Tras una de sus últimas aventuras, el tiktoker Alejandro Restrepo, conocido en redes como Alejo viajero, quiso responder a quienes siguen de cerca su contenido “¿Qué tan difícil es subir el nevado del Tolima? Seguramente, alguna vez, nos hemos preguntado si podríamos llegar a tan anhelada cumbre o si nos da el estado físico, pero ¿cómo saberlo?”
Y es que “para nadie es un secreto que el Tolima representa un reto personal grande y más si nunca han hecho una cumbre nevada. Sin embargo, el nivel de dificultad percibida es particular para cada uno y para cada experiencia. No es lo mismo un ascenso en un día despejado, soleado, sin viento, a un ascenso invernal con mucho viento y lluvia”.
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Tras escalar en grupo el tercer nevado más alto del país y una de las 10 formaciones montañosas más altas de toda Colombia, el creador de contenido especializado en viajes compartió parte de su travesía que, incluso habiéndose enfrentado a los Himalayas en Nepal, le tomó varios días.
“Son un total de 60 kilómetros saliendo desde el Valle del Cocora y, por supuesto, esto no es plano, hay un desnivel de 2.800 metros, lo que quiere decir que va a estar ascendiendo de manera constante. Haciéndolo de la forma más sencilla y con una mejor aclimatación, la ruta se hace en cuatro días, durmiendo y comiendo delicios en una finca campesina”, puntualizó.
Entendiendo que, con excepción de un médico de cabecera o deportologo, nadie, más allá de cada aventurero, puede responder a la pregunta sobre qué tan difícil es subir el Tolima o qué condición física se necesita para hacerlo, compartió un cuestionario que le hubiera gustado hacerse antes de embarcarse en el viaje:
“¿Estoy activo o activa físicamente?, ¿estoy dispuesto a salir de mi forma de confort?, ¿he caminado alguna vez más de 15 kilómetros en un mismo día?, ¿he experimentado la alta montaña o sé lo que es caminar a más de 4.000 metros de altura?, ¿estoy listo o lista para vivir una de las mejores experiencias de mi vida?”. Y antes de dar por finalizada la grabación recomendó:
- No hay un orden en las montañas, pero si nunca ha hecho una cumbre nevada, podría empezar con el Santa Isabel (4950 msnm) para dimensionar un poco lo que es domar la alta montaña, el caminar por un glaciar y el manejo de equipos.
- Vaya con una agencia responsable que garantice tu seguridad y tu bienestar en la montaña.
- Entrene meses atrás, fortalezca el tren inferior y abdomen. Esto es clave para un reto de esta magnitud.
- La altura es un factor que hay que tener m en cuenta. Recomiendo hacer alguna ruta días antes por encima de los 3500 msnm. Hidratar muy bien con sales antes, durante y después de la experiencia. Dormir bien
- Se viene la mejor temporada para hacer cumbres en Colombia, enero y febrero 2025, no deje pasar la oportunidad y póngase a entrenar de una vez.
Mientras algunos nevados están en peligro, un glaciar de Boyacá gana masa gracias a un grupo de mujeres:
En Güicán, Boyacá, el glaciar Ritacuba Blanco resiste al cambio climático, manteniendo su masa e incluso ganando extensión, celebró con sus 100.000 segudiores la creadora de contenido Paula Forero (@tengo.tres.nombres), tras una visita a la zona a inicios del 2024 que le permitió destacar la importancia de proteger los ecosistemas de páramo y cumplir uno de sus objetivos del año: conocer estos ecosistemas antes de que desaparezcan.
En un video corto, Forero relató su encuentro con Edilsa, una guía local inspirada en la naturaleza y protagonista del documental Hijos del Hielo (2022) de Óscar Jiménez, que narra cómo esta campesina dedica su vida a proteger el nevado y promover un turismo responsable en el Parque Nacional del Cocuy. “Edilsa está enamorada del Zisuma”, compartió Paula, “y su trabajo busca un equilibrio entre el ecoturismo y el respeto al medio ambiente”.
La comunidad de guías en Cocuy y Güicán se destaca por su mayoría de integrantes locales, de los cuales alrededor de 30 son mujeres. Edilsa subraya que el ecoturismo representa para ellas “una forma de independencia económica” y que “sin esta autonomía, no podemos decir que somos libres”. Sin embargo, la desigualdad persiste, ya que las mujeres guías enfrentan desafíos y prejuicios en una profesión dominada mayoritariamente por hombres. “A veces los turistas dudan de nosotras, creyendo que no estamos capacitadas para las rutas más exigentes. Entonces, simplemente los invito a la montaña y que decidan después”, explicó Edilsa.
Paula, motivada por la historia de Edilsa, emprendió la travesía en compañía de amigas. Tras un viaje de 10 horas en autobús, iniciaron la caminata al amanecer, y después de varias horas, finalmente llegaron al glaciar. “Yo me moría por ver ese azul glaciar”, comentó Paula emocionada, resaltando que comprendió en ese momento la devoción de Edilsa por el nevado. Desde la casa de Edilsa, una ventana ofrece siempre una vista al nevado, un recordatorio constante de su compromiso con el paisaje.
Además de enfrentar el frío y la altura, estas mujeres luchan contra estereotipos y han demostrado ser tan tenaces como sus compañeros en su misión de conservación. Paula invita a experimentar este encuentro con el glaciar en carne propia, antes de que el cambio climático lo amenace aún más, y a reconocer el papel de estas mujeres en su protección y en el mantenimiento de una actividad turística que respeta a la montaña.