Se termina el año y la expectativa por conocer cómo cerrará el país en materia de economía sigue siendo el punto central de discusión en el Congreso de la República, especialmente por el inicio de las negociaciones para determinar el incremento del salario mínimo que se aplicará en Colombia para el 2025.
Sin embargo, en la mañana del miércoles 20 de noviembre, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, entregó un balance muy positivo en materia de inflación en medio de un debate de control político al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, y que deberá ser tenido en cuenta para fijar el aumento del salario mínimo.
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Según información reciente, la inflación cerrará el 2024 ligeramente por encima del 5%, mientras que se espera que el indicador se reduzca hasta el 3% en el próximo año, lo que significa que el precio base de los productos en Colombia no sufrirá mayores incrementos en los próximos 12 meses.
Sin embargo, el funcionario destacó que la mesa de negociaciones del salario mínimo para el 2025 deberá tener en cuenta en indicador de inflación para no “desbordarse” en las peticiones de aumento salarial, ya que esto podría poner en riesgo la tendencia a la baja de la inflación.
Villar recordó que el año pasado los trabajadores recibieron un incremento del 12% en sus salarios, en un contexto donde la inflación ya mostraba signos de reducción.
“Este año vamos a tener una inflación ligeramente por encima de 5% y una expectativa del orden de 3%. Eso hace que un aumento muy fuerte del salario mínimo pueda poner en riesgo la meta de inflación, pero también hace que un aumento nominal muy inferior al del año pasado, sea compatible en la situación social de los trabajadores parecida a lo que se logró el año pasado, que fue muy fuerte”, comentó Villar.
El Banco de la República, encargado de mantener el poder adquisitivo del peso, jugará un papel crucial en las negociaciones al proporcionar la cifra oficial de inflación que servirá de base para las discusiones. Villar enfatizó en la necesidad de mesura en las negociaciones, considerando también el impacto de la inflación en los arriendos, que ya representan un menor peso en el gasto de los hogares.
En el contexto económico actual, marcado por una situación fiscal compleja, Villar advirtió sobre los riesgos asociados a una posible reforma al Sistema General de Participaciones (SGP), que podría aumentar el déficit fiscal y la deuda pública del país. Esta advertencia se suma a las preocupaciones sobre el grado de inversión de Colombia, que se vio afectado tras la pandemia, aumentando el riesgo percibido por los inversionistas y encareciendo la deuda.
Además, Villar también aprovechó su intervención para hablar sobre las tasas de interés que actualmente rigen en el país, que han sido objeto de críticas por su no reducción a pesar de la mejora económica. Según advirtió el gerente del Banco de la República, hay varios riesgos si se reducen rápidamente y afectar los indicadores positivos de Colombia.
El funcionario comparó la situación del país con la de Brasil, donde el banco central se vio obligado a revertir su política de tasas debido a un incremento en la inflación. Según el gerente del Banco de la República, sería lamentable que Colombia enfrentara un escenario similar
Las cifras de inflación del Banco de la República para el tercer trimestre de 2024
La inflación en Colombia ha mostrado una tendencia a la baja, con una disminución más pronunciada de lo esperado en septiembre, situándose en un 5,8 %, según datos recientes del Banco de la República.
Según indicó la entidad financiera, se proyecta que esta cifra continúe descendiendo gradualmente, alcanzando un 3,0 % para finales de 2025. Esta reducción se atribuye a mejoras en la oferta de alimentos procesados, menores ajustes en los precios de la electricidad y los combustibles, y una disminución en los costos internacionales que ha beneficiado el comportamiento de los precios de algunas mercancías.
A pesar de esta tendencia positiva, los precios de los servicios, especialmente en arriendos y comidas fuera del hogar, han mostrado una desaceleración más lenta debido al efecto de la indexación. Las expectativas de inflación siguen una tendencia decreciente, lo que refuerza la posibilidad de alcanzar la meta del 3 % para finales de 2025.
Sin embargo, persisten incertidumbres relacionadas con las variaciones en la tasa de cambio, influenciadas por la volatilidad en las condiciones financieras internacionales y los desafíos del ajuste fiscal en Colombia. Otros factores de incertidumbre incluyen el ritmo de desaceleración de los precios de algunos servicios, el comportamiento de los precios de los alimentos y bienes regulados, y el aumento del salario mínimo previsto para el próximo año.
En cuanto a la actividad económica, Colombia ha mostrado una senda de recuperación que se espera continúe en 2024, con un crecimiento proyectado del 1,9 %, y del 2,9 % en 2025. Este dinamismo se debe principalmente a un mayor consumo de los hogares, impulsado por una política monetaria menos restrictiva, mejor ingreso disponible y una carga financiera más baja. Además, la construcción de obras de infraestructura ha contribuido significativamente a esta recuperación.