La Misión de Observación Electoral (MOE), en colaboración con la Universidad de los Andes y la Universidad de Upsala, dio a conocer cifras alarmantes sobre la violencia que enfrentaron los candidatos durante las elecciones regionales del 29 de octubre de 2023 en Colombia. La encuesta, hecha a 9.568 candidatos a diferentes cargos de elección popular, reveló que un 60% sufrió algún tipo de violencia, una dramática estadística que encendió las alarmas con miras a los procesos de 2026.
De acuerdo con la MOE, estas manifestaciones contra los aspirantes incluyeron atentados terroristas, ataques físicos, intimidaciones, amenazas, vandalización de propiedades y, no menos importante, acoso sexual. Asimismo, solo 1 de cada 3 candidatos se sintió mayormente seguro, según el informe de la entidad veedora de los ejercicios electorales del territorio nacional, lo que despertó una sensación de inseguridad entre los postulantes a los diferentes cargos públicos.
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El estudio también destacó que la mitad de los candidatos percibieron un grave nivel de inseguridad. Al menos, un 40,4% puntuó su percepción de inseguridad en un nivel superior a 6, en una escala del 0 al 10; en tanto que el 13,7% evaluó su inseguridad como máxima, al darle una puntuación de 10. En contraste, el 22,6% de los encuestados atribuyó su inseguridad a un nivel medio, entre 4 y 6, y un 36,5 % la situó por debajo de 4; estadísticas que son objeto de estudio por la misión.
“Esta percepción de inseguridad es ligeramente mayor entre quienes se postularon a cargos uninominales en comparación con los plurinominales”, se concluyó en el citado informe, como parte del trabajo de veeduría de las diferentes dinámicas en materia política que se desarrollan en el país.
Partidos políticos estarían detrás de la mayoría de actos violentos en las elecciones del 2023
Un aspecto que causó especial cuidado del análisis de la Misión de Observación Electoral fue la identificación de los responsables de estos actos violentos. Según los datos, el 61,6% de los candidatos culpó a miembros de otros partidos, mientras que un 43,9% señaló a votantes insatisfechos. Por su parte, al menos el 22% de los candidatos reconoció a lo que se denominan “agentes hostiles”; el 12,5% a guerrillas y un 9,1% al accionar de estructuras como las Autodefensas Gaitanistas (AGC).
Del mismo modo, algunos candidatos también denunciaron ataques provenientes de miembros de su propio partido, en un 14,8% de los casos; e, incluso, de medios de comunicación (12,5%) y, como si fuera poco, de familiares y amigos, en un 3,8%. El estudio reflejó un panorama menos violento que en las pasadas elecciones legislativas de 2022, en las que, según una investigación similar, el 83% de los candidatos reportaron haber sido víctimas de violencia.
No obstante, las cifras actuales de ataques físicos (16,9%), amenazas (19,9%), y daños a la propiedad (15,7%) continúan siendo preocupantes. Como parte de este informe, sobresale que un 4,5% de los candidatos reportó haber padecido acoso o abuso sexual; es decir, 431 casos del muestreo. Y en términos de propaganda electoral, la encuesta de la MOE reveló que un 42,1% de los candidatos vio sus materiales de campaña vandalizados; y de ellos, un 38,3% afrontó actos intimidatorios.
Mientras tanto, los comentarios ofensivos o agresivos estuvieron presentes en un 38,1% de los casos. Estos índices, de acuerdo con las conclusiones de la MOE, encaran un entorno electoral lleno de desafíos. Y es que, según el informe, es necesario que se tomen medidas para asegurar un ambiente electoral seguro, libre de violencia e intimidaciones; sobre todo con el fortalecimiento de la seguridad en las áreas más afectadas por la violencia electoral, u campañas de sensibilización.