Ana del Castillo, cantante de vallenato y pupila de Omar Geles, se ha convertido en una de las estrellas femeninas del vallenato en los últimos años.
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Sin embargo, en medio de una entrevista para el programa La sala de Laura Acuña, Ana aprovechó para confesar que hubo un momento oscuro en su vida en el que por una irresponsabilidad casi pierde la vida, por lo que aseguró que Dios le dio una nueva oportunidad para remediar sus errores y cambiar su estilo de vida.
“Dios me dio la oportunidad de nacer un 9 de abril, pero también nací un 20 de febrero... Yo me accidenté en 2019, ese accidente me hizo ser conocida un poco más... tuve un accidente en carro, estaba con mis amigos tomando, duré en UCI quince días y me decían que no podía cantar por seis meses... Eso me hizo cambiar muchas cosas en la vida”, dijo la cantante y aconsejó a sus seguidores buscar ayuda cuando tienen problemas con el alcohol.
La cantante de Ya es mío confesó en medio de la entrevista que su paso por el mundo del vallenato ha sido complicado, pues por algunas amistades y contactos dentro de la industria empezó a tener dependencias con el alcohol.
“Tomando, iba a cavar un hueco gigante donde no iba a salir nunca, eso era lo que me mataba, a mí me fascinaba tomar, duraba cinco o seis días tomando, eso me marcó en la vida, ahora yo me tomo un vinito y ya… Y es que el vallenato es puro trago, esto es un medio fuerte”, explicó.
La cantante además confesó que por el grave accidente que casi le quita la vida tuvo que ser intubada por varios días, lo que desgastó sus cuerdas vocales “me decían que en seis meses podía cantar de nuevo, hice una promesa con Dios para que me dejara cantar a los tres meses y al final canté a los dos meses y medio”, añadió.
La promesa que Ana le hizo a dios para que le devolviera su voz
En la entrevista junto a Laura Acuña, Ana del Castillo confesó que la desesperación la llevo a hacer la promesa de no volver a tomar alcohol después de enterarse de que no podía cantar por medio año.
“Le prometí a Dios dejas de tomar seis meses, los mismos que me habían dicho que no podía cantar, y todo ese tiempo sin hacer nada, cuando yo vivo es de esto, esta es mi vida, la que me toca vivir... Me arrodillé a Dios y le pedí que me dejara cantar a los tres meses”, explicó.
Ana confesó que en medio de su promesa intentó volver a tomar como antes, pero se dio cuenta de que el alcohol le sentaba mal, ”No recordaba lo que hacía, me empezaban a dar depresiones, tenía guayabo moral, vivía en un piso 11 y me daban ganas de tirarme, el trago es un depresivo”, añadió.
Ana además señaló que el 5 de agosto del 2022 hizo la promesa a Dios de no volver a tomar aguardiente o whiskey, pues además del accidente, lo dejo porque estaba teniendo problemas de salud.
“En ese momento rompo esa cadena, porque además mi papá era alcohólico anónimo, mis hermanos también tenían indicios de eso y por eso decidí parar el ciclo”, decisión que le ayudó a Ana a terminar con las crisis de ansiedad
Tuvo que madurar en las tarimas
Ana del Castillo empezó su carrera musical siendo una niña, situación que le con el tiempo se fue complicando, pues su infancia no fue normal, lo que según ella le ayudó a cometer errores por la inmadurez con la que tuvo que manejar la fama.
“Yo he sido inmadura, en un punto a los 18 años intenté meterme con un juglar, y ahora ya con el tiempo uno se da cuenta de que eso está mal, igual que cuando alguien te ataca, yo ahora respondo más madura”, explicó la cantante.