Históricamente, Colombia es un destacado potencial en la producción y explotación de hidrocarburos, y el pozo Liria YW12, ubicado en Aguazul, Casanare, es uno de los principales ejemplos de este desarrollo. Iniciado en 2021 por Ecopetrol, la empresa nacional encargada de la explotación de petróleo y gas, el proyecto tiene lugar en el campo de explotación del Piedemonte Llanero, una región que abarca partes de varios departamentos como Arauca, Boyacá, Casanare, Cundinamarca, Meta y Norte de Santander.
Liria YW12 es considerado uno de los pozos más grandes de Colombia, con una impresionante profundidad de 19.750 pies, equivalente a 6.019 metros. Las extracciones de crudo comenzaron en rangos de entre 16.862 y 17.407 pies desde la superficie, permitiendo a Ecopetrol realizar las pruebas iniciales y las perforaciones necesarias. Con la autorización del Ministerio de Minas y Energía, se llevó a cabo los estudios preliminares en este pozo.
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Un aspecto clave de la explotación del pozo Liria YW12 fue el cumplimiento de las normativas en seguridad industrial, salud y medio ambiente, áreas en las que Ecopetrol se mostró comprometida. En las primeras pruebas de extracción, el pozo produjo 29.720 barriles de crudo, y, con el paso del tiempo, la cifra aumentó considerablemente, contribuyendo al abastecimiento interno del país y a las exportaciones de petróleo.
Además, uno de los hallazgos más notables de este pozo fue la extracción de petróleo liviano, un tipo de crudo de baja densidad que, al estar en estado gaseoso, requiere menos refinación para producir gasolina. Este descubrimiento no solo facilita la producción de combustibles, también tiene un impacto positivo en la reducción de la contaminación, ya que el proceso de refinación genera menos emisiones contaminantes.
Otros pozos importantes
Así mismo, el pozo Cusiana se destacó como uno de los yacimientos más productivos de Colombia durante la década de 1990. Desde el momento en que comenzaron las extracciones, se determinó que este pozo alcanzaba una profundidad de 15.000 pies desde la superficie, es decir, aproximadamente 4.572 metros. En su época, Cusiana fue considerado el yacimiento más grande del país, y su rendimiento fue muy considerable.
En 1998, según informó Ecopetrol, Cusiana alcanzó su punto máximo de producción, con una cifra impresionante de 302.330 barriles de petróleo diarios durante el último trimestre del año. Esta cantidad representó más del 37% de toda la producción petrolera de Colombia en ese periodo, consolidándose como un pilar fundamental de la industria en el país. Además, el yacimiento no solo produjo petróleo, sino que también permitió el hallazgo de yacimientos de gas natural, que con el tiempo fueron explotados, contribuyendo al crecimiento energético de la nación.
Para 2021, tanto Cusiana como el pozo Cupiagua se convirtieron en proveedores claves de gas natural para Colombia. Juntos, estos yacimientos suministraron más del 60% del gas que consumían los colombianos, garantizando la seguridad energética del país. La preservación de estos pozos y la continuidad de su explotación fueron esenciales para que Colombia pudiera mantener su estabilidad energética a lo largo de los años, asegurando un suministro constante y confiable para el crecimiento del sector industrial y doméstico.
Por otro lado, a mediados de 2024, se anunció el descubrimiento de uno de los pozos offshore más profundos del mundo, el Komodo-1, ubicado en las costas del Caribe colombiano. Este pozo despertó gran interés por su potencial para impulsar la economía nacional, especialmente en términos de reservas petroleras y la producción de hidrocarburos. Sin embargo, el proyecto enfrentó un obstáculo importante cuando el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, liderado por Susana Muhamad, suspendió el proceso de obtención de la licencia ambiental necesaria para iniciar las perforaciones.