Mientras dormía, la familia de Iris, en el barrio El Ensueño 2, de la localidad de Ciudad Bolívar, estuvo a punto de ser sepultada bajo una piedra del tamaño de un vehículo de cinco puestos.
Así lo dieron a conocer desde lo que habría quedado en pie de su vivienda, para el matutino de Arriba Bogotá: “fue horrible escuchar el sonido de la piedra que venía bajando y nos tocó correr, correr duro. En mi hogar nadie resultó herido, gracias a Dios, pero sí los vecinos de atrás, ellos siguen en el hospital de Meissen”.
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La madrugada del día sábado, 16 de noviembre, mientras bajaba de la montaña, la roca lesionó a seis de sus vecinos, tres de ellos menores de edad, que se encuentran bajo pronóstico reservado.
De ahí, la recomendación de la Alcaldía para evacuar el área, lo antes posible, aunque para la familia de Iris es un imposible, ya que no tienen en dónde más refugiarse.
“Acá ha venido la Alcaldía y otras entidades para decirnos que tenemos que desalojar. Pero nosotros le pedimos al alcalde que se ponga la mano en el corazón. Si nos dan un lote o un lugar en el que podamos estar, desalojamos, pero de lo contrario ¿dónde vamos a meternos con los niños?”
Al igual que la suya, otras doscientas familias estarían enfrentándose a dejar su hogar; en medio de la incertidumbre por no tener un hogar alternativo.
“Yo vivo con las dos niñas mías pequeñas y el papá de ellas, pero no tenemos más opciones, solo esperar a que se calmen las lluvias y no se vuelva a repetir algo como esto, porque qué miedo”, aseguró un vecino.
¿Lluvias de octubre y noviembre marcan la llegada del fenómeno de La Niña?
Los desastres por la segunda temporada de lluvias han llevado a los colombianos a preguntarse si el fenómeno de La Niña estaría por interceder en la situación climática del país.
Sin embargo, las lluvias de las últimas semanas responden a la temporada invernal que, en Colombia, se presenta dos veces al año: de abril a mayo y de octubre a noviembre.
Y, como explicó el metrólogo Max Henríquez a Infobae “en Colombia, cuando llueve, normalmente, los desastres se multiplican porque las lluvias en el país causan desastres hidrometeorológicos (avalanchas, crecientes de ríos, deslizamientos)”.
En el país, más de 900.000 corrientes de agua suelen bajar de las cordilleras y de la sierra nevada de Santa Marta y la sierra del Perijá, pero en la temporada de lluvias o bajo la influencia de fenómenos como el de La Niña:
“Se producen avalanchas, crecientes y desbordamientos, cuando al lado de los ríos habitan millones de personas. A lo largo del Magdalena y del Cauca, por ejemplo, habitaban hace unos años dos millones de personas, todas en condiciones vulnerable antes las lluvias”.
Sin embargo, “para que se forme el fenómeno de La Niña o se consolide, tiene que acoplarse el océano y la atmósfera que está encima. Se trata de un fenómeno oceánico o y atmosférico y, para consolidarse, la atmósfera tiene que tener un comportamiento determinado con vientos alisios más fuertes y más corriente frías de Humboldt moviéndose hacia el norte, mientras aguas frías se extienden hacia el centro del océano, pero, en el 2024, la atmósfera ha tenido un comportamiento muy fluctuante”.
Los dos principales centros de predicción del clima; es decir, el Clima prediction center de la Noaa y el International research institute for climate and society de la Escuela climática de Columbia tienen versiones encontradas.
El primero sugiere que La Niña podría presentarse en los últimos meses del 2024 y los primeros del 2025, aunque con menor fuerza, mientras, el segundo sostiene que ningún fenómeno (Niño o Niña) se presentara hasta el primer trimestre del 2025, debido a que la temperatura del océano se mantendrá estable.
La conclusión de Henríquez, por tanto, es que “el invierno se atrasó un mes: noviembre se está comportando como octubre, y diciembre podría comportarse como noviembre”.