Juan Fernando Cristo apoyó elección de Miguel Polo como magistrado de la Corte Constitucional: “Desearle la mejor de las suertes”

La reciente elección de Miguel Efraín Polo Rosero como magistrado de la Corte Constitucional generó declaraciones de apoyo y confianza en su futura labor en el tribunal encargado de proteger los derechos fundamentales y el equilibrio institucional del país.

En la tarde del martes 19 de noviembre de 2024, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, expresó públicamente su satisfacción con la elección y destacó la relevancia de la Corte Constitucional en la preservación de los principios democráticos colombianos.

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Durante una rueda de prensa, el ministro afirmó: “Estoy seguro que el doctor Polo, como hubiera sido con el doctor Tovar o la doctora Dangond, van a preservar el equilibrio de la institucionalidad en Colombia. Va a hacer una tarea importante en la Corte Constitucional, que es el garante de los derechos de los colombianos, del equilibrio institucional, de la democracia colombiana y yo creo que felicitar al doctor Polo y desearle la mejor de las suertes”.

La elección de Polo Rosero, que ocupará el lugar del magistrado Antonio José Lizarazo al culminarse su periodo constitucional en febrero de 2025, fue aprobada en la Plenaria del Senado.

Polo, candidato ternado por el Consejo de Estado, obtuvo 57 de los 104 votos emitidos, superando a su principal contrincante, la jurista Claudia Dangond, que alcanzó 47 votos.

El proceso de votación, no obstante, fue marcado por un incidente en la primera ronda, que se realizó el lunes 18 de noviembre, cuando apareció un voto adicional en la urna, lo que generó sospechas de un posible fraude.

En respuesta, una comisión encabezada por los senadores Jonathan Pulido Hernández de la Alianza Verde, Miguel Ángel Pinto del Partido Liberal y Juan Carlos Garcés del Partido de La U, fue designada para verificar lo sucedido y evaluar la transparencia del proceso.

Según informó el senador Pulido Hernández, tras revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad, se comprobó que el papel en que se emitieron los tarjetones era altamente adhesivo, lo que habría provocado que algunos sobres se pegaran accidentalmente: “No hubo fraude, no hubo intento de dilación […] esto pasó en el caso de la doctora Claudia y en un reconteo pasó lo mismo con el doctor Efraín”.

La conclusión fue respaldada por el presidente del Senado, Efraín Cepeda, que reiteró que la subcomisión despejó cualquier duda sobre la legitimidad de la votación.

La segunda ronda, que se llevó a cabo el martes, se realizó bajo estrictos protocolos de transparencia y con medidas adicionales para asegurar la claridad y legitimidad del acto, lo cual fue bien recibido por las distintas bancadas políticas, dado que las medidas ayudaron a disipar las tensiones iniciales y garantizaron que el proceso se desarrollara sin contratiempos.

Miguel Efraín Polo Rosero llegará a la Corte Constitucional con una sólida experiencia en el ámbito judicial, pues a lo largo de su carrera desempeñó varios cargos en el sistema judicial colombiano, al iniciar como asistente de juzgado, luego como juez municipal y, posteriormente, como magistrado de tribunal.

En sus primeras declaraciones, tras tomar juramento ante el presidente del Senado, Polo agradeció al Consejo de Estado por incluirlo en la terna y al Congreso por su elección.

En ese sentido, aseguró que es consciente de la responsabilidad que implica el rol de magistrado en la defensa de la Constitución: “Quiero agradecerle al Consejo de Estado por haberme ternado a esta dignidad y al Congreso. Igualmente, quiero hacer una defensa férrea de lo que es la Corte y cada uno de los magistrados, quienes le han dedicado toda su vida y entrega, su objetividad e independencia a la defensa de la Constitución Política”.

Polo asumirá oficialmente su cargo en febrero de 2025, cuando finalice el periodo de Antonio José Lizarazo, por lo que la expectativa en torno a su gestión es alta, en un momento en que la Corte Constitucional enfrenta desafíos significativos relacionados con la defensa de los derechos y la estabilidad institucional.