La noche del 19 de noviembre de 2024 quedará marcada como una de las más grises en el camino de la selección Colombia hacia el mundial de 2026.
En un estadio Metropolitano lleno de esperanza, pero que terminó envuelto en decepción, el equipo dirigido por Néstor Lorenzo cayó 0-1 ante Ecuador, en un partido que dejó más preguntas que respuestas sobre el presente del equipo cafetero.
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El encuentro comenzó con el pie izquierdo para Colombia. Apenas al minuto 7, Énner Valencia, el experimentado delantero ecuatoriano, se abrió paso entre la defensa colombiana y anotó el único gol del partido. Su celebración silenció al estadio y rompió una racha histórica: Ecuador no ganaba en suelo colombiano desde hacía 59 años.
La anotación temprana marcó el rumbo del partido. Aunque los colombianos intentaron reaccionar, sus esfuerzos se diluyeron entre imprecisiones y falta de cohesión. Ni siquiera la expulsión de Piero Hincapié, defensa central de Ecuador, a los 39 minutos del primer tiempo, le dio a Colombia el impulso necesario para revertir el marcador.
Una hinchada frustrada y una imagen que se volvió viral
El pobre desempeño de la selección Colombia no solo se reflejó en el marcador, sino también en las tribunas. Mientras la hinchada esperaba una reacción del equipo, las cámaras de televisión captaron una escena que se volvió emblemática de la noche: una aficionada, aparentemente abrumada por el tedio y la falta de emociones, se quedó dormida en pleno partido.
Las imágenes de la hincha, con los ojos cerrados y sumida en un estado de somnolencia, no tardaron en viralizarse en redes sociales, convirtiéndose en un símbolo de la desconexión entre el equipo y sus seguidores.
“Es que ni las ganas de aplaudir nos dejaron”, comentó un hincha en X, reflejando el sentir colectivo de una afición que terminó la noche con más dudas que esperanzas.
Ella es Sandra, la protagonista del cameo que la sorprendió durmiendo en el estadio Metropolitano de Barranquilla mientras jugaba Colombia-Ecuador.
Tras la masiva difusión en redes sociales de la imagen, sus familiares decidieron abrirle una cuenta en TikTok con más registros fotográficos del partido de ayer, 19 de noviembre.
Un balance negro para noviembre
La derrota frente a Ecuador cerró una semana para el olvido. Cuatro días antes, Colombia había perdido 3-2 contra Uruguay en Montevideo, dejando escapar una oportunidad importante para consolidarse en los primeros lugares de la tabla de las Eliminatorias. Con estos resultados, el combinado nacional quedó estancado en 19 puntos, alejándose de las posiciones de privilegio y complicando su camino hacia la clasificación.
Las críticas no se hicieron esperar. El técnico Néstor Lorenzo ha sido señalado por su falta de variantes tácticas y la evidente desconexión entre las líneas del equipo. Jugadores como Luis Díaz y James Rodríguez, quienes cargan con el peso de la responsabilidad creativa, no lograron brillar en estas dos fechas, mientras que la defensa dejó más dudas que certezas.
Con dos derrotas consecutivas, el futuro inmediato de la Selección Colombia es un desafío monumental. El próximo compromiso será en marzo de 2025, cuando enfrenten a Brasil como visitantes y luego reciban a Paraguay en Barranquilla. Ambos encuentros serán claves para mantener viva la ilusión de clasificar al Mundial de 2026.
La tarea no será sencilla. Brasil, tradicionalmente uno de los rivales más fuertes del continente, representa un reto enorme, mientras que Paraguay, aunque en teoría más accesible, también llegará con sus propias aspiraciones de sumar puntos.
Pese al panorama sombrío, la esperanza no está completamente perdida. Colombia cuenta con una generación de jugadores talentosos que, si logran recuperar su mejor nivel, pueden revertir la situación. Luis Díaz, quien se ha consolidado como figura en el fútbol europeo, y James Rodríguez, aún clave en la creación de juego, son pilares fundamentales para el renacimiento del equipo.
Además, será crucial que Néstor Lorenzo ajuste su estrategia y encuentre una forma de sacar el máximo potencial de sus jugadores. La clasificación al Mundial de 2026 sigue siendo posible, pero requerirá una combinación de buen fútbol, cohesión grupal y un cambio en la mentalidad del equipo.