En Andalucía, Valle del Cauca, un macabro hallazgo ha conmocionado a la comunidad. El jueves 21 de noviembre de 2024, las autoridades encontraron los restos desmembrados de una persona.
El hallazgo se dio luego de que la comunidad alertara a las autoridades por unos costales que estaban colgados de un puente. La escena generó sospechas y por eso los organismos acudieron para verificar.
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Al llegar al puente del sector conocido como la Estación, unidades de la Policía confirmaron que se trataba de un cuerpo desmembrado embalado en costales que fueron colgados en un puente, de acuerdo con información que reveló el medio de comunicación local El País.
La Policía del Valle del Cauca se pronunció respecto al tema unas horas después de que se encontrara el cuerpo desmembrado en Andalucía. De acuerdo con la autoridades, ya se iniciaron las respectivas investigaciones para esclarecer los hechos.
Aunque es muy temprano para establecer los móviles del crimen, la Policía señaló que “de acuerdo a investigaciones preliminares los hechos estarían orientados a confrontaciones entre grupos delincuenciales de la zona”.
Así mismo, a través de un comunicado indicaron que se destinó un grupo especial conformado por profesionales de distintas instituciones para adelantar las pesquisas.
“La Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación destinó un grupo especial de investigación criminal e inteligencia para que, con las capacidades técnicas y humanas, permita establecer los responsables materiales de este repudiable hecho”, añadieron en el documento emitido por la Policía del Valle del Cauca.
El descubrimiento de los restos ocurrió poco después de un ataque sicarial que dejó herido a un ciudadano identificado como Héctor Morales.
Además, hace apenas unos días, se reportó la masacre de tres personas en la vía que conecta Bugalagrande con Andalucía, lo que ha incrementado la preocupación entre los habitantes de la región. Ese caso estaría relacionado con un ajuste de cuentas, de acuerdo con las autoridades.
Las víctimas del triple homicidio, identificadas como José Jesús Aristizábal Peñaranda, Jesús Alejandro Bravo Polanía y Luis Alejandro Pérez Aguilar, eran miembros de la banda criminal denominada ‘la Inmaculada’, que opera en Tuluá, según los datos proporcionados por la Policía.
La comunidad, por su parte, se encuentra en estado de alerta ante la creciente ola de violencia que ha afectado la tranquilidad de la zona.
Este tipo de incidentes ha generado un clima de inseguridad en Andalucía, donde los residentes exigen mayor presencia de las fuerzas del orden y medidas efectivas para garantizar su seguridad. La situación ha captado la atención de los medios y de la opinión pública, que sigue de cerca el desarrollo de las investigaciones.
La violencia en el país registra cifras preocupantes
En Colombia, la violencia ha alcanzado niveles alarmantes, especialmente en el mes de octubre de 2024, cuando se registraron 43 víctimas de masacres, según un informe del Ministerio de Defensa. Este número supera significativamente las 27 víctimas reportadas en el mismo mes del año anterior, lo que ha generado una creciente preocupación en el país.
A lo largo del año 2024, de enero a octubre, se han contabilizado un total de 69 masacres en el territorio colombiano, resultando en 234 víctimas. Aunque estas cifras son preocupantes, representan una disminución del 13% en comparación con el mismo periodo de 2023, cuando se registraron 81 masacres y 270 víctimas, según el informe del Ministerio de Defensa.
Desde el inicio del gobierno del presidente Gustavo Petro, se han documentado 192 masacres con un saldo de 649 víctimas. Los departamentos más afectados por estos actos de violencia han sido Valle del Cauca, Cauca, Antioquia, Atlántico y Norte de Santander. Estos datos reflejan un panorama complejo de seguridad en el país.
El informe también destaca que la masacre más reciente ocurrió en el municipio de Bugalagrande, en el departamento de Valle del Cauca. Además, dos días antes, en Riohacha, La Guajira, se encontraron los cuerpos de cuatro personas en un área entre los corregimientos de Perico y El Ebanal. Estos eventos subrayan el desafío significativo que las masacres representan para las autoridades y la sociedad colombiana en general.