda de soluciones efectivas y sostenibles es crucial para evitar una crisis que podría tener consecuencias significativas en el acceso a la educación superior en el país.