Ante la creciente preocupación por las fuertes lluvias que azotan la región, la Alcaldía de Medellín intensificó las medidas preventivas en las zonas más vulnerables de la ciudad. En un esfuerzo conjunto con la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, el Distrito puso en marcha operativos para monitorear los sectores donde las construcciones ilegales son más prevalentes y representan un alto riesgo para los habitantes.
Carlos Alberto Trujillo, subsecretario de Control Urbanístico, destacó que la iniciativa no se orienta a imponer sanciones o persecuciones, sino que busca sensibilizar a los residentes de estas áreas sobre las precauciones necesarias para mitigar los peligros derivados de las construcciones irregulares. Como parte de la estrategia, las autoridades están proporcionando capacitación sobre la importancia de realizar revisiones periódicas a las viviendas y de llevar a cabo reparaciones inmediatas cuando se identifiquen fallas en las infraestructuras.
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“Desde el Distrito hacemos un llamado a tomar conciencia sobre la manera en la que estamos ocupando el territorio. En la subsecretaría brindamos asesoría técnica, social y jurídica para las familias que quieran construir de manera formal”, expresó Trujillo. En la comuna 7-Robledo, en el sector de Olaya Herrera, las autoridades sensibilizaron a 52 hogares que se encuentran en áreas de alto riesgo no mitigable, brindando la orientación necesaria para proteger sus viviendas y prevenir tragedias.
Este tipo de actividades de sensibilización y control tienen un alcance significativo, alcanzando a unas 5.200 personas en diferentes comunas de la ciudad. La meta es seguir expandiendo estos esfuerzos durante las próximas semanas, llevando información clave sobre la correcta ocupación del territorio y el autocuidado ante los riesgos derivados del cambio climático.
Las autoridades también señalaron la grave situación que enfrentan los habitantes de las 64 zonas vulnerables de la ciudad, la mayoría de las cuales se localizan en las laderas y en los márgenes urbano-rurales de Medellín. Los sectores más afectados incluyen la Centro Oriental y Nororiental, la Noroccidental, con áreas como Paraíso 1 y 2, Las Margaritas, Olaya Herrera, y San Cristóbal, así como la zona de Moravia, que ejemplifica el retroceso social y urbanístico de la ciudad.
A esta realidad se le suma un dato alarmante: el 25% del territorio urbano de Medellín presenta algún tipo de amenaza derivada del cambio climático. Las zonas con mayor riesgo de inundaciones y avenidas torrenciales se encuentran en San Antonio de Prado y San Sebastián de Palmitas, mientras que otros 15 barrios presentan riesgos altos y 20 barrios más, riesgos medios, asociados a movimientos en masa.
En estos barrios de alta peligrosidad, muchas personas viven en constante incertidumbre, pues la falta de medidas para mitigar los riesgos hace que la posibilidad de sufrir un desastre natural sea una preocupación diaria. “Las visitas continuarán en todas las comunas y corregimientos durante las próximas semanas, llevando información y asesoría a cada rincón de la ciudad, reforzando el llamado al autocuidado y a la preparación ante la temporada de lluvias”, agregó Trujillo.
Deslizamiento por lluvias
Las fuertes lluvias que azotaron Medellín y el Valle de Aburrá durante cerca de cinco horas el martes 19 de noviembre dejaron un saldo significativo de emergencias, particularmente en el occidente de la ciudad. Este evento climático, acompañado de descargas eléctricas y deslizamientos, puso en alerta a las autoridades locales, quienes trabajan para mitigar los daños y prevenir mayores incidentes ante la posibilidad de nuevas lluvias en los próximos días.
El director del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (Dagrd), Carlos Quintero, informó que las lluvias ocasionaron un aumento considerable en los caudales de varias quebradas, provocando afectaciones en nueve viviendas, cuyos techos sufrieron daños, y una de ellas experimentó un colapso parcial. “Estamos entonces atentos al llamado de la ciudadanía en donde se presenten algunas afectaciones, reportar inmediatamente a la línea 123″, aseguró Quintero, destacando la importancia de la colaboración ciudadana para una rápida respuesta.
Los deslizamientos también se convirtieron en un problema recurrente durante este evento. En total, se reportaron al menos cuatro, siendo el más complejo el ocurrido en la vía hacia el Túnel de Occidente, a la altura del sector Vallejuelos. Las autoridades lograron remover por completo el material, restableciendo el paso vehicular, pero permanecen vigilantes en esta área crítica.