En medio de una serie de situaciones que han puesto en duda el proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el consejero comisionado para la Paz, Otty Patiño, habló de la necesidad de avanzar en la mesa de negociación con esta organización al margen de la ley, luego de que se completaran nueve meses de estancamiento en el proceso con esta agrupación al margen de la ley; después de que culminara el sexto ciclo de diálogos, efectuados en La Habana (Cuba).
En diálogo con Blu Radio, el alto funcionario, que es de confianza del presidente de la República, Gustavo Petro, entregó sus impresiones sobre la actualidad de este proceso. Indicó que, en el encuentro que se llevará a cabo en Caracas (Venezuela), con el firme propósito de destrabar las negociaciones, será vital que se avance en una serie de aspectos que permitan retomar la confianza; toda vez que hay ataques a la fuerza pública y la población civil que han minado la viabilidad del diálogo.
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“!Han pasado cosas, se han pasado cosas. La sociedad toma nota, el Gobierno toma nota de todo este proceso. Y el presidente mismo ha tomado nota y ha advertido al ELN que todas las cuestiones que ellos plantean en el modelo post-capitalista que ellos plantean lo podemos discutir. Pero lo podemos discutir en paz. No lo podemos discutir con un fusil en la mano apuntándole a quien sea”, expresó Patiño, que espera que se contemple la posibilidad de desmovilización.
Preocupación por el futuro de los diálogos entre el Gobierno nacional y el ELN
En ese sentido, enfatizó que el proceso de dejar las armas para “elevar la política en las relaciones” con estas estructuras ilegales “es supremamente importante”, pues implica dar un paso crucial para que las partes tengan éxito en sus negociaciones. Asimismo, habló de la especie de vaticinio de Israel Ramírez Pineda, alias Pablo Beltrán, de que el 2026 no se acabará el proceso de paz, y dictó su propia sentencia sobre lo que debe ser el futuro de estos diálogos
“El proceso de diálogos puede ser infinito, pero eso es lo que no quiere este Gobierno. Pero, por supuesto, por eso hemos dicho si el proceso de implementación no empieza en el 2025 habremos fallado y el proceso de implementación tiene tres componentes: transición a la vida civil, que es un tema muy importante; transformación territorial y desescalamiento del conflicto; sobre todo en lo que tiene que ver con la protección de las comunidades”, afirmó Patiño.
El comisionado explicó que también se deben tener en cuenta aspectos claves como la defensa de los derechos humanos y cómo el accionar del ELN ha violentado las libertades y mandatos fundamentales como la vida de la población civil. “Si eso no se desescala, indudablemente no habremos logrado, digamos, el objetivo de la paz”, puntualizó Patiño al citado medio, con lo que dejó en evidencia la urgencia que tiene el Gobierno en mostrar resultados.
No es el único “dolor de cabeza” que afronta actualmente Patiño, pues justamente en la jornada del domingo 17 de noviembre se hablaba de la ruptura al interior de la Segunda Marquetalia, entre el jefe negociador de esa organización ilegal, alias Walter Mendoza, y Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez: fundador de este grupo disidente de las extintas Farc y que a través de una presunta carta firmada por él habría desautorizado al primero en todo lo que trate con el Gobierno.
“Esas fracturas se dan alrededor de si hacer la paz con este gobierno o profundizar la acción bélica que cada vez más se dirige al traqueteo y contra el pueblo mismo de las regiones del conflicto en Colombia”, se pronunció en su perfil de X el presidente Gustavo Petro, en una especie de advertencia a este grupo, que tras la instalación de la mesa de diálogos el 24 de junio de 2024 en Caracas no ha tenido mayores avances en su intención de progresar en las tratativas.