Con menos de cuatro meses de estar liderando la Cámara de Representantes, Jaime Rául Salamanca ya ha tenido pleitos y discusiones con algunos congresistas que rechazan su gestión, sobre todo, con algunas mujeres que en su momento aseguraron que su posición con respecto a ellas era sesgada. Las representantes Catherine Juvinao y Katherine Miranda, entre otras, señalaron al presidente del cuerpo colegiado de impedirles hablar en una sesión de debate.
Desde que se presentó ese episodio, en octubre de 2024, han surgido cuestionamientos sobre la relación laboral que tiene el funcionario con las congresistas, entre las que se incluye también a Carolina Arbeláez y a Jennifer Pedraza, que, posteriormente, lo acusaron de ejercer violencia política sobre la bancada independiente. Sin embargo, el presidente de la Cámara negó estar en contra de las congresistas y aprovechar su posición de poder para impedir que participen adecuadamente en las sesiones.
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“En un parte de oportunidades he silenciado el micrófono a uno o dos congresistas, no solo a ellas, en una oportunidad o dos. Que no quede en el ambiente, pues, que por hacer cumplir la ley, yo estoy en temas de violencia política, porque si algo que yo he luchado en mi vida es contra eso”, precisó el funcionario en el programa Desnúdate con Eva, dirigido por la periodista española Eva Rey.
Aclaró entonces que, como suele pasar entre los congresistas, hay puntos de vista que no comparte con las servidoras públicas, pero, dichas discrepancias no implican que tenga “odio” hacia ellas. Por el contrario, afirmó que siente respeto hacia ellas. “No, yo no odio a nadie. Yo a ellas las respeto, las admiro”, añadió.
Según detalló, en ocasiones, “pareciera” que las representantes a la Cámara están en su contra; sin embargo, aseguró que no busca victimizarse. De hecho, afirmó que no quiere minimizar lo que las congresistas han sentido y expresado y que, en consecuencia, se encuentra en constante evaluación de su conducta, para verificar si, en efecto, ha ejercicio violencia política en algún momento sobre algún funcionario.
“Esas violencias que uno a veces ejerce sin darse cuenta, uno nunca las debe minimizar. Yo sigo en esa reflexión siempre, y si hay algo que corregir, lo haré”, aclaró.
No obstante, indicó que hacer ese tipo de acusaciones, sin que estén basadas en hechos verdaderos, puede generar consecuencias en el cuerpo colegiado, sobre todo, cuando surjan denuncias que tengan sustento. “Se corre el riesgo de que cuando realmente sucedan cosas, en mi opinión, duras, graves, de violencia, la gente no copie”, explicó el presidente en la entrevista.
Los señalamientos contra Jaime Raúl Salamanca
El 1 de octubre, en medio del debate de la reforma laboral, el presidente de la Cámara recibió sus primeras críticas y señalamientos de ejercer violencia política sobre las mujeres por, presuntamente, impedir que dieran a conocer sus puntos de vista. Catherine Juvinao expresó su molestia al respecto, dirigiéndose directamente al funcionario.
“Vea, presidente, en nombre de todas las mujeres de esta plenaria, yo le solicito que nos deje hablar (sic). Cuando las mujeres le pedimos la palabra, usted nos ignora sistemáticamente, pero, además, cuando tenemos la fortuna de obtener su espacio, entonces nos recorta a muchísimo menos tiempo que los hombres”, afirmó la congresista.
Luego, se unió Katherine Miranda, que reafirmó haber notado que Salamanca redujo el tiempo de intervención de las mujeres, dando prioridad a los hombres. Además, recordó la importancia de que las mujeres estén en el Congreso de la República, donde tienen el derecho a ejercer su derecho a tomar la palabra.
“Pues obvio que tenemos el derecho a hablar, es que nosotros no nos ganamos la curul en una lista cerrada, no nos ganamos la curul en un paquetico de papas. Acá llegamos con votos y tenemos el derecho de hablar cuando queramos, cuando levantemos la mano, acá no nos vengan a irrespetar. Nosotros podemos hablar cuantas veces queramos en los artículos que queramos”, aseveró.
Por otro lado, en noviembre, la representante Jennifer Pedraza anunció que denunciaría al presidente de la Cámara por ejercer violencia política sobre ella y sobre la bancada independiente, debido a que cuestionaron la manera como estaba dirigiendo la plenaria.