Cómo las emociones negativas pueden manejarse y por qué es crucial aceptarlas: de esto trata el Día de Tener un Mal Día

Estudios recientes de Harvard y PLOS Biology revelan consecuencias severas de trasnochar. El daño cerebral puede prolongarse por semanas. Profundiza en estas investigaciones y sus implicaciones

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De acuerdo con los datos, el estrés laboral es que las primeras razones por las que las personas tienen malos días - crédito visuales IA
De acuerdo con los datos, el estrés laboral es que las primeras razones por las que las personas tienen malos días - crédito visuales IA

El 19 de noviembre se conmemora el Día de Tener un Mal Día, una fecha que le recuerda a las personas la importancia de aceptar y gestionar las emociones negativas. Según estudios recientes, diversos factores contribuyen a que las personas experimenten días difíciles, entre ellos la falta de sueño, el estrés laboral, los problemas de salud y las relaciones personales conflictivas.

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La falta de sueño es uno de los principales culpables de los malos días. Un estudio de Harvard destaca que trasnochar puede tener efectos perjudiciales para la salud, afectando las funciones cognitivas y la capacidad para manejar el estrés. Otro estudio, publicado en PLOS Biology, revela que los efectos de una mala noche pueden impactar negativamente en el cerebro hasta por 15 días, afectando la concentración y la memoria.

El estrés laboral también es una fuente significativa de malestar y una de las razones principales por la que las personas tienen un mal día. Problemas con compañeros de trabajo, jefes o una carga laboral excesiva pueden generar un ambiente de tensión constante. A esto se suman los problemas financieros, que pueden causar ansiedad y preocupación por la estabilidad económica.

Las relaciones personales juegan un papel crucial en el estado de ánimo. Conflictos con familiares, amigos o parejas pueden afectar profundamente el bienestar emocional. Además, los problemas de salud, tanto físicos como mentales, pueden influir en el estado de ánimo y la percepción del día a día.

Para enfrentar un mal día, es esencial aceptar las emociones y buscar apoyo en amigos, familiares o profesionales. Practicar el autocuidado, como escuchar música o leer, y la gratitud, reflexionando sobre los aspectos positivos de la vida, son estrategias recomendadas. Técnicas de relajación como la meditación o el yoga también pueden ser útiles para aliviar el estrés.

Colombia ha registrado más de 12.000 intentos de suicidio en el 2024 - crédito iStock
Colombia ha registrado más de 12.000 intentos de suicidio en el 2024 - crédito iStock

La neuróloga Ana Triana Hoyos, de la Universidad de Aalto en Finlandia, ha investigado cómo el ejercicio, el sueño y el estrés afectan la actividad cerebral. Sus hallazgos sugieren que los efectos positivos del ejercicio y el sueño se reflejan en el cerebro durante dos semanas, lo que muestra la importancia de mantener hábitos saludables para mejorar el bienestar emocional.

Los malos días y la salud mental

La falta de días buenos puede tener un impacto significativo en la salud mental, afectando la autoestima, la motivación y la capacidad para enfrentar desafíos diarios. Según un análisis reciente, cuando las personas experimentan una serie de días malos, esto puede llevar a una disminución en la calidad de vida y en la capacidad para realizar actividades cotidianas. Este fenómeno no solo es una consecuencia de problemas de salud mental, sino que puede ser una causa de los mismos.

Los trastornos de salud mental como la depresión y la ansiedad son factores que pueden contribuir a la aparición de días malos de manera recurrente. Las situaciones de estrés y las preocupaciones constantes también juegan un papel importante en el deterioro del estado de ánimo y la salud mental. Estos factores pueden crear un ciclo vicioso donde los días malos exacerban los síntomas de los trastornos mentales, lo que a su vez genera más días malos.

El cuidado personal se ve afectado cuando una persona se encuentra en un estado constante de malestar. La dificultad para cuidar de uno mismo adecuadamente puede llevar a un deterioro tanto de la salud física como mental. Este ciclo puede ser difícil de romper, ya que la falta de buenos días puede hacer que sea más complicado encontrar la motivación para implementar cambios positivos en la vida diaria.

La salud mental en Colombia

Colombia enfrenta una creciente crisis de salud mental, con un impacto significativo en su población joven, indígena y afrodescendiente. Según datos del Ministerio de Salud, uno de cada cuatro colombianos ha experimentado algún tipo de trastorno mental a lo largo de su vida. Las patologías más comunes son la depresión y la ansiedad, afectando al 4,7% de la población. Sin embargo, solo el 20% de quienes padecen depresión mayor reciben atención médica adecuada.

El panorama es alarmante, especialmente entre los menores de edad. En 2024, se han registrado 12.899 intentos de suicidio entre jóvenes, de los cuales 183 resultaron en muertes. Este aumento en los casos de suicidio y la violencia extrema en las calles y hogares reflejan una crisis que requiere atención urgente.

La prolongación de días malos puede llevar a que se desarrollen problemas de salud mental - crédito Getty Images
La prolongación de días malos puede llevar a que se desarrollen problemas de salud mental - crédito Getty Images

La infraestructura de salud mental en Colombia es insuficiente. Actualmente, hay solo dos psiquiatras por cada 100.000 habitantes, muy por debajo de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere 17 psiquiatras por cada 100.000 personas. Esta carencia de profesionales dificulta el acceso a tratamientos adecuados para quienes lo necesitan.

El gobierno colombiano ha propuesto actualizar la Política Nacional de Salud Mental dentro del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026. En el Congreso, se ha debatido intensamente sobre la necesidad de implementar acciones concretas y programas efectivos para la prevención y atención de problemas de salud mental. Además, se ha solicitado una atención especializada para las comunidades indígenas y afrodescendientes, que son las más afectadas por esta crisis.

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