La ansiedad son pensamientos difíciles de controlar, que pueden empeorar con el tiempo. Asimismo, tiene síntomas físicos como latidos cardíacos fuertes, dolores, falta de aire y molestias en el cuerpo.
Sin embargo, muchas personas no saben identificar cuándo están sufriendo un ataque de ansiedad. Por eso, Infobae Colombia entrevistó a la psicóloga María Paula Peña González.
La especialista en Psicología Clínica y magíster en Terapias Psicológicas de Tercera Generación, de la Universidad de Valencia, primero aclaró las diferencias entre un ataque de pánico y un ataque de ansiedad, dos fenómenos que, aunque similares, presentan características distintas.
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Según Peña González, un ataque de ansiedad se manifiesta con síntomas más leves y prolongados, mientras que un ataque de pánico es intenso y breve, a menudo llevando a las personas a buscar atención médica inmediata debido a la sensación de urgencia que provoca.
”Una ataque de ansiedad tiene una sintomatología un poco más suave alargada en el tiempo. Entonces puede sentirlo por un lapso de tiempo más largo, horas o días, a diferencia de un ataque de pánico que es algo momentáneo, pero muy intenso, entonces se siente casi como si te estuviese dando un infarto y se te acelera demasiado el corazón, que es tanta la urgencia que buscas ir a emergencias de inmediato. Usualmente llegan a estos espacios, se hacen todos los exámenes físicos del momento y sale todo bien, ahí es remitida la persona usualmente a psiquiatría o psicología”, explicó la también creadora de contenido, que cuenta con más de sesenta mil seguidores en Instagram.
La psicóloga que comparte temas de salud mental en plataformas como Youtube o Tiktok destacó la importancia de identificar las causas que provocan estos episodios.
Factores como el estrés laboral o problemas familiares pueden ser detonantes, y afirmó que es importante reflexionar sobre los hábitos y decisiones personales para abordar el problema de raíz. Es por eso que la profesional recomienda buscar ayuda médica si los ataques se repiten, ya que la salud mental es un aspecto que no siempre recibe la atención necesaria.
”Lo más importante acá es tener en cuenta si estoy viviendo una o la otra, es que hay de fondo para yo estar experimentando esto, sí, qué situaciones lleva mi cuerpo aguantando durante mucho tiempo que está sometido, el estrés, el trabajo o situaciones familiares o que que vengo yo experimentando y cuál es el fondo de esta sensación. Porque usualmente no viene de la nada. Entonces es un momento también para revaluar cómo estoy llevando mi vida, mis hábitos, mis decisiones, mis pensamientos”, añadió la empresaria, que lidera a más de 20 profesionales en el área que brindan apoyo a miles de personas en el mundo.
Qué hacer en caso de ataque de ansiedad:
Para manejar un ataque de ansiedad en el momento, Peña González sugirió técnicas que ayuden a centrar la atención en el presente. Estímulos sensoriales como el sabor ácido o picante, también el frío de un hielo en la espalda pueden ser efectivos para desviar la mente del caos interno. Además, la respiración controlada es fundamental en ambos tipos de ataques, ya que ayuda a regular la mente y el cuerpo
La psicóloga también destacó la importancia de no invalidar las emociones de quienes experimentan estos ataques. Frases como “cálmate” o “no es para tanto” pueden aumentar el malestar. En cambio, recomienda mantener la calma, hablar despacio y guiar a la persona afectada en ejercicios de respiración.
En cuanto a las herramientas accesibles para quienes no pueden acceder a servicios profesionales, Peña González menciona la abundancia de recursos gratuitos en plataformas como YouTube, donde se puede encontrar contenido educativo sobre la mente y las emociones. La meditación y la actividad física son hábitos que también contribuyen importantemente al bienestar mental.
Además, la profesional en psicología se lanzó como escritora y en su primer libro Mi socia la ansiedad se puede encontrar más recomendaciones al respecto. “En mi libro van a encontrar una guía para gestionar emociones para entender varios componentes internos que pueden ayudar y promover el bienestar emocional, como la creación de hábitos, entender cómo segregar sustancias de bienestar, cuáles son de pronto las que no nos hacen bien o que en exceso pueden ser muy dañinas, como el cortisol. También podrán encontrar herramientas para los vínculos, para poner límites, para saber cuáles son nuestros tipos de apego y cómo llevar una vida de la mejor forma”, añadió en diálogo con este medio.