Spirit Airlines, una de las principales aerolíneas de bajo costo de Estados unidos, enfrenta un panorama financiero crítico que culminó en su declaración de quiebra bajo el Capítulo 11 en Nueva York.
La aerolínea, que ha operado en el mercado desde 1992, acumula deudas estimadas entre mil y diez mil millones de dólares, según documentos judiciales.
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Este movimiento se produce tras el fracaso de su fusión con JetBlue Airways, valorada en 3.800 millones de dólares, y la creciente competencia de aerolíneas más grandes que han reducido sus tarifas para atraer a los pasajeros de Spirit.
En el mercado colombiano, Spirit ha sido un actor importante, transportando más de 637.000 pasajeros entre enero y agosto de este año. Sin embargo, los problemas financieros han comenzado a limitar su operación en el país.
Según la consultora en temas aeronáuticos Claudia Velásquez, la aerolínea ya ha reducido frecuencias y rutas directas en Colombia, lo que podría ser un indicativo de sus dificultades económicas. “Spirit venía ajustando su plan de Rutas en Colombia. Ya había reducido algunas de sus frecuencias y conectividad directa”, señaló la experta a La República.
De retirarse del mercado colombiano, se espera que la demanda de pasajeros colombianos sea absorbida por otras aerolíneas locales y estadounidenses. No obstante, se perdería la conectividad directa con algunos destinos exclusivos de Spirit, como Fort Lauderdale en Florida, lo que podría afectar a los viajeros habituales de esas rutas.
Spirit inició sus operaciones en Bogotá y Cartagena hace 15 años, y desde entonces ha expandido su red de rutas para incluir ciudades como Armenia, Barranquilla, Cali, Medellín y Bucaramanga.
A nivel global, la aerolínea reportó ingresos de 1.280 millones de dólares en el segundo trimestre de 2024, pero con pérdidas netas de 192 millones. Aunque en Colombia sigue siendo una de las 10 aerolíneas con más pasajeros, en 2023 experimentó una caída del 13% en facturación y ha acumulado pérdidas durante cuatro años consecutivos.
Sin embargo, a pesar de su reducción de frecuencias desde Colombia, la aerolínea aseguró que seguirá operando con normalidad mientras supera la crisis financiera por la que atraviesa, y eso incluye sus operaciones en este país.
Spirit Airlines, conocida por su distintivo logo amarillo y negro, ha consolidado su presencia en Colombia con vuelos que conectan varias ciudades del país con destinos en Estados Unidos. Desde ciudades como Armenia, Barranquilla, Bogotá, Cali, Cartagena, Medellín y Bucaramanga, los pasajeros pueden viajar a lugares como Texas, Washington, Boston, Los Ángeles, Florida, Miami, y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, entre otros.
La aerolínea, pionera en ofrecer vuelos sin lujos, también extiende sus servicios desde Estados Unidos hacia otros países de América Latina y el Caribe. Entre los destinos internacionales se incluyen México, Costa Rica, Panamá, Jamaica, República Dominicana, Haití, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Perú y Ecuador.
En un comunicado, Spirit informó que ha llegado a un acuerdo con la mayoría de sus acreedores para reestructurar su deuda. Este plan contempla que los actuales tenedores de bonos asuman el control de la empresa, que dejará de cotizar en bolsa, y la conversión de 795 millones de dólares en deuda en acciones. Además, la aerolínea recibirá una inyección de 350 millones de dólares en capital fresco y 300 millones adicionales como financiamiento durante el proceso de reestructuración.
“Lo más importante que hay que saber es que se puede seguir reservando y volando ahora y en el futuro”, señaló Ted Christie, el director ejecutivo de Spirit, a través de un comunicado emitido a todos sus clientes frecuentes.
La situación financiera de Spirit se ha visto agravada por el impacto de la pandemia de covid-19 y las pérdidas anuales desde 2020. En 2024, sus acciones han caído un 93%. A pesar de los esfuerzos por atraer más viajeros mediante nuevas estrategias, como ofrecer más espacio en sus asientos y equipaje facturado gratuito, estas medidas no fueron suficientes para revertir la tendencia negativa.