Gustavo Petro resaltó que el turismo inyectó más dinero que el carbón en su Gobierno:“Se burlaron mucho”

El turismo en Colombia se consolida como uno de los principales motores económicos del país, según destacó el presidente Gustavo Petro durante el Consejo Ejecutivo de la ONU de Turismo, llevado a cabo el viernes 15 de noviembre en Cartagena. En su intervención, el mandatario presentó cifras que señalan el impacto económico del sector, posicionándolo como una de las actividades con mayor generación de divisas en los últimos dos años.

Petro afirmó que las divisas generadas por el turismo durante su Gobierno alcanzaron los 10.000 millones de dólares, superando con creces las ganancias obtenidas por la producción de carbón, una de las principales exportaciones históricas del país. “Creció el número de visitantes extranjeros de manera importante, con cifras de dos dígitos de crecimiento. Es probable que para este año, cuando finalice, hayamos sobrepasado los 10 mil millones de dólares de divisas”, explicó el mandatario. El presidente destacó el progreso acelerado del turismo como una alternativa económica viable para el país, especialmente como parte de su estrategia de transición económica hacia actividades menos contaminantes.

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Petro no solo explicó el impacto positivo del turismo en términos de divisas, también lo vinculó a la transformación económica que su Gobierno busca consolidar. “El turismo puede alcanzar al petróleo. Y eso significa que en solo dos años hemos andado muy bien y rápido, porque esto fue lo que propusimos en la campaña electoral”, dijo.

El presidente también aprovechó su intervención para reflexionar sobre la responsabilidad que conlleva este crecimiento en el sector turístico. Según explicó, el objetivo es atraer más visitantes internacionales, al tiempo que garantizar que los colombianos puedan disfrutar de la riqueza natural y cultural de su propio país. “Ya no es un turismo pequeño, popular, colombiano. No es malo, pero los colombianos merecen disfrutar de su propia belleza”, señaló.

Gustavo Petro reafirmó la importancia de reemplazar actividades extractivas dañinas para el medio ambiente por alternativas sostenibles. “Indudablemente, en términos de la transición económica, necesitábamos reemplazar producciones venenosas, extracciones venenosas, que entre otras cosas, destruían la naturaleza de Colombia”, apuntó el mandatario, reiterando que el crecimiento del turismo es clave para lograr este cambio.

Además, no dejó pasar la oportunidad para recordar las críticas que recibió en campaña cuando propuso que sectores como el aguacate y el turismo podrían competir con industrias tradicionales como el petróleo y el carbón. “Se burlaron mucho, porque siempre se burlan de lo que decimos nosotros en los medios. Hoy nadie diría lo contrario”, expresó.

Las exportaciones son un reflejo directo de las dinámicas económicas y políticas que enfrenta Colombia en el escenario global. En agosto, la economía nacional vivió una desaceleración en sus ventas externas, alcanzando ingresos de 3.845 millones de dólares, una cifra por debajo de los 4.030 millones que anticipaban los analistas, según datos del Dane. Aunque la caída en las exportaciones fue menor en septiembre (-0,9%) respecto al mismo mes del año anterior, la coyuntura internacional impactó significativamente el desempeño en el octavo mes del año.

Uno de los factores determinantes fue la suspensión de exportaciones de carbón a Israel, una decisión gubernamental que tuvo consecuencias económicas importantes. Según un informe del grupo de investigación económica del Banco de Bogotá, esta medida derivó en una reducción del 27% en las ventas del combustible, consolidando una contracción del 60% en los volúmenes de carbón exportado, el mayor impacto en el sector de combustibles.

Adicionalmente, aunque el volumen de crudo exportado aumentó un 1%, los precios internacionales más bajos provocaron una reducción del 10% en el valor total de las exportaciones petroleras. Este doble golpe, sumado a una contracción general del 10% en las toneladas de productos vendidos, definió un panorama de fragilidad para los productos extractivos colombianos.