Colombia, por su estratégica ubicación en pleno trópico, cerca a la línea ecuatorial, resulta ser una tierra de paraísos naturales, vegetación viva y espesa, biodiversidad vibrante y clima envidiable. Pero también de playas que obligan al turista a descansar y a divertirse.
Por eso, el país no deja de ofrecer grandes lugares que, en efecto, son muy apetecidos por viajeros tanto locales como internacionales.
Incluso, tener costas tanto en el Pacífico como en el Caribe es uno de los privilegios que no todos los países tienen, al menos en América del Sur.
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Así, las islas y ecosistemas selváticos que hay en el país pueden ser visitados, aunque con alternativas en sus rutas de acceso, debido a que no todos cuentan con carreteras que puedan conectar a estos destinos con otros puntos como escalas, o ciudades.
Hay, como mínimo, cinco destinos turísticos de gran calado en Colombia a los que no se puede llegar con un carro, debido a la necesidad de atravesar cuerpos de agua muy grandes, en los casos de las islas, o por la presencia de ecosistemas casi vírgenes en los que no hay infraestructura vial.
Cinco sitios turísticos de Colombia a los que no se llega por vía terrestre
Por razones totalmente evidentes, el primer destino colombiano que comparte esta característica es la isla de San Andrés, no solo porque es la isla más turística del Caribe, sino porque está ubicada a 775 kilómetros de la costa continental del país; se debe atravesar una buena porción del mar Caribe, al noroccidente del país.
Este popular destino turístico, conocido por su clima cálido y playas, solo es accesible por avión. El trayecto desde Bogotá hasta San Andrés dura aproximadamente dos horas, aunque el tiempo puede variar según el punto de partida del vuelo.
Otro destino es, en contraposición, Leticia, la capital del departamento del Amazonas. En el punto más al sur que tiene el país está este destino que es un favorito por la riqueza natural y cultural.
Sin embargo, al Amazonas la llegada es un poco dispendiosa porque presenta un desafío particular: no se puede acceder a ella por carretera. De hecho, la única manera de llegar a esta ciudad es por vía aérea o fluvial, debido a la falta de infraestructura vial en la región amazónica.
Este aislamiento terrestre se debe, en parte, a la proximidad del Parque Nacional Natural Amacayacu, una reserva natural intocable, lo que complica la construcción de carreteras.
Para llegar a Leticia, el punto accesible del departamento, se puede tomar un avión desde Bogotá, Medellín, Barranquilla o Cartagena. El vuelo es directo y aterriza en la ciudad amazónica.
Ahora, por tierra es otra historia y una aventura de, al menos, dos semanas, porque es necesario tomar un bus que llegue a Puerto Asís, Putumayo, que es el último punto de escala accesible con este método. Como recomienda Amazonas Go, un portal turístico, en Puerto Asís se “podrá tomar una embarcación y navegar 2500km hasta Leticia”. Es recorrido dura por lo menos 15 días, según el portal.
También está la isla Gorgona, situada a 25 kilómetros de la costa pacífica de Colombia, que es inaccesible por carretera. Perteneciente al departamento del Cauca, Gorgona es un atractivo para los amantes de la naturaleza, con sus bosques tropicales y arrecifes.
Los visitantes pueden llegar a la isla en lancha, un viaje que toma alrededor de cuatro horas, de acuerdo con la información de la concesión encargada de este Parque Natural Nacional.
Por su parte, la isla Múcura, parte del archipiélago de San Bernardo y perteneciente al Distrito de Cartagena de Indias, requiere un viaje en autobús hasta Tolú y luego un traslado en lancha para llegar. Esta isla ofrece no solo playas, sino también alojamientos con vistas al mar.
Finalmente, Nuquí, un municipio en la costa pacífica colombiana, se encuentra a 184 kilómetros de Quibdó. Los visitantes pueden llegar por avión desde ciudades como Quibdó, Medellín o Pereira, o bien optar por un viaje en lancha desde el puerto de Buenaventura. Nuquí es conocido por sus playas, bahías y sitios para el buceo y el surf, además de sus baños termales. Estos destinos, aunque inaccesibles por carretera, ofrecen experiencias únicas y son testimonio de la diversidad geográfica y cultural de Colombia.