Pensionado del Ejército le dio un balazo a otro por “colarse” en una fila: el estado de salud de la víctima es crítico

Un altercado en una estación de servicio en el barrio Navarro Wolf de Cúcuta, departamento de Norte de Santander, dejó a un hombre gravemente herido tras recibir un disparo en la cabeza.

El hecho violento ocurrió el sábado 16 de noviembre, alrededor de la 1:30 de la tarde, cuando una discusión por un turno en la fila para cargar combustible escaló a un enfrentamiento violento, según informaron medios locales.

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El conflicto comenzó cuando Luis Alfredo Lizcano Galvis y presunto agresor, mientras esperaba su turno, confrontó a Óscar Eduardo Noreña Correa, ahora víctima, por haberse colado en la fila.

Lo que inicialmente fue un intercambio verbal se intensificó rápidamente, y culminó en un enfrentamiento físico. En medio de la disputa, Lizcano sacó una escopeta de su vehículo y disparó a Noreña, dejándolo gravemente herido en el suelo.

Tras el ataque, Lizcano huyó del lugar, y la escena, al parecer, causó caos y pánico entre los presentes. Sin embargo, las autoridades desplegaron un operativo que permitió su captura a pocas cuadras de la escena. Actualmente, Lizcano está bajo custodia de la Fiscalía General de la Nación, a la espera de que se defina su situación judicial, según informó el diario La Opinión.

Noreña fue trasladado de inmediato a un hospital cercano, donde su estado es crítico y su pronóstico reservado, según los reportes de los medios locales. Este hecho fue catalogado como un acto de extrema intolerancia, sorprendiendo tanto a empleados como a clientes de la estación de servicio.

Las autoridades continúan investigando el caso, mientras la comunidad de Cúcuta se muestra conmocionada por el nivel de violencia desatado por una disputa aparentemente trivial. La Policía de Bolívar confirmó que Lizcano, un pensionado del Ejército Nacional, quedó a disposición de la Fiscalía para enfrentar los cargos correspondientes.

El hacinamiento en las estaciones de policía de Cúcuta sigue siendo un problema persistente. De hecho, la situación se ha complicado debido a que las acciones de la Policía Metropolitana de Cúcuta han mantenido un alto número de detenciones, lo que ha llevado a que decenas de personas permanezcan en espacios reducidos mientras esperan la resolución de sus procesos judiciales.

Citada por W Radio, la personera de Cúcuta, Luddy Páez, destacó que, aunque existe un convenio vigente desde mitad de año que permite el traslado de detenidos a la cárcel Modelo, el problema del hacinamiento no ha sido resuelto. Páez señaló que han surgido casos de personas enfermas que han requerido atención médica urgente debido a las condiciones inadecuadas en las estaciones de policía.

Páez subrayó que las condiciones en las que se encuentran las personas privadas de libertad (PPL) en las estaciones de policía no son adecuadas para su tratamiento, pero actualmente no existe otra alternativa que mantenerlos allí. En lo que va del año 2024, más de 2.500 personas han sido detenidas en estas instalaciones, en la capital del departamento.

En la zona rural de Cúcuta, un ataque con explosivos a una subestación de policía ha dejó a dos agentes heridos. El hecho ocurrió el 18 de noviembre de 2024 en el corregimiento de Agua Clara, donde los atacantes aprovecharon un momento de patrullaje para lanzar dos granadas de fragmentación. Uno de los policías heridos ha sido identificado como Isaac León Ortiz.

Las autoridades locales, como respuesta, desplegaron un fuerte dispositivo de seguridad en la zona para restablecer la tranquilidad y asegurarse de que no haya más explosivos presentes.

Además, se están llevando a cabo investigaciones para identificar y capturar a los responsables del ataque. En esta área, se sabe que operan grupos armados como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Ejército Popular de Liberación (EPL), lo que complica la situación de seguridad.

Los policías heridos fueron trasladados a un centro asistencial en la ciudad de Cúcuta para recibir atención médica. Este tipo de ataques subraya la persistente inseguridad en algunas regiones del país, donde las fuerzas del orden enfrentan constantes amenazas por parte de grupos armados ilegales.