Día mundial de la televisión: las bandas sonoras inolvidables de las producciones colombianas

En Colombia muchas de las producciones no solo han sido éxitos por sus historias, personajes o actores, también lo han sido por sus bandas sonoras que han generado recordación entre los espectadores.

Por tal motivo, para conmemorar el día mundial de la televisión, Infobae Colombia recopiló algunos de los openings que se han emitido en la televisión colombiana y que han generado una gran recordación por las canciones que los acompañan.

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Estrenada en 1994, Café, con aroma de mujer, de Fernando Gaitán, no solo fue un fenómeno televisivo en Colombia, también conquistó audiencias en otros países.

La novela, protagonizada por Margarita Rosa de Francisco en el papel de Gaviota, fue elogiada tanto por su narrativa como por su música. La banda sonora, obra de Josefina Severino y Carmenza Gómez, capturó el espíritu de los cafetales colombianos a través de ritmos tradicionales como la ranchera, el bolero y el tango.

La canción principal, Gaviota, interpretada por la misma de Francisco, se convirtió en una pieza central de la producción. Aunque otras canciones marcaron momentos importantes en la novela, en países como Argentina se optó por Sin ti de Donato y Estéfano para su transmisión.

Las Juanas, de Bernardo Romero Pereiro, emitida en 1997, fue otra producción que, además de éxito en ratings, logró un reconocimiento musical significativo.

Ambientada en Corozal y con una narrativa que explora el realismo mágico, la serie fue protagonizada por un elenco de primer nivel y llevó la música al corazón de la trama.

Carolina Sabino, que interpretó a una de las Juanas, también se encargó de la banda sonora de la novela, pues su relación con la producción le permitió lanzar su primer álbum como solista con canciones que se grabaron en formato casete, CD y LP.

Este álbum, lanzado por la disquera Sonolux, fue parte de la estrategia de promoción de la novela, y su éxito impulsó el reconocimiento de Sabino no solo como actriz, también como cantante, fusionando la historia con un soundtrack que evocaba la idiosincrasia caribeña.

La telenovela Perro amor de 1998, escrita por Natalia Ospina y Andrés Salgado, presentaba una trama de amor y venganza inspirada en la novela francesa Las amistades peligrosas.

La historia giraba en torno al sueño de uno de sus personajes, Rocky, de crear una orquesta de salsa, que se convierte en un elemento esencial de la narrativa y en el símbolo de su lucha personal.

El tema principal, Sofía, compuesto por Víctor “El Nene” Del Real e interpretado por Rocky (personaje de Oscar Borda) y otros miembros de la orquesta en la novela, logró un éxito considerable, pues ocupó los primeros lugares en radio y consolidó la banda sonora como un acompañamiento esencial en la historia.

La inclusión de temas de Willie Colón, en especial su álbum Fantasmas, potenció el ambiente de salsa en la producción, donde incluso se dedicó una escena a este disco como un símbolo de la conexión entre los personajes.

En 2003, Pasión de gavilanes, escrita por Julio Jiménez y producida por RTI Televisión para Telemundo y Caracol Televisión, presentó una historia de amor, venganza y secretos familiares que rápidamente capturó la atención de audiencias en Latinoamérica y España.

La canción Fiera inquieta, interpretada por Rosario Montes (personaje de Zharick León), se convirtió en un himno de la serie y marcó el tono seductor y de misterio que caracteriza a esta producción.

Nicolás Uribe, autor de la canción, buscaba con ella dar protagonismo a la figura femenina en un contexto tradicionalmente machista, por lo que la interpretación de León en las escenas de bar, aunque doblada en algunas partes, fue crucial para crear la atmósfera de pasión y conflicto que define la serie, catapultando la canción a las listas de popularidad durante varias semanas.

Aunque no es una telenovela, el programa concurso Compre la orquesta, presentado por Fernando González Pacheco, uno de los pilares de la televisión en el país, marcó los años 80 en Colombia, ya que integró la música en un formato televisivo que premiaba a quienes lograban identificar canciones con solo escuchar las primeras notas.

Este programa no solo entretenía, sino que fomentaba el conocimiento de la música popular y su conexión con la televisión. Este tipo de formatos dejaron una marca en la televisión colombiana, destacando la relevancia de la música en la memoria colectiva.

Emitida en 1995, Eternamente Manuela relata la historia de una mujer de provincia que, tras sufrir una tragedia familiar, se enfrentó a un mundo nuevo en la ciudad.

La música, interpretada por Alejandro Martínez, que además lanzó tres álbumes, es una constante a lo largo de la telenovela, que incorpora elementos del drama y la traición en un contexto rural y urbano.

Martínez, además de actor se consolidó como cantante, y gracias a la banda sonora de Eternamente Manuela destacó con temas que integraron la historia de la novela.

Con un trasfondo rural y protagonizada por Aura Cristina Geithner y Miguel Varoni, La potra Zaina de 1993, es una telenovela que evoca el espíritu indomable de los llanos colombianos.

La música compuesta por el venezolano Juan Vicente Torrealba, reconocido como uno de los grandes de la música llanera, se convirtió en un emblema que acompañaba los paisajes y el carácter fuerte de la protagonista, Soledad.

La banda sonora, interpretada en parte por Geithner, reforzó la autenticidad de la historia, basada en la obra de Bernardo Romero Pereiro, y contribuyó a la conexión con el público que compartía o comprendía esa cultura llanera.

Yo soy Betty, la fea, de Fernando Gaitán, es reconocida como la telenovela más adaptada y exitosa de la historia, emitida en 180 países y traducida a 25 idiomas.

La música no fue un mero acompañamiento, sino que en gran medida simbolizó las emociones de la protagonista, Beatriz Pinzón, pues Se dice de mí, originalmente una milonga de 1943, fue interpretada en esta versión por Yolanda Rayo, que adaptó el tema al contexto colombiano.

La canción, un clásico del repertorio de Francisco Canaro, habla de la aparente fealdad de la protagonista, aludiendo a su lucha por superar estereotipos y prejuicios sociales.

Esta canción fue nominada en los Latin Grammy de 2001, lo que refuerza la influencia que tuvo en la audiencia y su importancia dentro del formato televisivo.

Inspirada en los logros de la Selección Colombia en los años 90, De pies a cabeza fue una serie juvenil que abordaba temas deportivos y sociales.

La canción principal, interpretada por la banda Maná, ayudó a conectar la historia con los jóvenes de la época, quienes se sentían identificados con las dificultades y triunfos de los personajes.

El éxito de la canción De pies a cabeza es una muestra del poder de la música para construir un vínculo emocional con el público, que veía en sus personajes y en sus letras una representación de sus propias experiencias.