Recuerde que si está conduciendo si se presenta un caso de emergencia debe evitar detenerse cerca o debajo de edificios, árboles, o cables eléctricos. También debe fijarse en la condición de la carretera para saber si hay daños que perjudiquen su avance. A su vez, esté pendiente de objetos que puedan caerse: puentes o cables eléctricos en mal estado.
En caso de emergencia no olvide los números de las principales autoridades en el país entrenadas para atender este tipo de sucesos:
Con el fin de estar preparados para cualquier eventualidad sísmica, es importante tener en cuenta que un kit básico de emergencias debe incluir:
Recuerde que este kit debe estar en una zona visible y de fácil alcance.
Aunque nadie sabe cuando ocurrirá un temblor o terremoto, las autoridades tienen un protocolo que todos debemos tener en cuenta en medio de un evento catastrófico. Según la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, hay un antes, durante y después del sismo.
Es importante que se tenga un plan familiar de emergencia, así como una mochila con materiales básicos de protección y alimentos no perecederos. También se recomienda retirar los objetos pesados de zonas de altura en la casa.
La protección es lo primero, si se encuentra en un sismo agáchese y cúbrase para evitar cualquier accidente; así como evitar correr cuando la tierra se esté moviendo. Alejarse de las ventanas y objetos que puedan caer es importante.
Asegúrese de no tener lesiones, y busque un lugar seguro para evitar las réplicas que se puedan generar. Además, es importante mantenerse informado.
El domingo 18 de octubre de 1992, a las 11:12 un sismo de 7.1 grados de magnitud sorprendió a los habitantes de la región del Atrato medio.
Según el Servicio Geológico Colombiano, los municipios más afectados fueron Murindó y la comunidad indígena de La Isla, donde la mayoría de las construcciones quedaron destruidas. También se registraron daños en Bejuquillo, Buchadó, Cañasgordas, Dabeiba, Mutatá, Pavarandocito, San José de Urama y Vigía del Fuerte, en Antioquia; y en Bojayá y Belén de Bajirá, en el Chocó.
El Servicio Geológico Colombiano informó el movimiento telúrico a las 12:37 del medio día de magnitud 2,3 en el municipio de Santa Rosa del Sur en Bolívar. Su profundidad fue superficial y fue percibido en El Bagre (Antioquia) a 45 km, Zaragoza (Antioquia) a 50 km, Cantagallo (Bolívar) a 56 km.
Agua potable: al menos 4 litros por persona por día, para beber y para higiene básica.
Alimentos no perecederos: enlatados, barras energéticas, frutos secos, alimentos deshidratados o listas para comer.
Radio a baterías o manivela: para recibir actualizaciones y alertas de emergencia, ya que los sistemas de comunicación pueden fallar.
Linterna y pilas de repuesto: preferiblemente de tipo LED para ahorrar energía.
Botiquín de primeros auxilios: con vendas, gasas, desinfectantes, medicamentos básicos (analgésicos, antihistamínicos, etc.), tijeras, pinzas, y otros artículos esenciales.
Máscaras y guantes: para protegerse del polvo y escombros tras un sismo.
Herramientas básicas: un martillo, destornilladores, una navaja multiusos y una llave inglesa pueden ser útiles para liberar o asegurar objetos.
Según el Servicio Geológico Colombiana, la historia de sismicidad en el país indica que el 17 y 18 de octubre de 1992, dos fuertes sismos sacudieron la región del Atrato Medio, ocasionando graves daños materiales y humanos. El primero de estos terremotos se registró a las 4:32 a. m. con una magnitud de 6.6 y el segundo, de magnitud 7.1 el domingo a las 11:12 a. m., incrementando la devastación en las áreas afectadas.
Los municipios más afectados fueron Murindó y la comunidad indígena de La Isla, donde prácticamente todas las construcciones quedaron destruidas. Los daños también se extendieron a Bejuquillo, Buchadó, Cañasgordas, Dabeiba, Mutatá, Pavarandocito, San José de Urama y Vigía del Fuerte, en Antioquia; y en Bojayá y Belén de Bajirá, en el Chocó, donde muchas viviendas colapsaron debido a la magnitud de los movimientos telúricos.
Otro fenómeno que se desató como resultado de los terremotos fue la erupción del volcán de lodo Cacahual, ubicado en el municipio de Turbo, cerca de San Pedro de Urabá. El volcán expulsó aproximadamente 50.000 metros cúbicos de lodo caliente, que sepultaron algunas viviendas y devastaron la vegetación, cultivos y animales de la zona.
En caso de un temblor, la seguridad personal es prioritaria, y conocer los sitios adecuados para resguardarse puede marcar la diferencia. Los expertos en sismología y protección civil recomiendan algunos lugares y medidas para minimizar riesgos durante un sismo.
Dentro de edificios, los lugares más seguros son aquellos que ofrecen estructura firme y protección contra objetos que puedan caer o romperse. Se recomienda ubicarse bajo mesas sólidas o escritorios fuertes, ya que pueden proteger la cabeza y el torso de escombros.
Si no es posible acceder a estos muebles, otra alternativa segura es situarse junto a columnas o paredes interiores de carga. Estas estructuras suelen ser más resistentes y ofrecen protección adicional. Evitar las paredes exteriores, así como las ventanas y espejos, es fundamental para reducir el riesgo de lesiones por cristales rotos o desprendimientos.
El Servicio Geológico Colombiano registró un sismo de 2.2 de magnitud en el municipio de Timaná, Huila. Su profundidad fue superficial y llegó a sentirse en Elías y Suaza, ambos municipios del departamento de Huila.