En las horas de la mañana del 22 de noviembre de 2024, un juzgado especializado de Bogotá emitió sentencias contra Edwin Raúl Murcia Rodríguez y Kevin Sebastián Hernández Socha por su participación en los ataques al CAI del barrio La Aurora, en la localidad de Usme, durante las protestas del estallido social en mayo de 2021. El asalto a la estación fue el 4 de ese mes.
Ambos fueron condenados por los delitos de terrorismo agravado y violencia contra servidor público. Durante el juicio, se presentaron pruebas documentales y testimoniales que demostraron la responsabilidad de los acusados en los ataques contra quince policías que se encontraban refugiados en medio de las violentas movilizaciones en el CAI.
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Según lo que informaron las autoridades, los agentes de la institución fueron agredidos con piedras, palos y bombas incendiarias, conocidas como “molotov”, mientras se resguardaban en las instalaciones del CAI, ubicado al suroriente de la capital colombiana.
El juez quinto especializado de Bogotá determinó que, aunque no se pudo demostrar más allá de toda duda razonable la participación de los acusados en los delitos de daño en bien ajeno agravado y empleo o lanzamiento de sustancias u objetos peligrosos, sí se estableció su responsabilidad en los ataques directos a los policías. Por este motivo, fueron absueltos de los cargos de daño en bien ajeno agravado, como informó Semana.
“(...) El juzgado de emitirá sentencia de condena contra Kevin Sebastián Hernández Socha y Edwin Raúl Murcia Rodríguez únicamente por los delitos de terrorismo agravado y violencia contra servidor público, que tratan los artículos 343, 344 y 429 del Código Penal, respectivamente. Adicionalmente se emitirá sentencia de condena en contra de Edwin Raúl Murcia Rodríguez por el delito de tenencia, fabricación y tráfico de sustancias y objetos peligrosos, artículo 358. (...) Se preferirá sentencia absolutoria a favor de Hernández Socha y Murcia Rodríguez por los delitos de daño en bien ajeno, agravado y empleo lanzamiento de sustancias u objetos peligrosos, establecido los artículos 265, 267 no y 359 el Código Penal”.
Los testimonios de los policías fueron cruciales en todo el proceso y en el juicio. Los agentes relataron cómo los manifestantes rompieron vidrios y arrojaron bombas incendiarias que destruyeron el lugar, además de quemar una motocicleta de la Policía.
Los policías también recordaron que fueron golpeados con diversos objetos y amenazados con ser quemados vivos si no abandonaban el CAI.
En 2021, la Fiscalía sostuvo que existían pruebas contundentes que vinculaban a estas personas con los hechos. De hecho, el fiscal delegado explicó, en ese momento, que los detenidos tenían como objetivo atentar contra la integridad de los policías, y querían impedir que estos cumplieran con su función de garantizar la seguridad y la convivencia pacífica en la comunidad.
En particular, se señaló que Raúl Murcia Rodríguez era quien encendía las bombas incendiarias y se las entregaba a Kevin Sebastián Hernández Socha para que las lanzara contra la infraestructura del CAI.
Incluso, se conoció en otra audiencia del 2022 un testimonio de los uniformados, que escuchó que los jóvenes decían “Matemos a esos cerdos, hp. Tienen que salir, o los quemamos adentro”.
Además, Murcia Rodríguez también habría participado en actos de agresión física, lanzando bombas molotov y objetos contundentes de manera personal.
Se rieron en la audiencia
Ahora, el fallo, citado por el medio, también dejó consignado el cuestionable comportamiento de los acusados durante el juicio, que se rieron mientras uno de los policías rompía en llanto al recordar los eventos de esa noche.
A pesar de la gravedad de los hechos, los acusados se encuentran actualmente en libertad, aunque el juzgado podría ordenar su captura inmediata para evitar afectaciones a la administración de justicia.
La defensa de los acusados argumentó que era imposible identificar a los atacantes del CAI, y puso en duda las declaraciones de los policías.
Sin embargo, el juez rechazó estos argumentos y reprochó que los acusados se presentaran en una audiencia clave con el mismo corte de pelo y ropa similar, aparentemente para dificultar su identificación.