Un mensaje anónimo dirigido al presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Orlando Velandia, encendió las alarmas dentro de la entidad.
Según el comunicado, José Leonardo Rojas Díaz, gerente de Seguridad y Medio Ambiente de la ANH, habría solicitado a contratistas la venta de boletas para un bingo, como condición para asegurar la continuidad de sus contratos en 2025, según un informe de Cambio. Esta situación generó preocupación y cuestionamientos sobre las prácticas dentro de la agencia.
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La ANH, que forma parte del Ministerio de Minas y es responsable de otorgar contratos de exploración y explotación petrolera en Colombia, se encuentra bajo el escrutinio público tras estas denuncias.
Rojas, que asumió su cargo en febrero de 2024, es un abogado con especialización en ciencias penales y cuenta con una trayectoria en el sector público, como exsecretario de gobierno de Cundinamarca y excandidato al Concejo de Bogotá por el partido Alianza Verde.
Las acusaciones no se limitan a la venta de boletas para el bingo. Según Cambio, Rojas también estaría favoreciendo a personas de su círculo cercano al otorgar contratos dentro de la ANH. Estas prácticas han generado inquietud sobre la transparencia y la ética en la gestión de la agencia, que debería operar bajo criterios técnicos y no políticos.
El comunicado anónimo, al que tuvo acceso Cambio, detalla que Rojas habría exigido a más de 25 contratistas la venta de al menos 20 boletas cada uno, con un valor de 300.000 pesos por boleta.
El objetivo sería recaudar fondos para un bingo destinado a cubrir gastos personales del directivo. Esta situación generó de inmediato un debate sobre el uso de la influencia y el poder dentro de las instituciones públicas.
La llegada de Rojas a la ANH, a pesar de no ser un experto en hidrocarburos, fue vista con escepticismo por algunos sectores, que consideran que su nombramiento responde más a intereses políticos que a criterios técnicos. Su historial en la política y las denuncias actuales han puesto en tela de juicio su gestión y la de la agencia en general.
La ANH, como entidad técnica, tiene la responsabilidad de manejar de manera transparente y eficiente los recursos y contratos relacionados con el sector petrolero en Colombia. Las denuncias actuales plantean serias preocupaciones sobre la integridad de estos procesos y la necesidad de una revisión exhaustiva de las prácticas internas.
José Leonardo Rojas negó corrupción tras acusaciones sobre venta de boletas en la ANH
Rojas admitió que el evento se llevará a cabo, pero aclaró que su participación se limita a brindar apoyo con recursos propios y que no es el organizador del mismo. Aseguró que su colaboración en causas comunitarias es una actividad personal que ha realizado durante 20 años, tanto en su ciudad natal, Girardot, como en Bogotá.
“Sí, apoyo, colaboro y presto mi concurso a muchas causas nobles y justas de la comunidad en diversas áreas desde hace 20 años, en mi ciudad natal Girardot y en los últimos años en Bogotá. Sin embargo, estos apoyos los hago de manera personal, como ser humano sensible ante las necesidades de la comunidad y jamás he vinculado en dichas causas a nadie distinto de mi familia”, dijo Rojas a Cambio.
A pesar de las declaraciones de Rojas, fuentes internas de la ANH le indicaron al medio citado que sí hubo personas a las que se les solicitó vender las boletas. El presidente de la entidad, Orlando Velandia, al recibir la denuncia, pidió explicaciones a Rojas y, tras escuchar sus argumentos, decidió no tomar más acciones al respecto.
Además de las acusaciones relacionadas con el bingo, se reveló que Rojas fue señalado de otorgar contratos de prestación de servicios a personas cercanas a él desde que asumió su cargo hace nueve meses. Entre los beneficiados se encuentra Fernanda Camacho, que mantiene una relación sentimental con el hijo de Rojas y fue contratada para prestar servicios profesionales en la vicepresidencia de Contratos de Hidrocarburos. Su salario es de seis millones de pesos. Otro caso es el de Eliana Acevedo, concuñada de Rojas, que también obtuvo un contrato en la ANH.
Rojas negó que estos casos constituyan nepotismo, argumentando que no es el ordenador del gasto de la ANH y que todos los contratos pasan por un proceso de supervisión. Sobre Camacho, aclaró que no es su nuera, sino la novia de su hijo, y respecto a Acevedo, indicó que es la exesposa de su cuñado, lo que, según él, no implica cercanía. Al ser consultado sobre si recomendó las hojas de vida de estas personas, Rojas no quiso responder.