La Corte Constitucional emitió la sentencia T-459 de 2024, un fallo sobre la legítima defensa en casos de abuso sexual en Colombia.

Este caso gira en torno a Virgelina Aguiar, una mujer condenada por homicidio tras asesinar a su jefe, quien presuntamente la abusó sexualmente en Ibagué el 20 de julio de 2000.

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La víctima, que se encuentra actualmente en la cárcel, presentó una tutela el 18 de octubre de 2023 argumentando la violación de sus derechos fundamentales al debido proceso y a la defensa, luego de una sentencia dictada por la Sala Penal del Tribunal Superior de Ibagué el 23 de junio de 2005.

Según la sentencia: “En consecuencia, la Sala protegió los derechos fundamentales de la accionante de acceso a la administración de justicia, debido proceso y a vivir una vida libre de violencia, dejó sin efectos la sentencia de segunda instancia proferida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial del Ibagué y ordenó proferir una sentencia de reemplazo teniendo en cuenta esta providencia”.

Este fallo podría tener implicaciones significativas para casos futuros, estableciendo un precedente sobre cómo se interpretan y aplican las leyes de defensa propia en situaciones de abuso en el país.

Por su lado, la defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, a través de sus redes sociales se refirió a la sentencia T-459-24. “La Corte llamó a interpretar la legítima defensa teniendo en cuenta que, en casos de violencia contra la mujer, esta puede manifestarse no solo para defender la vida o la integridad, sino también como respuesta frente a la violencia sexual, psicológica o vicaria. La legítima defensa tampoco debe ocurrir en el mismo espacio de tiempo que la agresión”, indicó en su cuenta de X.

El 21 de julio de 2000, Virgelina Aguiar Cifuentes fue arrestada por asesinar a su arrendador, José Virgilio Campos, en un acto que, según su defensa, fue reacción a un supuesto abuso sexual.

La víctima, madre de tres hijos y de origen campesino en Venadillo, Tolima, había llegado a Ibagué en busca de mejores oportunidades. Allí, aceptó un acuerdo con Campos, dueño de una carnicería: a cambio de realizar labores domésticas, recibiría alojamiento y comida para sus hijos.

Según el fallo, Campos acosaba a Aguiar constantemente, llegando incluso a hacerle tocamientos mientras dormía con sus hijos. Una noche, tras persuadirla para salir a tomar licor, Campos presuntamente usó un cuchillo para obligarla a mantener relaciones sexuales. Luego del homicidio, Aguiar confesó el crimen a la policía.

“Una vez consumado el acceso carnal, la accionante le exigió a José Virgilio que le diera a conocer el paradero de sus hijos, pero este se negó e insistió en que Virgelina debía sostener relaciones sexuales con él nuevamente. Ante tal exigencia y amenaza, mientras José Virgilio se encontraba acostado en la cama de medio lado, Virgelina se dirigió al congelador contiguo a la cama, donde se encontraban los cuchillos de carnicería, y consiguió tomar el cuchillo tipo hacha con el que le causó una herida en el cuello que posteriormente lo llevaría a la muerte”, dice el fallo.

En 2001, el juzgado sexto penal de Ibagué la condenó a ocho años y cuatro meses por homicidio simple, considerando que actuó bajo “ira e intenso dolor”. Sin embargo, la Fiscalía y la Procuraduría General de la Nación apelaron, y el Tribunal Superior de Ibagué inicialmente revocó la condena, liberándola en 2003 por favorabilidad.

En 2005, el mismo tribunal ordenó una condena de 28 años, argumentando que Campos estaba en estado de indefensión. Tras casi dos décadas en libertad, Aguiar fue arrestada de nuevo en 2022 al descubrirse que la condena de 28 años seguía vigente. Actualmente, se encuentra en prisión en Ibagué, enfrentando el cumplimiento total de la sentencia.